Una extraña separación se dio entre los integrantes de Unión Ciudadana y el gobernador Javier Corral. Desde hacía tiempo el grupo encabezado por Jaime García Chávez había tomado las acciones más combativas, como la manifestación en Palacio de Gobierno que fue infiltrada y vandalizada por afines al gobernador César Duarte, mientras que la parte más operativa y diplomática pasó a formar parte de Alianza Ciudadana.
Así, Jaime García Chávez presumió su amistad con el ahora gobernador, pero mejor cortaron por lo sano. Quienes quieren ver un distanciamiento, se equivocan. Más bien parece una decisión estratégica para dejar a la oposición histórica seguir jugando su papel a sus anchas, y así evitar convertirse en meros esquiroles.
De esta manera García Chávez presumió este domingo haberse despertado “más libre” que antes y aseguró que seguirá como uno de esos hombres “fiera, altanera, soberbia, insensata, irracionalmente independientes”.
Pero algo raro está ocurriendo en Alianza Ciudadana. De pronto se ve en este grupo a personajes que no sólo ni se aparecieron ni participaron durante los últimos años ni durante la campaña, o participaron con los equipos de Lucía Chavira y Enrique Serrano y ahora buscan hacer como que no se acuerdan y juran que por sus venas corre sangre corralista. Las pugnas entre los grupos siguen y se acrecientan, es el poder, huesos y presupuesto lo que está en juego.
Otros a quienes quieren pintar como rivales sin serlo, pero en este caso criminales, son Joaquín Guzmán Lorea y Rafael Caro Quintero, según declaró este último, quien aseguró categóricamente que “el fiscal —Jorge González Nicolás— miente” y hasta afirmó que “El Chapo” y “El Mayo” son sus amigos. Respecto a las supuestas grabaciones en las que el capo confirmaría esto, las cuales el fiscal dijo tener en su poder, “que las enseñe”, afirmó tranquilo, y asegura que desde su excarcelamiento no ha utilizado telecomunicaciones.
Como lo señalamos hace semanas, todo huele a un intento más de desestabilización antes de entregar Chihuahua, por parte de quienes aún están al frente del gobierno. Si no es esto ¿qué pretenderán? ¿Por qué sembrar zozobra y miedo al parecer sin motivo? Recordemos que en este caso no se trata de gente varada por no tener transporte ni gasolina, sino vidas humanas las que están en juego. Preocupante.
Otra disputa que ya parece irse resolviendo son las impugnaciones ante el Tribunal Estatal Electoral, pues el fin de semana fueron desechados los recursos para agitar los distritos 15 y 17 con sede en Chihuahua, con lo cual el PAN reafirma sus posiciones y se ventila una probadita de lo que vendrá como resultado de la impugnación de la gubernatura.
Paquetes fuera de plazo, casillas operadas por personas sin atribuciones legales para hacerlo, sobra de boletas y otros “peros” fueron interpuestos en busca de dar marcha atrás a la victoria panista, pero nada progresó y todo apunta a que esta semana también será desechada la impugnación por la gubernatura, una impugnación que ha puesto trabas al gobierno entrante, pero más al PRI.
El tricolor está dividido entre lo que queda del duartismo que se aferra a hacerse notar como sea y vengarse como pueda, y las bases de militantes que prefieren dejar de hacer el ridículo y reagruparse rumbo a 2018 para ver si pueden recuperarse un poco.
Y es que también los resultados de las alianzas tejidas por el PRI resultaron desastrosas para la militancia y sus cuadros, pues el partido prácticamente regaló dos de las raquíticas cuatro regidurías que obtuvo en la capital, de modo que quedará sólo con dos, para Ricardo Peña y Rosa Isela Gaytán. Por la chiquillada quedaron Julio César Ortiz del Panal y María Cristina Valtierra del PT.
Más reforzado salió el equipo del independiente Enrique Terrazas, que amarró cuatro sillas en el Cabildo para Eduardo Contreras Murillo, Verónica Grajeda Villalobos, Alberto Aníbal Chávez, Marta Graciela Ramos —esposa de Víctor Quintana—, y una novena posición será para la de Morena, Daniela Pérez Abud.
En el caso del PAN, se fue recio. Le tocaron nueve regidores que serán: José Alfredo Chávez, Irma Liliana Murillo, Adriana Díaz Negrete, Germán Ávila Hernández, Juan José Abdo, Laura Contreras, Mónica Borruel Macías, Luis Terrazas Fraga, Javier Sánchez Herrera, Minerva Correa y Marco Antonio Bonilla.
Otro reparto fue el que se hizo en el PRD, donde la dirigencia por fin salió de la familia aunque para quedarse con los socios, y es que Pavel Aguilar Raynal quedó a la cabeza, pero con Guadalupe “La Hermana” como secretaria, Crystal “La Sobrina” como diputada y Hortensia “La Tía” como la mandamás en los hechos. Una familia muy unida, un partido muy podrido.
Pero en el PAN las cosas no andan tan sencillas. Durante el aquelarre albiazul en Juárez se habló de lo mal que quedó la cobertura territorial panista durante las últimas elecciones, pues en 600 puntos no hubo quién viera por los intereses de este partido.
También hubo berrinches de quienes no cupieron y arrimados que tras fracasar jugándole en contra al PAN ahora que ganó rotundamente, buscan volver al rebaño, no por cariño o nostalgia, sino para pastar en mejores prados. Hay que recordar que si bien a nivel estatal el avance panista fue contundente, en Juárez se fueron al tercer lugar tras el PRI y los independientes.