Con la finalidad de contar con una reserva natural y un centro para las artes, la cultura y el conocimiento sobre el medio ambiente, el presidente Andrés Manuel López Obrador, firmó un decreto para que las Islas Marías dejen de ser una prisión.
El mandatario explicó que esta medida aplicada a este centro penitenciario de 113 años tiene la intención de acabar con un modelo de castigo violatorio de derechos humanos, pues esto hizo de Islas Marías “un penal infame”.
Aseguró que el espacio ahora será destinado, principalmente, a niños y jóvenes, ya que en este lugar se realizarán distintas actividades con una visión cultural, artística y del cuidado del medio ambiente.
«Hablé con todos para informarles que la isla ya no va a ser una prisión y les expliqué cómo va a ser el tratamiento de los internos, los trabajadores, para quienes viven allí… y al final hubo aplausos y no fue mal vista la decisión. Va a ser una isla para la libertad, la recreación y el disfrute y amor a la naturaleza», aseveró.
Para lograr esto, López Obrador informó que de los 656 reclusos en la prisión de Islas Marías, 200 serán liberados “porque ya cumplen con lo que establece la ley” y el resto será trasladado a otras prisiones, incluso no descartó una reducción de penas.
En lo que respecta a los trabajadores, precisó en conferencia en Palacio Nacional que también serán reubicados en penales y cárceles cercanas a sus domicilios.