Corea del Norte confirmó este miércoles el lanzamiento, supervisado por el líder del régimen Kim Jong-un, de un misil balístico de medio alcance Hwasong-12 en respuesta a las maniobras que Corea del Sur y Estados Unidos están realizando en la península.
El ensayo fue una «advertencia significativa y crucial» para Corea del Sur y Estados Unidos y «se llevó a cabo como demostración de fuerza para contrarrestar los ejercicios militares conjuntos ‘Ulchi Freedom Guardian'» que ambos países realizan desde la semana pasada en territorio surcoreano, informó la agencia norcoreana KCNA.
El lanzamiento fue realizado por primera vez desde la capital norcoreana, Pyongyang, «por orden de Kim Jong-un», quien supervisó los preparativos del test y expresó su «gran satisfacción por el exitoso lanzamiento», detalló KCNA.
El misil «impactó con precisión las aguas meta establecidas» y «no tuvo ningún impacto en la seguridad de los países vecinos», se hizo eco el medio oficial norcoreano.
«En el ejercicio quedó demostrada la capacidad operativa de las unidades de artillería Hwasong de la Fuerza Estratégica del Ejército Popular de Corea del Norte -asignadas para atacar las bases de Estados Unidos en el Pacífico- para una guerra real y la eficiencia de combate del recién equipado misil de medio alcance», dijo el medio.
El líder norcoreano felicitó a los artilleros por su labor y destacó la necesidad de modernizar su fuerza estratégica realizando más ensayos de misiles con el Pacífico como objetivo en el futuro.
El del martes fue el decimotercer lanzamiento exitoso de un misil balístico por parte de Corea del Norte en lo que va de año y se produjo después de que el pasado sábado lanzara tres proyectiles de corto alcance a las aguas del mar de Japón.
Los últimos test han valido al hermético país la condena de la comunidad internacional y del Consejo de Seguridad de la ONU, que calificó las acciones de Pyongyang como «indignantes» e insistió en exigir el «cese inmediato» de sus lanzamientos de misiles.