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Decapitaron a su esposa y lanzaron a sus hijos de un puente: la tragedia de «El Güero” Palma

Héctor Luis Palma Salazar, mejor conocido como “El Güero” por su cabello rubio y ojos azules, nació en La Noria de Abajo, en el municipio de Mocorito, Sinaloa y solo estudió la Primaria debido a la pobreza de su familia.

El crimen llegó pronto a su vida, y en su adolescencia ya robaba automóviles. Llamó la atención de Miguel Ángel Félix Gallardo, el mayor narcotraficante de cocaína y marihuana en México también conocido como El Jefe de Jefes o El Padrino, quien lo contrató como sicario en los años 70 y después le encargó el contrabando de cocaína en Sonora.

Un joven Joaquín “El Chapo” Guzmán también trabajaba para Félix Gallardo en el Cártel de Guadalajara, por lo que se convirtió en amigo cercano de “El Güero”, quien fue acusado de quedarse con un cargamento de droga, por lo que su jefe no tardó en vengarse.

Hacia finales de los ochenta, “El Güero” y Guzmán Loera se encumbraban a pasos agigantados hacia el liderazgo en el mundo del narco con el Cártel de Sinaloa. De un simple sicario ascendió velozmente hasta convertirse en el planificador y ejecutor del tráfico de drogas entre Sonora y Estados Unidos. Palma fue el responsable de introducir toneladas de cocaína y otros estupefacientes al país norteamericano.

Sin embargo, pronto llegó el peor golpe para Palma, una tragedia que lo tocó a un nivel mucho más personal.

En medio del conflicto entre los de Sinaloa y los Arellano Félix, que eran familia directa del jefe y que se sentían desplazados por los nuevos reclutas, apareció Rafael Clavel Moreno, un venezolano que ingresó en las filas del «güero” como subordinado.

Mientras Palma viajaba por todas las rutas controladas por él y el Cártel de Sinaloa, Rafael Clavel se acercó poco a poco a su esposa, Guadalupe Lejía, hasta convertirse en su amante. El enamoramiento no quedó allí, la mujer quedó tan impresionada con el venezolano que aceptó abandonar a su marido.

Félix Gallardo y los Arellano presuntamente ordenaron matar a los hijos y a la esposa de “El Güero”, a quien le enviaron la cabeza de su amada. Aproximadamente una semana después, la tragedia terminó de consumarse sobre Palma. Rafael le envío en vídeo dónde mostraba como lanzaba a sus dos hijos, Nataly, de cuatro años, y Héctor, de cinco años, desde el Puente de la Concordia en Venezuela.

“El Güero” le construyó a su familia un mausoleo con valor estimado en USD 420.000, en el Panteón Jardines del Humaya, en Culiacán, Sinaloa. En el techo hay una pintura de su esposa e hijos.

Lejos de apaciguar el conflicto, las cosas no se quedarían ahí. En venganza el güero ordenó el asesinato de nueve amigos y familiares de Félix Gallardo, incluida su suegra. Algunos de los cuerpos presentaban múltiples golpes, fractura de cráneo y estallamiento de vísceras.

Fue el inicio del cambio del código entre narcotraficantes de no agredir a las familias.

La misma suerte no la tuvo el venezolano. Según el periodista, Raúl Monge, de la revista Proceso, “el güero” no iba dejar así su tragedia. Desde su prisión planeó la venganza contra Rafael, quien fue arrestado por autoridades venezolanas y encarcelado bajo el delito de asesinato de dos menores.

Durante su estancia en prisión, el sicario fue asesinado en extrañas circunstancias. Nunca se conoció al responsable. Poco después, los tres hijos del venezolano, todos en libertad, fueron asesinados uno tras otro. Tampoco se supo nada.

Este fin de semana absolvieron al “Güero” Palma y emitieron una sentencia para dejarlo en libertad. Sin embargo, México y Estados Unidos siguen revisando las carpetas para saber si el hombre de 80 años tiene algún pendiente con la justicia.

