Corea del Sur y Japón alcanzaron el lunes un acuerdo histórico para resolver el tema de las «mujeres de confort», como fueron eufemísticamente conocidas las mujeres que eran obligadas a trabajar en burdeles en el Japón de los tiempos de guerra, una disputa que ha afectado los lazos entre los vecinos.
Los ministros de Relaciones Exteriores de ambos países dijeron después de una reunión en Seúl que el tema de las «mujeres de confort» se «resolvería finalmente y de forma irreversible» si se cumplían todas las condiciones.
El acuerdo será bien recibido por Estados Unidos, que ha buscado una mejora de las relaciones entre sus dos principales aliados en Asia ante el rol internacional cada vez fuerte asumido por China y las impredecibles acciones que puede tomar Corea del Norte.
Japón está dolorosamente consciente de sus responsabilidades por la ofensa a la honra y la dignidad de las mujeres, dijo el canciller de Japón, Fumio Kishida, en una conferencia de prensa en Seúl con su homólogo surcoreano.
El primer ministro japonés, Shinzo Abe, consideró que este acuerdo inicia una «nueva era» en las relaciones entre los dos países, contaminadas desde hace décadas por esta espinosa cuestión.
Japón y Corea del Sur darán la bienvenida a una nueva era», dijo Abe a los periodistas después de hablar por teléfono con la presidenta surcoreana, Park Geun-Hye.
Ambos países cooperarán juntos sin obstáculos», añadió.
Japón aceptó pagar mil millones de yenes (8.7 millones de dólares) de indemnización a las 46 esclavas sexuales aún vivas.
Los historiadores seguramente seguirán debatiendo sobre el número de mujeres de Corea del Sur que fueron explotadas. Activistas en ese país dicen que pueden haber sido 200 mil las víctimas, muy pocas de las cuales siguen con vida.
Ambos países han estado tratando durante décadas superar las divisiones por el tema de las «mujeres de confort», pero los esfuerzos anteriores no habían tenido éxito.
Un poderoso símbolo del éxito del acuerdo podría estar en una estatua que simboliza a las «mujeres de confort», que fue colocada delante de la embajada de Japón en Seúl y que ha irritado profundamente a Tokio.
Aunque Corea del Sur no se ha mostrado de acuerdo con retirar la estatua, el canciller surcoreano, Yun Byung-se, dijo que Seúl reconocía las preocupaciones de Japón y que sostendrá conversaciones con el grupo que levantó el monumento para abordar el tema.
Campos de detención: el terrible plan de Trump contra los migrantes
El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, volvió a encender las alarmas en el ámbito migratorio al adelantar un plan que, de concretarse, marcaría un giro radical en la política de deportaciones de Estados Unidos. Sus recientes declaraciones apuntan a la creación de un sistema masivo de detención y expulsión, respaldado por el ejército, lo que ya ha generado controversia entre expertos, activistas y políticos de todas las esferas.
Una emergencia nacional para deportaciones masivas
Trump, quien regresará a la Casa Blanca en 2025, reafirmó en la plataforma Truth Socialque su administración estaría preparada para declarar un estado de emergencia nacionalcon el objetivo de enfrentar lo que ha llamado «una invasión permitida por Joe Biden».
Esta declaración se suma a los comentarios de Tom Fitton, director de la organización conservadora Judicial Watch, quien sugirió que se utilizarían recursos militares para implementar un programa de expulsiones masivas. El expresidente respondió tajantemente: «¡Es verdad!».
El alcance de este plan incluye el despliegue de la Guardia Nacional y, si es necesario, tropas federales. «La Guardia Nacional debería ser capaz de encargarse de las deportaciones; si no, usaría el ejército», afirmó Trump en una entrevista con Time en abril.
Durante su presidencia, Trump endureció significativamente las políticas migratorias, pero sus nuevas propuestas revelan un nivel de agresividad sin precedentes. A esto se suma, la idea de establecer «campos de detención» en Texas, en donde se albergaría a los migrantes antes de ser deportados.
Texas ofrece tierras para la construcción de campos de detención masiva
La comisionada de la Oficina General de Tierras de Texas, Dawn Buckingham, ha propuesto una medida que podría convertirse en el primer paso hacia la creación de campos de detención en la frontera sur de Estados Unidos.
En una carta dirigida al presidente electo Donald Trump, Buckingham ofreció al gobierno 567 hectáreas de tierra ubicadas en el condado de Starr, cerca de Rio Grande City, para la construcción de instalacionesdestinadas a procesar, detener y deportar a migrantes de manera masiva.
Este terreno, que actualmente se utiliza para cultivos agrícolas como cebollas, canola y maíz, sería destinado a albergar campos de detención, una propuesta que ha generado gran controversia en medio del debate migratorio.
Buckingham destacó que la Oficina General de Tierras de Texas está lista para colaborar con el Departamento de Seguridad Nacional y otras agencias federales para hacer realidad este proyecto, el cual se alinea con los planes de Trump para reforzar las políticas de deportación y control fronterizo.
Sheinbaum reacciona a deportaciones masivas y campos de detención
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, expresó su desacuerdo con laspolíticas migratorias propuestas por Donald Trump, especialmente en relación con la posible deportación masiva de migrantes y la construcción de campos de detención en la frontera sur de Estados Unidos.
Durante su conferencia de prensa mañanera, Sheinbaum destacó que su gobierno no acepta que los migrantes sean tratados como criminales, subrayando que existen instituciones de justicia para abordar estos temas de manera adecuada.
«Primero, evidentemente no estamos de acuerdo en que se trate a los migrantes como criminales, para eso existen las instituciones de justicia en cualquier lugar del mundo», afirmó la mandataria, quien también enfatizó la relevancia de la contribución de los trabajadores mexicanos en Estados Unidos.
En este sentido, Sheinbaum detalló que su administración tiene cuantificados los beneficios que estos migrantes aportan al país vecino, tanto a nivel laboral como en términos de impuestos.
Como parte de las preparaciones para un posible cambio de administración en Estados Unidos, Sheinbaum informó que su gobierno trabaja en un plan para enfrentar la eventualidad de deportaciones, asegurando que, en caso de que se den, México está listo para recibir a los connacionales deportados.
«En caso de que hubiera deportaciones nosotros vamos a recibir a las y los mexicanos, tenemos un plan para ello, pero vamos a trabajar previo a ello que no tienen por qué deportarse a nuestros connacionales, que al contrario, benefician incluso la economía de Estados Unidos», añadió.
Además, la mandataria anunció que, en los próximos días, se celebrará una reunión con su gabinete para definir los temas clave que se tratarán con el equipo de Trump una vez que este asuma la presidencia, entre los que se incluyen la seguridad, el Tratado Comercial entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), así como cuestiones culturales y de amistad bilateral.