John ‘Jack’ Christopher Smith, quien trabajó esclavizado en el restaurante J&J Cafeteria de la ciudad de Conway, en Carolina del Sur, entre los años 2009 y 2014, debería recibir más de 500.000 dólares en compensación, según falló la Corte de Apelaciones local.
Smith, quien tiene una discapacidad intelectual, se empleó en este restaurante desde 1990 como lavaplatos, pero fue obligado a trabajar más de 100 horas por semana sin paga por Bobby Edwards, quien asumió la administración de J&J Cafeteria en el 2009. En el 2014 las autoridades se enteraron de los hechos, y Edwards fue arrestado. Posteriormente se declaró culpable de trabajo forzoso, y fue sentenciado a 10 años de prisión.
En el 2019 la víctima recibió 272.952,96 dólares en restitución, lo que representa el salario mínimo y las horas extras que no le pagaron legítimamente entre 2009 y 2014. Aún más, el fiscal solicitó 272.952,96 dólares adicionales en forma de daños y perjuicios. Sin embargo, el Tribunal de Distrito rechazó esa petición. Ahora, la Corte de Apelaciones de Carolina del Sur estipuló que la restitución anterior no tuvo en cuenta las leyes laborales federales que le dan derecho a Smith a una compensación total de 546.000 dólares.
Justificando su decisión, la Corte explicó que cuando un empleador no paga, el empleado sufre pérdidas adicionales, incluida «la pérdida del uso de ese dinero durante el período de demora de pago». Entonces, para compensar completamente a Smith, el monto de su restitución debería duplicarse, resolvió.