Millones de residentes, dueños de negocios y trabajadores salieron de sus casas este domingo luego de una enorme tormenta de nieve que paralizó a Washington, Nueva York y otras ciudades del noreste de Estados Unidos y provocó la muerte de al menos 19 personas en varios estados.
La tormenta fue la segunda más grande que haya azotado a la ciudad de Nueva York en su historia y dejó 68 centímetros de nieve hasta la medianoche del sábado, apenas por debajo del récord del 2006 de 68.3 centímetros, dijo el Servicio Meteorológico Nacional (NWS, por sus siglas en inglés).
Trece personas murieron el sábado en accidentes automovilísticos relacionados con el mal tiempo en Arkansas, Carolina del Norte, Kentucky, Ohio, Tennessee y Virginia. Una persona murió en Maryland y tres en Nueva York mientras retiraban la nieve con palas. Dos fallecieron por hipotermia en Virginia, dijeron funcionarios.
En la costa de Nueva Jersey, una región duramente golpeada por el huracán Sandy en el 2012, la tormenta provocó inundaciones durante la marea alta.
Luego de arrojar cerca de 60 centímetros de nieve sobre el área de Washington, la tormenta se fortaleció inesperadamente el sábado mientras avanzaba con rumbo al norte hacia el área metropolitana de Nueva York, hogar de cerca de 20 millones de personas.
El gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, declaró estado de emergencia, al igual que otras 10 autoridades estatales.
REGRESO A LA NORMALIDAD
La prohibición impuesta a los viajes en los caminos del área de la ciudad de Nueva York y Long Island, salvo para vehículos de emergencia, terminó a las 7.00 a.m. del domingo. Los puentes y túneles de la ciudad también reabrieron.
Los vehículos privados comenzaron a circular hoy en Nueva York libremente al levantarse la prohibición que estaba vigente desde el sábado por la tarde por la nevada de las últimas horas, una de las mayores en la historia de la ciudad.
La prohibición comenzó a regir a las 14.30 hora local del sábado (19.30 GMT), y afectaba tanto a Nueva York como a Long Island, al este de Manhattan, y a lo largo de la costa del Atlántico.
No ha habido prórrogas y, como se había anunciado, el Gobierno del estado de Nueva York confirmó en un comunicado que se había levantado la prohibición y dio detalles sobre las operaciones para devolver la normalidad a la ciudad.
Entretanto los sistemas de transporte público que habían sido clausurados durante la tormenta poco a poco se irían restableciendo.
En la mañana del domingo, la tormenta casi se había alejado de la costa, aunque algunos vestigios aún afectaban a algunas zonas de Long Island y Cape Cod.
TRÁFICO AÉREO SEGUIRÁ AFECTADO
Cerca de 3 mil 500 vuelos fueron cancelados el domingo y ya hay más de 600 cancelados para el lunes, según el sitio de Internet FlightAware.com.
Sin embargo, aunque United Airlines anunció que reanudaría de manera limitada el servicio en la ciudad de Nueva York, los aeropuertos en la zona metropolitana de Washington D.C. probablemente permanecerán cerrados el domingo y otras aerolíneas suspendieron sus vuelos del lunes además de los 7 mil vuelos que ya habían sido cancelados.
El récord de nieve caída en Washington es de 71.1 centímetros y fue establecido en 1922. La mayor nevada reciente alcanzó los 45.2 centímetros en el 2010.
Los fuertes vientos golpearon a toda la Costa Este, desde Carolina del Norte a Nueva York, alcanzando los 112.6 kilómetros por hora en Wallops Island, Virginia, en la noche del viernes, provocado oleajes altos e inundando el litoral, dijo el Greg Gallina, del NWS.
Oleajes mayores que los provocados por el huracán Sandy hace tres años llevaron el agua hacia el interior de la costa de Jersey Shore y Delaware y fijaron un nuevo récord en Cape May, Nueva Jersey, y Lewes, Delaware, dijo Patrick O’Hara del NWS.
Excelsior