Se le está alebrestando la gente al gobernador electo Javier Corral. Todavía ni ha asumido el cargo y ya han comenzado las inconformidades, los pataleos y lloriqueos de varios sectores que no han visto con buenos ojos sus acciones, nombramientos y rumbos de gobierno.
Un tema que ha dado mucho de qué hablar es el nombramiento de Juan Manuel Escamilla como jefe de escoltas del próximo mandatario y su familia. De inmediato la hicieron de tos muchos, pero el que más pesó fue Jaime García Chávez, uno de los principales amigos y aliados de Corral, quien lo invitó “fraternalmente” a desistir de dicho nombramiento.
Y cómo no se la iba a tener guardada, si Escamilla golpeó al propio Jaime García Chávez cuando este se manifestaba contra los feminicidios en el sexenio de Patricio Martínez, agredió a su esposa y a otras mujeres. También fue detenido en 2010 acusado (sin que se le haya demostrado nada) por los delitos de abuso de autoridad y tortura, y se vinculó al grupo Delta de la policía municipal, bajo su mando, con una matanza en la Plazuela de Acuña en Ciudad Juárez, donde fueron abatidas cinco personas, cuatro de ellos hermanos, aunque también resultó absuelto. También era jefe de escoltas de Patricio cuando este recibió un tiro en la cabeza en circunstancias nunca aclaradas del todo.
Si este mitote se arma con el nombramiento de quien se encargará única y exclusivamente de la seguridad del gobernador y su familia, sin presupuesto ni atribuciones de por medio, imagínese cómo se pondrá la cosa cuando comiencen a soltarse las carteras pesadas como la Secretaría de Educación, de Obras Públicas, la Fiscalía… arderá Troya.
Este es uno de los desafíos que asumió Corral al convocar a fuerzas e ideologías tan diversas y hasta contrarias. En su barco van desde panistas de hueso azul hasta los rojos más contrasistema, todos remando juntos, y difícilmente con el mismo rumbo. Ya comenzaron las grillas internas, los adelantados y las patadas bajas entre quienes le rinden lealtad al gobernador. También hay quienes creen que por haber posteado contra Duarte en Facebook ya se merecen un alto cargo sin tener la menor capacidad para desempeñarlo. Quieren que les haga justicia la Revolución, nomás por ser revolución.
Y es que Javier Corral trae en mente una forma radicalmente nueva de gobernar, sustentada en el poder ciudadano, la apertura y la inclusión, pero también en la capacidad, la probidad y el esfuerzo. Aquí el riesgo es que los miembros de su equipo y muchos sectores de la sociedad chihuahuense no estén aún listos para una transformación de tal calado. Ya andan muchos presumiendo la cercanía y la amistad con el mandatario electo, charoleando por todos lados y quieren que eso baste para alcanzar un cargo público. El PRI fue vencido en las urnas, pero sigue vivo en la mentalidad de muchísimos chihuahuenses, muchos de ellos sumados en el equipo entrante.
Otro ejemplo de inconformidad es el que mostró la abogada y activista Susana Prieto Terrazas, quien ayer se lanzó con todo contra Javier Corral y Armando Cabada, a quienes acusa (sin sustento) de apoyar a los empresarios maquileros en contra de los intereses de los trabajadores. Horas después el equipo de Corral lanzó un comunicado donde aclaró que uno de los puntos principales del encuentro fue la necesidad de mejorar los salarios para los obreros.
Los que también ya se preparan para la embestida son los medios de comunicación. Aunque muchos tienen esperanza de llegar a buenos arreglos y de momento están bien pues siguen recibiendo carretazos de dinero de la actual administración, ya están armando una estrategia de golpeteo para “ablandar” los convenios de publicidad del sexenio entrante.
A la vieja usanza, directores de medios y periodistas están buscando una “entrevista” con Javier Corral, no tanto para conocer sus puntos de vista, que a diario difunde con gran efectividad en redes sociales, sino para ir tanteándole el hervor a los camotes y hacer algunas peticiones presupuestales conocidas como “convenios”.
Ahora habrá qué ver ¿cómo le hará Corral para entablar buena relación con un gremio que sólo está contento con dinero, y que viene muy mal acostumbrado? ¿Cómo convencer a los dueños de medios de profesionalizarse y presentar solamente información objetiva y veraz, algo que nunca han hecho, mientras se les envía a buscar financiamiento a partir de sus capacidades empresariales, lo cual nunca han siquiera intentado? Para afrontar estos graves retos Corral necesitará a la ciudadanía, a los líderes más honestos y comprometidos, el apoyo político y estratégico de quienes lo respaldan a nivel nacional, pero sobre todo una sobrehumana capacidad de negociación y colmillo.
