Así como existen fanáticos de la cultura pop japonesa en México, mejor conocidos como otakus o frikis, en Japón hay seguidores de la cultura mexicana. Aunque parezca extraordinario, algunos usan elementos religiosos, ropa típica y moda chicana como parte de su estilo.
Ya que desde hace décadas en la televisión mexicana se han proyectado series de anime como Astroboy, Candy Candy, Los Supercampeones, o doramas como la Señorita Cometa, por lo que la cultura pop de Japón se ha naturalizado entre generaciones de mexicanos.
Por ello, resulta fácil encontrar diversas referencias del país que es sede de los Juegos Olímpicos en México, no obstante, pensar lo contrario resulta algo difícil de creer.
En Japón usan elementos mexicanos como decoración y en México hay muchos fans de la cultura pop japonesa (Foto: EFE/Paolo Aguilar)
Pese a ello, existen comunidades de jóvenes que han adoptado a su estilo de vida algunos elementos típicos de México o de la cultura chicana.
Por ejemplo, en Tokio y Osaka, emergió una subcultura que tiene una obsesión con los cholos, por lo que es común verlos caminar en las calles de esas ciudades usando pantalones amplios o bermudas, paliacates, camisas, escapularios, entre otros elementos.
Pero no solo se visten de como cholos, sino que llevan su estilo de vida a niveles que, según el documental británico de Louis Ellison y Jacob Hodgkinson, casi no tienen diferencia con la comunidad mexicana o estadounidense.
La comunidad chola de Japón está vigente desde los 90 (Foto: Instagram)
Esta influencia llegó a Japón en la década de los 90 con el movimiento Lowrider que se popularizó en esa época y fue importado desde Estados Unidos a través de Lowrider Magazine.
Así, el Lowrider comenzó a ganar fuerza entre los japoneses como una manifestación cultural, que con el paso del tiempo, se hizo una forma de vida dentro de una sociedad que busca la homogeneidad y el orden.
Además de la estética que incluye tatuajes -mal vistos entre japoneses- y autos modificados, señalan sentirse identificados con algunos valores como el amor a la familia.
Es normal ver a la Virgen de Guadalupe entre los accesorios japoneses (Foto: Twitter)
Mientras que en México algunos disfrutan de hacer cosplays o usar playeras con kanjis (escritura japonesa), en Japón hay algunas jóvenes que usan coloridos huipiles y blusas bordadas como parte de su vestimenta diaria.
Por su puesto no es muy común y solo suelen usarlos durante el verano, cuando el calor puede alcanzar hasta los 35°C, pero sin duda es algo que llama la atención al caminar por las calles de Japón o visitar algunos eventos alternativos.
Lo mismo ocurre con la Virgen de Guadalupe. Si bien hay católicos en Japón, es usual ver que la imagen de la llamada Madre de México, en elementos decorativos, similar a como algunos usan budas o dragones en la entrada de restaurantes o como adornos.
Los japoneses suelen usar la Virgen de Guadalupe como elemento decorativo (Foto: Instagram)
Y es que su diseño con flores y llamativos colores son aspectos que llaman la atención de los japoneses, ya que contrastan con los tonos pastel que usan por excelencia. Por ello, no debería sorprender a ningún mexicano en tierras niponas ver a jóvenes con una Virgen de Guadalupe en sus prendas.
De acuerdo con la columna en Heraldo de la periodista Regina Palacios, estos elementos “son apreciados no sólo por su calidad y funcionalidad pero también por todas las connotaciones culturales que los acompañan y enriquecen; la labor manual y diseño mexicano es muy apreciado y enaltecido y quien lo usa y lo conoce es percibido como una persona de buen gusto y sofisticación”.
Evento que retoma elementos mexicanos y con temática de luchadores en Japón (Foto: Instagram)
Otro elemento que suele ser más común de lo que parece, son las máscaras de luchadores. Un gran ejemplo de ello es un local de Harajuku Street, sitio que es altamente conocido por la moda juvenil japonesa, en donde se cuelan esas máscaras de lucha libre.
A pesar de los miles de kilómetros y la diferencia de horarios que existen entre México y Japón, es claro que existen similitudes y gustos naturales entre culturas que enriquecen a ambas naciones.