Emilio Lozoya está bajo la mira de la Fiscalía General de la República (FGR) por una compra chatarra, la cual ha sido comprobada por la Auditoría Superior de la Federación (ASF).
En el informe individual del Resultado de la fiscalización de la cuenta pública 2016, el organismo indica que durante la administración de Lozoya Austin como director de Petróleos Mexicanos (Pemex) el consejo de administración de la petrolera formalizó la compra de la planta Agronitrogenados.
Pero las instalaciones tenían equipo incompleto, en mal estado y no utilizable, con 30 años de antigüedad y 18 años fuera de operación.
De acuerdo con funcionario federales, los resultados de la auditoría, así como la falta de cumplimiento o corrección de las observaciones dieron pie a que se iniciara la indagatoria que llevó a girar las órdenes de aprehensión en contra del accionista mayoritario de la empresa Altos Hornos de México (AHMSA), Alonso Ancira, y de Emilio Lozoya.
La Jornada publica que al parecer, el Ministerio Público federal ha logrado entablar actos de corrupción que derivaron en la adquisición con sobreprecio de plantas prácticamente inservibles, situación que avalaron diversos funcionarios acatando órdenes de mandos superiores de la petrolera mexicana.
Estaban establecidas las pésimas condiciones de la empresa a adquirir… aún así, la administración de Pemex autorizó la compra de Plantas de Nitrogenados a Agronitrogenados, SA de CV, subsidiaria de AHMSA, en Veracruz.
Y es que dijo que con la compra se tendría una capacidad instalada para producir anualmente 990 toneladas de urea a partir de la fecha de terminación de su rehabilitación.
Fue el 17 de diciembre de 2013 cuando el consejo de administración de Pemex adquirió una planta la cual careció de estudios y análisis competentes para garantizar su rentabilidad y determinar adecuadamente los costos de mantenimiento.
A decir de la ASF, tras la auditoría, se encontró que no fue razonable ni se justificó que el costo del mantenimiento previsto para que se pusiera en operación la planta se incrementara con el argumento de que la parte vendedora no permitió que se inspeccionaran los equipos.
Eso en consecuencia es el origen de la deficiente programación del costo de mantenimiento debido a la carencia de evaluaciones económicas y comerciales en la fase de evaluación de la integridad mecánica de la planta, se indicó.
Según el reporte de la ASF, en la compra-venta de la planta chatarra se infló el valor de la misma, además de que la operación se hizo de manera exprés, sin autorización del Consejo de Administración de la paraestatal.
Se pagó por la planta 95.8 millones de dólares más que el valor de las construcciones, instalaciones, maquinaria y equipo, por lo que el total del pago fue de 264 millones de dólares en una operación que se cerró en diciembre de 2013.
sdp noticias