Buscan a sus seres queridos, remueven los escombros de sus hogares, cuentan, identifican y lloran decenas de muertos mientras continúan los incendios fuera de control. Las poblaciones del norte de California se preparaban para un nuevo día de asedio a pesar de estar agotados por las evacuaciones, la destrucción y el peligro provocados por los incendios más mortíferos que haya conocido el estado.
La cifra de muertos alcanzó el nivel sin precedentes de 31 y se preveía que aumente. A esto se suman cientos de heridos o desaparecidos.
La recuperación tendrá que esperar a que los bomberos logren controlar los 21 focos ígneos que abarcan más de 780 kilómetros cuadrados (300 millas cuadradas), un área equivalente a la de los cinco distritos de la ciudad de Nueva York.
«No estamos ni cerca del fin de esta emergencia», dijo el director de la Oficina de Servicios de Emergencia estatal, Mark Ghilarducci.
Un humo espeso y sofocante cubría los condados afectados y el viento lo llevaba a las ciudades de la Bahía de San Francisco, donde los cubrebocas se han vuelto parte de la vestimenta habitual y el cielo del anochecer tiene un tinte rojo sangre.
Incluso algunos deportistas usan cubrebocas durante los entrenamientos.
Cientos de personas fueron evacuadas hacia las playas del norte y algunas durmieron sobre la arena la primera noche.
Después llegaron las carpas y los sacos de dormir y las autoridades habilitaron edificios públicos y restaurantes como refugios en la seguridad y el aire puro de Bodega Bay, una población costera donde las temperaturas caen drásticamente durante la noche.
Equipos provistos de perros especializados iniciaron la búsqueda de cadáveres el jueves. En algunos casos fue necesario recurrir a los números de serie en implantes médicos para identificar los restos carbonizados.
Desde el domingo, los incendios han transformado barrios enteros en yermos. Al menos tres mil 500 viviendas y negocios fueron destruidos y unas 25 mil personas obligadas a huir.
Algunos de los lugares históricos más frecuentados por los turistas en el estado, como la ciudad de Sonoma y Calistoga, en Napa Valley, eran pueblos fantasmas, y los bomberos intentaban frenar el avance de las flamas.
Calistoga, famosa por sus vinos y fuentes termales, estaba desierta el jueves salvo por la presencia de decenas de bomberos en las calles.
La alcaldesa Chris Canning advirtió que los incendios se estaban acercando y que los cinco mil habitantes de la ciudad debían atender la orden de desalojo.
Campos de detención: el terrible plan de Trump contra los migrantes
El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, volvió a encender las alarmas en el ámbito migratorio al adelantar un plan que, de concretarse, marcaría un giro radical en la política de deportaciones de Estados Unidos. Sus recientes declaraciones apuntan a la creación de un sistema masivo de detención y expulsión, respaldado por el ejército, lo que ya ha generado controversia entre expertos, activistas y políticos de todas las esferas.
Una emergencia nacional para deportaciones masivas
Trump, quien regresará a la Casa Blanca en 2025, reafirmó en la plataforma Truth Socialque su administración estaría preparada para declarar un estado de emergencia nacionalcon el objetivo de enfrentar lo que ha llamado «una invasión permitida por Joe Biden».
Esta declaración se suma a los comentarios de Tom Fitton, director de la organización conservadora Judicial Watch, quien sugirió que se utilizarían recursos militares para implementar un programa de expulsiones masivas. El expresidente respondió tajantemente: «¡Es verdad!».
El alcance de este plan incluye el despliegue de la Guardia Nacional y, si es necesario, tropas federales. «La Guardia Nacional debería ser capaz de encargarse de las deportaciones; si no, usaría el ejército», afirmó Trump en una entrevista con Time en abril.
Durante su presidencia, Trump endureció significativamente las políticas migratorias, pero sus nuevas propuestas revelan un nivel de agresividad sin precedentes. A esto se suma, la idea de establecer «campos de detención» en Texas, en donde se albergaría a los migrantes antes de ser deportados.
Texas ofrece tierras para la construcción de campos de detención masiva
La comisionada de la Oficina General de Tierras de Texas, Dawn Buckingham, ha propuesto una medida que podría convertirse en el primer paso hacia la creación de campos de detención en la frontera sur de Estados Unidos.
En una carta dirigida al presidente electo Donald Trump, Buckingham ofreció al gobierno 567 hectáreas de tierra ubicadas en el condado de Starr, cerca de Rio Grande City, para la construcción de instalacionesdestinadas a procesar, detener y deportar a migrantes de manera masiva.
Este terreno, que actualmente se utiliza para cultivos agrícolas como cebollas, canola y maíz, sería destinado a albergar campos de detención, una propuesta que ha generado gran controversia en medio del debate migratorio.
Buckingham destacó que la Oficina General de Tierras de Texas está lista para colaborar con el Departamento de Seguridad Nacional y otras agencias federales para hacer realidad este proyecto, el cual se alinea con los planes de Trump para reforzar las políticas de deportación y control fronterizo.
Sheinbaum reacciona a deportaciones masivas y campos de detención
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, expresó su desacuerdo con laspolíticas migratorias propuestas por Donald Trump, especialmente en relación con la posible deportación masiva de migrantes y la construcción de campos de detención en la frontera sur de Estados Unidos.
Durante su conferencia de prensa mañanera, Sheinbaum destacó que su gobierno no acepta que los migrantes sean tratados como criminales, subrayando que existen instituciones de justicia para abordar estos temas de manera adecuada.
«Primero, evidentemente no estamos de acuerdo en que se trate a los migrantes como criminales, para eso existen las instituciones de justicia en cualquier lugar del mundo», afirmó la mandataria, quien también enfatizó la relevancia de la contribución de los trabajadores mexicanos en Estados Unidos.
En este sentido, Sheinbaum detalló que su administración tiene cuantificados los beneficios que estos migrantes aportan al país vecino, tanto a nivel laboral como en términos de impuestos.
Como parte de las preparaciones para un posible cambio de administración en Estados Unidos, Sheinbaum informó que su gobierno trabaja en un plan para enfrentar la eventualidad de deportaciones, asegurando que, en caso de que se den, México está listo para recibir a los connacionales deportados.
«En caso de que hubiera deportaciones nosotros vamos a recibir a las y los mexicanos, tenemos un plan para ello, pero vamos a trabajar previo a ello que no tienen por qué deportarse a nuestros connacionales, que al contrario, benefician incluso la economía de Estados Unidos», añadió.
Además, la mandataria anunció que, en los próximos días, se celebrará una reunión con su gabinete para definir los temas clave que se tratarán con el equipo de Trump una vez que este asuma la presidencia, entre los que se incluyen la seguridad, el Tratado Comercial entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), así como cuestiones culturales y de amistad bilateral.