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Condenan a dos meses de cárcel a mujer que cacheteó a su hijo

Una madre española fue condenada a dos meses de prisión por dar «un par de bofetadas» a su hijo de diez años que se negó a ducharse y además se le ha prohibido acercarse al niño durante seis meses.

Este es el fallo de la Audiencia de la provincia de Pontevedra (noroeste) divulgado este jueves, y que confirma la sentencia emitida el pasado mes de julio por un juzgado de rango inferior de la ciudad del mismo nombre.

La madre, en esa ocasión, recurrió el fallo alegando que su actuación «debe entenderse amparada dentro de su derecho de corrección».

Los magistrados de la Audiencia, sin embargo, ratificaron que el comportamiento de la madre del menor es constitutivo de un delito de maltrato en el ámbito de violencia doméstica, al considerar probado que, en la noche del 20 de mayo de 2018, la mujer, que convivía con su hijo, le pidió que se duchase.

El niño se negó y ambos comenzaron una discusión verbal finalizada por la actuación de su madre, «dándole un par de bofetadas al menor», que le causaron eritemas en ambas mejillas, por lo que el niño recibió atención médica, aunque no necesitó medicamentos posteriormente.

El tribunal enfatizó que la facultad de los padres para corregir a sus hijos tiene como «límite infranqueable» la integridad física y moral de los hijos.

La reprensión ante una eventual desobediencia del menor nunca puede justificar el uso de la violencia que ejerció, ni admite, bajo ninguna óptica, considerar esa actuación orientada a su beneficio», manifiesta el fallo judicial.

La pena de prisión, en todo caso, podrá ser sustituida por el mismo tiempo de trabajos comunitarios.

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La mujer no podrá aproximarse a su hijo a menos de 200 metros durante medio año y se le prohíbe, asimismo, la tenencia y porte de armas durante seis meses.

Excelsior

Deportes

Horner saca a relucir sanción a Checo Pérez para presionar contra Russell

La tensión entre Mercedes y Red Bull volvió a escalar tras el Gran Premio de Canadá. Christian Horner, director de la escudería de Milton Keynes, no ocultó su molestia por una maniobra de George Russell durante el periodo de safety car que involucró a Max Verstappen. Pese a que la queja oficial fue rechazada por los comisarios, Horner insistió en que el reclamo tenía sustento técnico y, para probarlo, recurrió a un episodio que involucró a su propio piloto, Sergio “Checo” Pérez, en 2022.

Durante el safety car en Canadá, Verstappen rebasó a Russell, en lo que Red Bull consideró una infracción al reglamento. Aunque las autoridades no encontraron argumentos para sancionar al británico, Horner defendió su postura:
“Ciertamente no es algo personal con él. Las regulaciones son bastante claras y por eso protestamos otra vez”, declaró a RacingNews365.

Para sustentar su argumento, Horner citó como precedente una sanción impuesta a Checo Pérez durante el Gran Premio de Singapur 2022, donde el mexicano recibió dos penalizaciones por dejar demasiado espacio con el coche de seguridad.
“El reglamento es muy claro sobre el coche de seguridad. Si recuerdan, Checo Pérez recibió dos penalizaciones por ello. Así que había precedentes muy claros”, afirmó.

En aquella carrera de Marina Bay, Pérez fue penalizado con 5 segundos y la deducción de dos puntos en su superlicencia, luego de que dirección de carrera considerara que infringió la distancia máxima permitida detrás del safety car, sin aceptar como válido su argumento de que el asfalto mojado dificultaba mantenerse cerca del auto líder.

A pesar del castigo, el mexicano conservó la victoria gracias a los más de 11 segundos de ventaja que tenía sobre Charles Leclerc, seguido de Carlos Sainz.

Con este episodio, Horner no solo buscó reforzar la validez de su protesta contra Russell, sino también señalar lo que considera una falta de consistencia en la aplicación del reglamento. La disputa técnica subraya la rivalidad creciente entre Red Bull y Mercedes, con Horner reafirmando que no hay animosidad personal contra Russell, pero sí un llamado a que se respete el reglamento con el mismo rasero.

El campeonato de Fórmula 1 sigue avanzando y, con él, las tensiones entre escuderías que no solo se disputan puntos en la pista, sino también autoridad y precedentes en los despachos de los comisarios.

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