La reciente prórroga de 90 días concedida por el presidente Trump es, sin duda, un respiro necesario. Sin embargo, como presidente del Autocluster Chihuahua, debo ser claro: esta pausa no resuelve la amenaza de un arancel del 30% a nuestros productos. El problema de fondo sigue latente.
Le urge a la presidenta Claudia Sheinbaum y a su equipo económico a definir una estrategia clara, firme y definitiva. La estabilidad económica de millones de mexicanos y el futuro de nuestra industria dependen de la solidez de la relación comercial con Estados Unidos. No podemos dejar el modelo IMMEX, que genera más de 3 millones de empleos directos y representa el 20% del PIB, a merced de decisiones políticas externas.
Tenemos una ventana de 90 días para actuar. Debemos demostrar cumplimiento, fortalecer nuestras alianzas y desplegar una estrategia diplomática de alto nivel. Esta no es solo una amenaza comercial, es una emergencia económica nacional que exige una respuesta estructural, jurídica y política.
Desde el Auto Clúster, estamos listos para colaborar y documentar el estricto cumplimiento de las reglas de origen del T-MEC. Pero necesitamos certeza. Sin un respaldo claro del gobierno federal, la presión internacional puede traducirse en pérdidas de inversión y empleos.
La presidenta Sheinbaum tiene la oportunidad histórica de consolidar una relación comercial sólida, basada en el cumplimiento y la confianza mutua. Pero esa oportunidad se gana ahora, en estos 90 días.