Faltan cinco días para las votaciones y la situación a nivel nacional se complica, pues en Sinaloa, Durango, Chihuahua y otros estados están asesinando a candidatos, por lo que parece que en vez de ganar con votos gobernarán los que queden vivos y no se rajen. Muerte súbita.
Las bandas criminales están haciéndose escuchar como mejor saben: A balazos, y es por eso que Miguel Ángel Osorio Chong convocó a los gobernadores de los 14 estados donde hay elecciones, pues existe el temor de que se vuelva una jornada de sangre en algunos “focos rojos”.
En dicha reunión estuvo el gobernador de Chihuahua, César Duarte, quien adelantó que se rotarán los mandos de la 42 Zona militar, que comprende buena parte del “Triángulo Dorado”, que más que dorado es rojo por la extrema violencia e impunidad que allí se vive.
Mario Vázquez también está haciendo resonar este problema, pues le pidió al Instituto Estatal Electoral que el día de la elección el Ejército salga a patrullar las calles, sobre todo en los municipios donde hay violencia y crimen, casi todos.
Ojalá no suceda nada, pero es evidente que el narco está involucrado de lleno en estas campañas y que muchos de los candidatos deben ir con la “bendición” de los grandes capos, pues la maldición ya se hizo evidente con las ejecuciones como la de Jaime Orozco, aspirante priísta a la alcaldía de Guadalupe y Calvo.
Pero mientras en el PRI andan preocupados por las matanzas, en el PAN se preocupan por las tranzas, y es por eso que el equipo de Miguel Riggs ofreció 20 mil pesos para cada ciudadano que aporte pruebas de delitos electorales como acarreos, entrega de despensas, coacción al voto, etcétera.
Realmente cazar mapaches no es muy difícil pues los días de elecciones parecen días de apareamiento ya que todos salen rabiosos y desatados a acechar votos. Probablemente usted ha visto a alguno.
Las elecciones ya están prácticamente decididas, quién ganará, quién sabe. En el PRI aseguran que Garfio lleva una ventaja bastante cómoda, de casi 30 puntos según los extremamente optimistas, mientras que en la campaña de Riggs aseguran que ellos ganan por seis puntos. Ambos mienten.
El que ya no sabe qué hacer es Maurilio Ochoa, quien tuvo que rendir cuentas ayer ante el gobernador César Duarte, por la extrema escasez de agua que podría volverse un factor fuerte para estas elecciones.
Imagínese que despierta temprano para ir a votar puntualmente y cuando se va a bañar o a desayunar… no hay agua. Escenarios así sin duda influirían en el voto, así que asegúrese de juntar tambos y palanganas pues puede estar seguro que el día de la votación habrá agua hasta para la piscina.
Sin embargo, la respuesta a este problema no está en manos de Maurilio sino de Tláloc, y por mucho poder que tenga el PRI, en el cielo no se manda, así que deberán esperar a que llegue a Chihuahua alguna colita de huracán pues la situación es crítica y las presas están a menos del 20% de su capacidad, en un riesgo histórico e inminente para toda la población.
Y para cerrar con temas alegres, un gran sabor de boca dejó la ceremonia del cierre de la Feria Internacional de Santa Rita, Expogan, similares y conexos, pues Espinoza Paz, quien rompió récord de asistencia, intercambió agradecimientos y cariño con el gobernador César Duarte, quien le prometió que el próximo año estaría allí pero ahora para romper su propio récord.
Pero cuentan que este no fue el único festejo del mandatario, pues corren las habladas de una gran fiesta en uno de sus ranchos de Balleza, donde hubo un avispero de helicópteros llevando a los invitados, en una zona muy privada y sin fotos, por aquello de las balconeadas. Por cierto, ahí estuvo Juanga.
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