Vaya dardo envenenado con multidestinatario el que soltó el compadre Adán Augusto en su visita a Ciudad Juárez donde abrió su corazón y dijo que a Cruz Pérez Cuéllar, «sus compañeros, le quitaron la gubernatura a la mala».
El primer destinatario, oooobviamente es Juan Carlos Loera de la Rosa, al que en automático lo calificó como el candidato más malito que Morena pudo tener para contender contra la hoy gobernadora Maru Campos.
Otro más, fue el dirigente nacional Mario Delgado, pues fue el que ejecutó la orden de destapar a Loera como el ganador de la encuesta que nadie supo dónde quedó y que finalmente le dio la candidatura.
Y el destinatario final fue su compañera de gabinete Ariadna Montiel, pues fue la que dio el plomazo final para que Loera fuera el representante de la Cuatroté en Chihuahua con el desenlace que ya todos conocemos.
El secretario de Gobernación no tuvo empacho en decir que Cruz aún tiene oportunidad, candidatéandolo desde ya para la sucesión del 27.
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Otro de los ecos que dejó la visita del compadre Adán fue la bajada de la contienda, de la tocaya Andrea Chávez, por la dirigencia estatal de Morena.
La joven legisladora dijo que ella seguirá en su encargo en San Lázaro, defendiendo los ideales transformadores del régimen obradorista.
Y mientras ella se bajaba de la contienda, la exdiputada suplente de Tatiana Clouthier, Carmen Almeida, alzó la mano para ser la sucesora de Martín Chaparro.
El único «pero» es que no se le ve mucho arrastre al interior del partido, pero mire que todo puede pasar.
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Y ya para cerrar esta edición, el secretario de Gobernación no dejó pasar la oportunidad de hacer campaña de la buena y de tomarse la foto con la raza, con las y los trabajadores de la maquila.
Muy sonriente y agradecido estuvo con el sector popular luego del encuentro empresarial.
El que no pudo estar muy contento y que también anduvo en tierras chihuahuitas fue el consejero presidente del INE, Lorenzo Córdoba, pues al compadre Adán le importa poco lo que diga la autoridad electoral, pues como señaló semanas atrás: «al cabo al INE ya lo van a desaparecer».