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México

Continental pone en marcha planta en SLP

Continental puso en marcha la operación de su nueva planta de producción en San Luis Potosí con lo que busca cerrar el año con una nueva meta de empleos directos generados en México.

A fin de abastecer al sector automotriz de sistemas de inducción de aire para los mercados locales de América del Norte y del Sur, la empresa Continental abrió una nueva planta de producción en San Luis Potosí, con la cual estima cerrar 2017 con 24 mil nuevos empleos directos en el país.

El director del segmento de Sistemas de Inducción de Aire de ContiTech Mobile Fluid Systems, Stefan Hoheisel, dijo: «Como corporación, nos hemos convertido en un empleador importante aquí y nos complace empezar otro capítulo de la tecnología de punta para la industria del automóvil”.

El directivo destacó que junto con las instalaciones ya existentes de la empresa en la región vislumbran un escenario prometedor para brindar servicios a su base de clientes con soluciones de manejo de fluidos móviles.

Al finalizar 2017, la nueva planta en San Luis Potosí tendrá aproximadamente 160 empleados y debido a las expectativas de mayor crecimiento, es posible que esta cifra supere los 220 empleados en 2018, con lo que sumarán en la entidad unas dos mil 500 fuentes de trabajo, informó la empresa en comunicado.

Los innovadores sistemas de inducción de aire, que Continental fabrica en San Luis Potosí para los mercados locales en Norte y Sudamérica, aumentarán la eficacia del motor en vehículos con turbocargador, reducirán el consumo de combustible y respaldarán los esfuerzos por mejorar el medioambiente a través de la reducción de emisiones.

“Con nuestra producción de moldeo por soplado en 3D completamente automática, no solo garantizamos una alta eficiencia, sino que también mantenemos un nivel de calidad superior”, aclaró Andreas Heinze, gerente de planta de la nueva instalación en San Luis Potosí.

El Economista

México

Claudia Sheinbaum viaja al G7 y se prepara para primer encuentro con Trump en medio de tensiones migratorias

La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, partió este lunes rumbo a Canadá para participar en la Cumbre de Líderes del G7, donde coincidirá por primera vez con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en un contexto marcado por una creciente tensión bilateral provocada por las redadas migratorias en territorio estadounidense.

La comitiva mexicana está integrada por el secretario de Relaciones Exteriores, Juan Ramón de la Fuente, y por el jefe de la Unidad para América del Norte, Roberto Velasco. Se espera que la presidenta sostenga encuentros con varios jefes de Estado de las principales economías del mundo, aunque el más relevante será su cara a cara con Trump, cuyo gobierno ha endurecido su política migratoria en las últimas semanas.

En la víspera de su viaje, Sheinbaum afirmó en un acto público en Tlaxcala que acudirá al G7 con el objetivo de “defender dignamente a las y los mexicanos”, tanto dentro del país como del otro lado de la frontera. “Siempre con la frente en alto, siempre con gallardía porque representamos al pueblo de México, un pueblo generoso, valiente y trabajador”, sostuvo.

Aseguró que buscará mantener un tono de diálogo con los países aliados, pero también será firme en la defensa de los derechos de los migrantes mexicanos. “Vamos siempre a decir que cuando estamos juntos somos más fuertes, cuando nos respetamos entre nosotros, somos más fuertes, y eso es lo que vamos a ir a defender”, añadió.

Este primer encuentro entre Sheinbaum y Trump ocurre en un momento políticamente delicado. Las redadas migratorias impulsadas por el mandatario estadounidense han generado temor e indignación entre las comunidades mexicanas en ese país, y han puesto a prueba la diplomacia mexicana a menos de un mes de la elección presidencial en México, que llevó a Sheinbaum al poder con una abrumadora mayoría.

La reunión bilateral, que aún no tiene una hora oficial confirmada, será observada con lupa tanto por analistas internacionales como por las comunidades migrantes. La expectativa es que ambos mandatarios aborden temas críticos como migración, seguridad fronteriza y comercio, aunque no se descarta que surjan diferencias importantes en el discurso y los enfoques.

El G7, conformado por Canadá, Estados Unidos, Alemania, Francia, Italia, Reino Unido y Japón, se celebra este año en Quebec, bajo la agenda de gobernanza global, cambio climático y seguridad internacional. La presencia de México en calidad de invitado especial marca un nuevo capítulo en su política exterior, ahora bajo el liderazgo de la primera mujer presidenta del país.

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