Pero este reto es menor si se le compara con la verdadera bronca: no hay dinero. Los riesgos políticos por el cambio de administración y la situación financiera afectan a las calificaciones crediticias de Chihuahua, de acuerdo con un comunicado publicado ayer miércoles por Moody’s de México.
La agencia recortó las calificaciones de ocho créditos que tiene la entidad y los cuales están respaldados por Interacciones, Multiva, BBVA Bancomer, Banorte y Santander. La calificadora también indicó que estas notas fueron puestas a revisión para una posible baja adicional. “La revisión refleja los riesgos de pago de su deuda de corto plazo como resultado de mayores riesgos políticos dado el actual periodo de cambio de administraciones”.
Esta debilidad financiera es supuestamente la causa de que de los 60 litros de gasolina que se daban a cada patrulla de la Fiscalía se haya bajado a 35. También en Vialidad mandaron a pie a varios agentes, y se espera que la situación se complique. Se dice que no es tanto la falta de lana, sino el interés del Gobierno saliente de dejar claro que no hay dinero y que necesitan más y más deuda, pues los casi 50 mil millones de pesos que van no han sido suficientes (ni se sabe dónde están).
Con la situación política y financiera en un estado tan desgarrada como la está dejando César Duarte, es de entenderse que no se haya ni asomado en la cabalgata villista, y que haya ordenado adelantar la entrega de su último informe, que no será en octubre sino en la última semana de agosto. Se especula que será con la misma sobriedad del año pasado, la entrega formal ante el Congreso y se acabó, para evitarse escarnios y vergüenzas, y a la vez para tener tiempo de cacaraquear algunos logros antes de irse.
Los que no le temen a la vergüenza son Guillermo Dowell y sus muchachos, quienes ya despiertan preocupación entre sus allegados pues su nivel de delirio los ha llevado a afirmar un día sí y otro también que le arrebatarán la gubernatura a Corral por medio de la impugnación, y hasta afirma que ya se juntó con los dueños de los minipartidos para reafirmar la alianza pues, según ellos, habrá nueva elección y por arte de magia todo Chihuahua votará, ahora sí, por ellos.
Donde está reinando la sensatez es en la entrega-recepción de la alcaldía de Chihuahua. Javier Garfio mostró su actitud conciliadora primero con Lucía Chavira, a quien respaldó más o menos a pesar de la oposición del inquilino de Palacio, y ahora con la alcaldesa electa, María Eugenia Campos, cuyo equipo ya tiene fecha para la entrega de carteras y todo ha marchado sin conflicto alguno.
Y siguiendo con los que sí están trabajando, los que andan movidos son Mario Vázquez y sus muchachos, quienes invitaron a Juan Blanco, Gustavo Madero y Cristina Jiménez, todos legisladores federales, para ‘couchear’ a los alcaldes entrantes en cuanto a la gestión de recursos y que su curva de aprendizaje no sea tan cerrada, sobre todo al ser ‘trienios’ se dos años. En el PRI, a pesar de haber ganado buen número de alcaldías (menores, pero alcaldías), ni se han preocupado.
Pero en el PAN tampoco es todo miel sobre hojuelas. Si bien les tocó un pastel grande con gubernatura, 30 alcaldías (importantes), Congreso y todo lo demás, no quieren repartirlo con quienes consideran traidores, sobre todo aquellos que en el peor momento posible se dejaron seducir por los candiduartes Jaime Beltrán del Río y Cruz Pérez Cuéllar, o con los independientes. Varios han intentado cubrir a los compas, pero cuando se les acerca la guadaña mejor se hacen a un lado. Se habla de hasta 200 expulsados para los próximos días.
Donde también está la grilla fuerte es en la Universidad Autónoma de Chihuahua, donde figuran ya cinco perfiles en busca de la Rectoría. Por un lado están los ‘institucionales’, los directores de Filosofía y Letras, Luis Fierro, y de Medicina, Jesús Benavides. También están los ‘broncos’, Jesús Robles Villa y Enrique Gascón, ambos con historial de disidencia y un historial académico muy robusto, y por último está Alfredo de la Torre, quien quiere jugar a ser contralínea pero lleva la ‘marca PRI’ tatuada en la frente.
Los primeros le apuestan al trabajo, a los resultados y a los proyectos, los broncos al desencanto contra los de siempre y a una renovación total, mientras que De la Torre ha hecho de la denuncia y la venganza su arma de campaña. No se sabe a ciencia cierta cuál estrategia será la mejor, pues los que gritonean y se exhiben se desgastan, pero los tapados no son muy tomados en cuenta.