México

Pone ‘El Mayo’ ultimátum: me repatrian o el colapso

Ismael «El Mayo» Zambada, líder de Cártel de Sinaloa, exigió al Gobierno de México que reclame a Estados Unidos su repatriación porque, de no hacerlo, la relación entre los dos países sufrirá un «colapso».

Juan Manuel Delgado González, asesor jurídico de Zambada en México, confirmó que la petición fue presentado ayer en el Consulado General de México en Nueva York un escrito al que tuvo acceso Grupo Reforma y donde Zambada exige que lo defienda el gobierno.

Debe intervenir (el gobierno) a fin de que el presente asunto no resulte en un colapso en la relación bilateral entre ambos países, puesto que no se debe de perder de vista la irregular e ilegal manera en que el suscrito fui puesto a disposición de las autoridades de los Estados Unidos de América».

En julio del 2024, Zambada fue engañado por Joaquín Guzmán López, hijo de «El Chapo» Guzmán, fue secuestrado para llevarlo a Texas donde enfrenta cargos por delincuencia organizada, homicidio, narcotráfico en gran escala y lavado de dinero, entre otros.

En la solicitud de asistencia consular, el capo señala que si no se interviene en favor de sus derechos, políticos y funcionarios mexicanos también pueden ser secuestrados y trasladados ilegalmente al país vecino.

Por lo anterior, expresa que la respuesta del Estado mexicano «no es opcional», porque tiene la obligación ineludible de defenderlo.

«Si el Gobierno de México no actúa, el suscrito seré condenado a pena de muerte sin lugar a ninguna duda y además esto constituirá un precedente peligroso que permitiría que en cualquier momento cualquier gobierno extranjero pudiera de manera impune violentar nuestro territorio y soberanía, interviniendo para la detención de cualquier persona, incluso políticos o funcionarios del Gobierno, para ser trasladados a la jurisdicción norteamericana sin que nada suceda», manifiesta.

«Exijo y demando que el Estado mexicano cumpla con su obligación ineludible de intervenir de manera inmediata, contundente y sin margen de discrecionalidad para exigir formalmente a los Estados Unidos de América garantías y seguridades absolutas, plenas, vinculantes e irrevocables de que no se me impondrá ni se ejecutará la pena de muerte en su jurisdicción. Esta exigencia no es opcional, ni puede ser interpretada como una cuestión de oportunidad política o diplomática».

El documento firmado por Zambada advierte que, de no haber una exigencia categórica y formal de sus garantías, «constituiría una traición al sistema jurídico mexicano» y al deber del Estado de garantizar la seguridad de sus ciudadanos, sin excepción alguna.

«En este contexto, en cuanto hace a mi asunto en particular, resulta una obligación del Estado Mexicano: presentar una protesta formal ante las autoridades estadounidenses, señalando la violación del Tratado (de México y Estados Unidos para prohibir los secuestros transfronterizos) y exigiendo el respeto a la soberanía mexicana y al debido proceso legal», señala.

Solicitar la repatriación inmediata de mi persona, argumentando que mi traslado fue ilegal y que cualquier proceso judicial en mi contra debe llevarse a cabo en México, conforme a las leyes nacionales y los acuerdos internacionales vigentes».

En una parte de su escrito, el líder del Cártel de Sinaloa requiere al Gobierno de México para que pida a los estadounidenses un informe detallado de las circunstancias de su secuestro y traslado, identificando quiénes permitieron su entrada a la Unión Americana y bajo qué base legal.

También, que le informen la identidad de las personas involucradas en su traslado, tanto del lado estadounidense como del lado mexicano.

La razón por la que alega que el Gobierno federal debe exigir la cancelación del proceso al que está sometido en Nueva York, es precisamente porque el procedimiento tiene como origen su secuestro y traslado ilegal a la Unión Americana.

«Esta exigencia no es una cuestión discrecional ni sujeta a consideraciones políticas o diplomáticas», dice.

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