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Resto del mundo

Crisis económica paraliza prensa escrita en Venezuela

La crisis económica y las medidas gubernamentales para superarla han tenido efectos negativos en la prensa escrita de Venezuela, que ha visto el cierre de tres medios desde el 17 de agosto.

A los problemas económicos se suman los de abasto de papel, que también ocasionan cierres, ya sea temporales o definitivos, señaló un reporte del Instituto Prensa y Sociedad de Venezuela (IPS).

El Caroreño y El Diario de Lara debieron cerrar «ante la falta de efectivo que ha mermado considerablemente la circulación de todos los impresos», escribió en su sitio electrónico su presidente editor Javier Oropeza.
Editados en Carora, en el norteño estado Lara, los diarios sucumbieron a que «Si un lector tiene algún menudo en el bolsillo no lo va a sacrificar para cubrir la necesidad de estar informado, sino para invertirlo en el transporte que lo traslade a su hogar o, quizás más prioritario aún, para colmar el hambre».

Precisa que se han hecho esfuerzos por mantener bajos los costos y por ende el precio, de manera que el valor de un ejemplar impreso es «20 veces menor al de una empanada».

Oropeza advierte que este cierre no es definitivo «porque por mi mente no ha pasado ni por un momento venderlos o desmantelarlos.»

En el estado de Portuguesa el rotativo Última Hora señaló que las medidas económicas del gobierno del presidente Nicolás Maduro han impactado «de manera fulminante en nuestra estructura de costos».

Ese impacto obligó a suspender su página electrónica www.ultimahoradigital.com y sus redes sociales, suspensión que se suma a la que antes había ocurrido en la edición impresa.
Pero si se trata de un adiós, señala en el mensaje que aparece en su portada electrónica, «será uno más en esta Venezuela rota, en la que aún muchos seguimos empeñados en vivir».

En el estado Apure el diario Visión Apureña suspendió su publicación por falta de materia prima, al igual que El Universal, que fechó su regreso impreso para la primera semana de septiembre.

Además, «El Universal informó que no tiene cómo aumentar ni en un mínimo porcentaje los salarios de sus trabajadores», indicó IPS.

Planteó a sus trabajadores la alternativa de “acudir rápida y masivamente a sacarse el carnet de la patria pues, entienden, es por esa vía que el Estado va a subsidiar durante 90 días los nuevos salarios de mil 800 bolívares soberanos”.

Entre las medidas de emergencia anunciadas por el gobierno venezolano, se encuentra el alza salarial, que será cubierta por las arcas estatales durante un lapso de tres meses.

Otros datos sobre las repercusiones en la prensa escrita de las medidas económicas indican que 12 medios redujeron sus días de circulación.

Resto del mundo

Cofece multa a Walmart por prácticas monopólicas: la batalla legal apenas comienza

La Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) asestó un golpe histórico al multar a Walmart de México con 93.4 millones de pesos tras concluir una investigación que se extendió por más de cuatro años. La razón: prácticas monopólicas relativas, particularmente en el trato con sus distribuidores.

Según el dictamen de la Cofece, Walmart aprovechó su posición dominante en el mercado para imponer condiciones desfavorables a los proveedores, afectando la competencia en el sector. Aunque no se han revelado todos los detalles de las “contribuciones” impuestas a los distribuidores, el veredicto destaca cómo estas prácticas distorsionan el acceso al mercado y perjudican a competidores más pequeños.

En respuesta, Walmart no tardó en reaccionar. La empresa anunció que impugnará la decisión y enfatizó su compromiso con el cumplimiento de las leyes mexicanas. En su comunicación oficial, destacó que la sanción carece de fundamento y que está basada en interpretaciones erróneas. Este movimiento era predecible: para una empresa de este tamaño, 93 millones de pesos no solo representan una cifra considerable, sino también una amenaza a su reputación.

Por otro lado, la Cofece también se juega mucho. Este caso es una muestra clara de su intención de reforzar la vigilancia sobre los gigantes corporativos. Sin embargo, una batalla legal prolongada podría poner a prueba su capacidad de defender sus resoluciones en tribunales.

Más allá de la multa, el caso de Walmart pone el reflector sobre una problemática común en el comercio minorista: el desbalance de poder entre grandes cadenas y pequeños distribuidores. Si bien el desenlace de este litigio aún está por definirse, el mensaje es claro: los días de actuar sin consecuencias podrían estar contados. La industria y los consumidores estarán atentos a cada movimiento en esta batalla judicial.

 

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