La comunidad internacional condenó de manera enérgica el presunto ataque químico perpetrado hoy en Siria y que ha causado decenas de muertos y heridos, entre ellos niños.
De acuerdo con grupos de activistas y oposición, un bombardeo con gas tóxico fue cometido por las fuerzas del régimen de Bashar al Assad y de su máximo aliado, Rusia, en la localidad Khan Sheikhoun, en la provincia septentrional de Idleb.
Sin embargo, los gobierno de Damasco y Moscú han negado cualquier implicación en el suceso a través de sus respectivos ministerios de Defensa.
El Consejo de Seguridad de la ONU anunció que se reunirá de urgencia este miércoles para analizar el caso, ocurrido en la localidad Khan Sheikhoun, en la provincia septentrional de Idleb.
Así lo informó la presidenta de turno del Consejo, la embajadora estadunidense Nikki Haley, que se mostró muy preocupada por el episodio.
La reunión se produce en respuesta a una solicitud de Francia y del Reino Unido, que habían pedido abordar la cuestión cuanto antes en el máximo órgano de decisión de Naciones Unidas.
El Gobierno de Estados Unidos censuró el «reprobable» supuesto ataque químico en Siria y alertó de que «no puede ser ignorado».
El portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer, subrayó ante los periodistas que los «actos atroces» del régimen del presidente sirio, Bashar Al Assad, son consecuencia de la «debilidad» mostrada por el Gobierno del exmandatario estadunidense Barack Obama.
A su vez, la Comisión de la ONU que investiga los crímenes en el conflicto sirio dijo hoy que es «imperativo» que los autores de ataques con armas químicas sean juzgados.
El Consejo de Seguridad de la ONU ha aprobado en el pasado que se investigue el uso de armas químicas en Siria y se establezcan responsabilidades.
Excelsior