Casas, autos medianos y relojes adquiridos en su mayor parte al contado, además de ingresos extra de cientos de miles de pesos sumados a sus salarios mensuales debido a una gama de actividades por fuera de la responsabilidad pública, integran las fortunas de los titulares de los nueve órganos autónomos del Gobierno federal establecidos en la Constitución.
Así está descrito en las propias declaraciones patrimoniales de las mujeres y hombres que están a cargo de las instituciones formadas durante las dos décadas pasadas para equilibrar a los tres poderes y que el presidente Andrés Manuel López Obrador tenía la intención de desaparecer en aras de su política de austeridad. Eso ya no ocurrirá. En su conferencia de la mañana del pasado 15 de febrero, el Ejecutivo admitió que durante su sexenio ya no hay tiempo para ello, pero sostuvo que buscará la reducción del presupuesto para algunos.
Pagados sus salarios con egresos aprobados por la Cámara de Diputadoscada año, la Ley General de Transparencia obliga a quienes dirigen los órganos autónomos a difundir una versión pública de su fortuna en “los medios electrónicos” disponibles según sus facultades. El documento debe reflejarse después en la Plataforma Nacional de Transparencia (PNT).
Como ocurre en la administración pública federal, la opacidad ronda en el estilo de declarar estos patrimonios. Algunos de los funcionarios al frente de órganos autónomos pusieron candados en los valores de sus ahorros, no hicieron público si poseen casas o automóviles con el argumento de que están a nombre de cónyuges o dependientes económicos o, de plano, su patrimonio está bajo la completa confidencialidad, de acuerdo con una revisión de Reporte Índigo.
La Ley General de Transparencia obliga a quienes dirigen los órganos autónomos a difundir una versión pública de su fortuna, el documento debe reflejarse después en la Plataforma Nacional de Transparencia
Percepciones mayores que las del Presidente en los órganos autónomos
Los salarios brutos de quienes dirigen los órganos autónomos suman un millón 869 mil 672 pesos al mes. En promedio, superan 1.2 veces al del Presidente que es de 167 mil 617 pesos.
Pero además, por lo menos el año pasado, al salario de siete de los nueve titulares de los órganos autónomos se sumaron percepciones extra por arrendamiento o venta de bienes, así como de servicios profesionales, lo que aumentó su ingreso con respecto al del Presidente Andrés Manuel López Obrador.
Según su declaración patrimonial, el Ejecutivo ingresó un millón 628 mil 717 pesos en 2021 sólo por su cargo público. Por su parte, Graciela Márquez Colín, presidenta del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), quien vendió un bien inmueble, percibió 5.7 veces más que el Presidente. Lorenzo Córdova Vianello, consejero presidente del Instituto Nacional Electoral (INE), quien arrendó y tuvo una devolución del Sistema de Administración Tributaria, lo superó 1.8 veces.
Brenda Gisela Hernández Ramírez, comisionada presidenta por vacancia de la Comisión Federal de Competencia (Cofece) prestó servicios profesionales y arrendó una propiedad, y su ingreso fue 1.7 veces más. Y Blanca Lilia Ibarra Cadena, comisionada presidenta del INAI, quien también enajenó un bien, tuvo 1.1 veces más dinero que el Primer Mandatario.
También están quienes aun cuando no tuvieron trabajos extra, percibieron más dinero que el Presidente. Sólo con su cargo público, Victoria Rodríguez Ceja, Gobernadora del Banco de México (Banxico), lo superó 1.8 veces. En el mismo caso puede estar Alejandro Gertz Manero, fiscal general de la República, quien sólo con su salario tuvo 1.2 veces más dinero que el Presidente, aunque sus declaraciones no brindan datos más allá de su historial académico y político.
El ingreso de Javier Juárez Mojica, comisionado presidente en suplencia por vacancia del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), fue mayor 1.1 veces.
No todos tuvieron percepciones mayores a las del Primer Mandatario. José Nabor Cruz Marcelo, secretario del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) y María del Rosario Piedra, presidenta de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), percibieron menos.
Cruz Pérez Cuéllar toma control de la AALMAC en Chihuahua: ¿municipalismo progresista o plataforma electoral?
En plena recta final de su administración y en medio de especulaciones sobre su futuro político, el alcalde de Ciudad Juárez, Cruz Pérez Cuéllar, asumió este viernes la coordinación estatal de la Asociación de Autoridades Locales de México A.C. (AALMAC) en Chihuahua. El acto, realizado en un evento oficial con presencia de representantes municipales de todo el estado, marca un nuevo escalón en la proyección regional del edil fronterizo.
Con más de 25 años de existencia y más de mil gobiernos locales afiliados, la AALMAC se define como la voz del municipalismo progresista en México. Pero más allá del discurso, la organización ha servido en los hechos como plataforma de articulación política entre alcaldes de izquierda —especialmente de Morena—, con el objetivo de ganar peso frente a los gobiernos estatales y federales, negociar presupuestos y empujar reformas legislativas.
Durante la toma de protesta, se presentó la Coordinadora Estatal de la AALMAC en Chihuahua, que según sus promotores buscará ser un espacio de diálogo y colaboración para enfrentar problemáticas comunes como seguridad, infraestructura y servicios públicos. Nada que no se haya dicho antes en cada cumbre municipalista… pero con un giro: esta vez, con Pérez Cuéllar al mando.
El edil juarense, que también funge como vicepresidente nacional de la asociación, no perdió la oportunidad para enviar un mensaje de ambición política disfrazado de visión regional. “Los desafíos más urgentes del país también se enfrentan desde los municipios”, dijo, dejando claro que, aunque sus facultades son locales, su mirada está más allá de la frontera de Ciudad Juárez.
Entre los logros que presume la AALMAC están las compras consolidadas, inversiones en plantas de tratamiento, rellenos sanitarios y reformas legislativas que —según ellos— han impactado positivamente a los municipios. Sin embargo, fuera del círculo político, muchos de estos avances son poco visibles para la ciudadanía, y en algunos casos, apenas en etapa de promesa.
En contexto electoral, el ascenso de Pérez Cuéllar como coordinador estatal de esta organización no pasa desapercibido. Con las elecciones de 2027 en el horizonte y una creciente exposición nacional, el movimiento no solo fortalece su liderazgo entre alcaldes de Morena, sino que lo posiciona como un actor clave dentro del reacomodo de poder en Chihuahua.
La pregunta es clara: ¿la AALMAC en el estado será un verdadero motor de coordinación municipal o una plataforma más para la promoción de figuras políticas? Mientras los municipios siguen enfrentando carencias en seguridad, agua, basura y servicios públicos, las respuestas deberán ir más allá de los discursos. Y rápido.
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