Las ventas de una popular sopa china de fideos de arroz a base de caracoles, llamada luosifen, han estado drásticamente al alza en el país asiático luego de que el presidente Xi Jinping inspeccionara este lunes su principal centro de producción, en la ciudad de Liuzhou, y alabara esa floreciente industria, reporta el diario chino Global Times.
Uno de los fabricantes de luosifen contó al periódico que, justo el lunes, el dueño de una tienda ‘online’ quiso comprarle «de inmediato» 5.000 paquetes de fideos, y que en total recibió una decena de solicitudes de compra desde otras tiendas y ‘streamers’ populares.
La sopa ya reinaba entre las preferencias de los chinos antes de que el presidente destacara su importancia y el esfuerzo de las empresas privadas por hacer del pequeño negocio de fideos de arroz una industria tan grande. Según datos de la plataforma de ventas ‘online’ Suning.com, la semana pasada las ventas del luosifen empaquetado de la marca Haohuanluo aumentaron en 1.913,33 % en comparación con la semana anterior, mientras que las de otra marca, Luobawang, crecieron en más de 50 %.
A lo largo de 2020, las ventas de la sopa subieron 800 % en Tmall, plataforma de ventas por Internet de Alibaba, y en el primer trimestre de ese año mostraron un incremento del más del 30 %, según datos obtenidos por Global Times.
Quien se sienta inspirado a probar esa delicia culinaria de China o comprarla por Internet, solo debe tener en cuenta un detalle importante. La sopa luosifen es bastante controvertida incluso entre los propios chinos por su fortísimo olor, cuya fama está a la altura de la fruta asiática durián, prohibida en muchos hoteles y aviones por su aroma nauseabundo.
En noviembre de 2019, un estudiante chino que cocinó luosifen en su casa fue multado con 40 euros (48 dólares) tras la denuncia de un vecino, que llamó a la Policía por sospechas de que preparaba un arma química, reportó el periódico Beijing Evening News.