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Salud y Bienestar

Conoce cómo disminuir el riesgo de sufrir un infarto al corazón

El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Chihuahua destaca la importancia de llevar una vida saludable que permita, entre otras cosas, disminuir el riesgo de sufrir un infarto al corazón.

El coordinador de Prevención y Atención a la Salud, doctor Adrián Rodríguez Pacheco, informó que es importante que la población lleve una dieta balanceada, limite el consumo de sal, grasas saturadas y colesterol (carnes rojas, leche entera y huevos).

Además recomendó comer abundantes verduras, frutas, legumbres, cereal integral y carnes blancas (como pollo y pescado), así como procurar reducir los niveles de estrés mediante la práctica de respiración consciente y ejercicio físico al menos 30 minutos diarios.

Rodríguez Pacheco comentó que es necesario acudir a revisión médica a los módulos PrevenIMSS, ubicados en las unidades de Medicina Familiar, por lo menos una vez al año; así como dejar de fumar y limitar el consumo de alcohol.

El especialista enfatizó que los actuales estilos de vida ocasionan que este padecimiento afecte cada vez a más adultos jóvenes, incluso menores de 40 años.

Por lo tanto, afirmó que es de vital importancia identificar los síntomas que se presentan cuando ocurre un infarto, los cuales son, principalmente:
• En algunos casos perdida del conocimiento
• Sudor frío
• Mareos y náuseas
• Debilidad o fatiga
• Dolor u hormiguero en los brazos (más en el izquierdo)
• Dificultad para respirar
• Dolor del tórax
• Presión o dolor en el centro del pecho, en la mandíbula, hombro, espalda y estómago

Rodríguez Pacheco señaló que identificar esas manifestaciones, permite al afectado o a algún acompañante pedir ayuda a los cuerpos de emergencia y auxiliar al paciente para que llegue al hospital y recibir la atención médica que requiere.

Resaltó que mientras la ayuda especializada llega, el paciente y su acompañante deben mantener la calma, despojarle de prendas o artículos que le aprieten o impidan la circulación sanguínea, así como recibir aire fresco.

Es importante la prevención con la identificación oportuna de factores de riesgo como la obesidad, hipertensión, diabetes y niveles altos de colesterol, por lo que se les invita a realizar las acciones preventivas en los módulos PrevenIMSS en las Unidades de Medicina Familiar.

Revista

La grasa abdominal profunda: el enemigo silencioso que envejece tu cuerpo y tu mente

Oculta bajo la piel y rodeando órganos vitales como el corazón, el hígado y los riñones, la grasa visceral representa una de las amenazas más serias para la salud metabólica y cerebral, incluso en personas delgadas. Más que un problema estético, esta grasa activa procesos inflamatorios que pueden desencadenar enfermedades como la diabetes tipo 2, el hígado graso, problemas cardiovasculares y, a largo plazo, deterioro cognitivo.

De acuerdo con el Dr. Andrew Freeman, especialista en prevención cardiovascular, la grasa visceral es un marcador de múltiples riesgos de salud, aun en quienes aparentan estar en forma. El fenómeno conocido como “skinny fat” —personas con peso normal pero con alta proporción de grasa interna— evidencia que la salud no siempre se refleja en el espejo.

El impacto va más allá del metabolismo. La neuróloga preventiva Kellyann Niotis advierte que este tipo de grasa libera compuestos inflamatorios que aceleran la atrofia cerebral y favorecen la aparición de placas beta-amiloides y ovillos de tau, señales asociadas con la enfermedad de Alzheimer, incluso desde los 40 o 50 años.

¿Cómo saber si la grasa visceral está fuera de control? La medida de la cintura es un primer indicio: más de 88.9 cm en mujeres y 101.6 cm en hombres eleva el riesgo, según los CDC. La masa muscular también importa: quienes tienen más grasa que músculo tienden a acumular esta grasa profunda. Estudios como la DEXA o básculas con medición de grasa corporal pueden ayudar a evaluar estos indicadores.

La buena noticia: es reversible. Freeman insiste en un enfoque integral con ejercicio cardiovascular diario (como caminatas rápidas de al menos 30 minutos) y entrenamiento de fuerza con resistencia. Ejercicios como desplantes, sentadillas, lagartijas y peso muerto movilizan grandes grupos musculares, aceleran el metabolismo y estimulan hormonas que mejoran la composición corporal.

Una alimentación basada en plantas, como la dieta mediterránea, también es clave. Rica en frutas, vegetales, granos enteros, aceite de oliva y pescado, esta dieta ha demostrado reducir la grasa abdominal y el riesgo de muerte por enfermedades crónicas, especialmente en mujeres.

El ayuno intermitente —comer solo durante una ventana de seis horas al día— puede ser un complemento efectivo, aunque no es apto para todos. La combinación de alimentación natural, entrenamiento funcional y periodos de ayuno puede “hacer magia” en la reducción de grasa visceral, señala Freeman.

En resumen, mantener el músculo, eliminar alimentos ultraprocesados, moverse cada día y reorganizar los horarios de comida no solo combate la grasa abdominal profunda, sino que extiende la salud física y mental hacia el futuro. Porque el verdadero “elixir de la juventud” no se compra: se construye con hábitos.

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