El consejero presidente del Instituto Nacional Electoral (INE), Lorenzo Córdova, aseguró que la consulta popular sobre corrupción del pasado será, en caso de que sea avalada por el Congreso, en agosto del 2021 y no el día de la jornada electoral del 6 de junio, porque “no se puede cambiar la Constitución a contentillo”.
“A veces es bueno leer la Constitución, (la consulta) se va realizar el primer domingo de agosto” a menos de que se viole esa Carta Magna y “no sé si sea una buena noticia estar cambiando la Constitución a contentillo cada vez que se discute un tema, creo que hay que darle estabilidad”, expuso el consejero.
Incluso ante la posibilidad de que hubiera una reforma constitucional para que la consulta sea el mismo día de la elección próxima, Córdova consideró que ese cambio impactaría en los comicios e implicaría modificar sus reglas, lo que está prohibido ya iniciado el Proceso Electoral Federal.
En su participación en la conferencia magistral “Desafíos de la democracia mexicana a 30 años de la fundación del INE”, Córdova Vianello llamó a los actores políticos a no especular y tener calma, porque el INE está trabajando, establecerá un acuerdo con los requerimientos y actividades que deberá realizar para hacer posible la consulta popular en 2021 y será en función de eso que establezca el impacto presupuestal.
Descartó un costo de 8 mil millones de pesos que, se ha especulado, sería el costo de la consulta, pues ese es sólo el monto para la elección federal, pero no son equiparables. Sin embargo, algunas actividades e incluso el mismo personal podrían fungir en agosto, para la consulta, en aras de reducir gastos.
En el evento Lorenzo Córdova fue cuestionado sobre las críticas que reciben los órganos autónomos en la conferencia mañanera del presidente Andrés Manuel López Obrador, asunto en el que dijo que “la clave aquí es la templanza”.
Pero bromeó: “así como se empujó para que Tomás Moro se convirtiera en santo de la política, deberíamos de empujar para que Kalimán esa vieja figura de las historietas mexicanas se convirtiera en el santo de las autoridades electorales, por aquélla célebre frase de serenidad y paciencia”.
El presidente es un actor político, hace política, “no soy quien para juzgar si es prudente o no calificar a los órganos electorales […] pero esto genera un ambiente de encono y polarización y las autoridades electorales no debemos caer en ese juego…porque somos árbitros y los árbitros deben colocarse por encima de los actores políticos”.
Estos árbitros no son actores en disputa, dijo, y “debe haber cierto grado de resignación” para aceptar que quedará mal con quien gana y con quien pierde.
Campos de detención: el terrible plan de Trump contra los migrantes
El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, volvió a encender las alarmas en el ámbito migratorio al adelantar un plan que, de concretarse, marcaría un giro radical en la política de deportaciones de Estados Unidos. Sus recientes declaraciones apuntan a la creación de un sistema masivo de detención y expulsión, respaldado por el ejército, lo que ya ha generado controversia entre expertos, activistas y políticos de todas las esferas.
Una emergencia nacional para deportaciones masivas
Trump, quien regresará a la Casa Blanca en 2025, reafirmó en la plataforma Truth Socialque su administración estaría preparada para declarar un estado de emergencia nacionalcon el objetivo de enfrentar lo que ha llamado «una invasión permitida por Joe Biden».
Esta declaración se suma a los comentarios de Tom Fitton, director de la organización conservadora Judicial Watch, quien sugirió que se utilizarían recursos militares para implementar un programa de expulsiones masivas. El expresidente respondió tajantemente: «¡Es verdad!».
El alcance de este plan incluye el despliegue de la Guardia Nacional y, si es necesario, tropas federales. «La Guardia Nacional debería ser capaz de encargarse de las deportaciones; si no, usaría el ejército», afirmó Trump en una entrevista con Time en abril.
Durante su presidencia, Trump endureció significativamente las políticas migratorias, pero sus nuevas propuestas revelan un nivel de agresividad sin precedentes. A esto se suma, la idea de establecer «campos de detención» en Texas, en donde se albergaría a los migrantes antes de ser deportados.
Texas ofrece tierras para la construcción de campos de detención masiva
La comisionada de la Oficina General de Tierras de Texas, Dawn Buckingham, ha propuesto una medida que podría convertirse en el primer paso hacia la creación de campos de detención en la frontera sur de Estados Unidos.
En una carta dirigida al presidente electo Donald Trump, Buckingham ofreció al gobierno 567 hectáreas de tierra ubicadas en el condado de Starr, cerca de Rio Grande City, para la construcción de instalacionesdestinadas a procesar, detener y deportar a migrantes de manera masiva.
Este terreno, que actualmente se utiliza para cultivos agrícolas como cebollas, canola y maíz, sería destinado a albergar campos de detención, una propuesta que ha generado gran controversia en medio del debate migratorio.
Buckingham destacó que la Oficina General de Tierras de Texas está lista para colaborar con el Departamento de Seguridad Nacional y otras agencias federales para hacer realidad este proyecto, el cual se alinea con los planes de Trump para reforzar las políticas de deportación y control fronterizo.
Sheinbaum reacciona a deportaciones masivas y campos de detención
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, expresó su desacuerdo con laspolíticas migratorias propuestas por Donald Trump, especialmente en relación con la posible deportación masiva de migrantes y la construcción de campos de detención en la frontera sur de Estados Unidos.
Durante su conferencia de prensa mañanera, Sheinbaum destacó que su gobierno no acepta que los migrantes sean tratados como criminales, subrayando que existen instituciones de justicia para abordar estos temas de manera adecuada.
«Primero, evidentemente no estamos de acuerdo en que se trate a los migrantes como criminales, para eso existen las instituciones de justicia en cualquier lugar del mundo», afirmó la mandataria, quien también enfatizó la relevancia de la contribución de los trabajadores mexicanos en Estados Unidos.
En este sentido, Sheinbaum detalló que su administración tiene cuantificados los beneficios que estos migrantes aportan al país vecino, tanto a nivel laboral como en términos de impuestos.
Como parte de las preparaciones para un posible cambio de administración en Estados Unidos, Sheinbaum informó que su gobierno trabaja en un plan para enfrentar la eventualidad de deportaciones, asegurando que, en caso de que se den, México está listo para recibir a los connacionales deportados.
«En caso de que hubiera deportaciones nosotros vamos a recibir a las y los mexicanos, tenemos un plan para ello, pero vamos a trabajar previo a ello que no tienen por qué deportarse a nuestros connacionales, que al contrario, benefician incluso la economía de Estados Unidos», añadió.
Además, la mandataria anunció que, en los próximos días, se celebrará una reunión con su gabinete para definir los temas clave que se tratarán con el equipo de Trump una vez que este asuma la presidencia, entre los que se incluyen la seguridad, el Tratado Comercial entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), así como cuestiones culturales y de amistad bilateral.