Sigue la polémica con el registro de ubicación no autorizado por parte de Google: hoy se ha hecho público que le ha sido impuesta a la compañía una demanda federal por invasión a la privacidad. Más concretamente, el demandante ha sido Napolean Patcsil, residente de San Diego, y ha acusado a Google de almacenar información relacionada con la ubicación del dispositivo «en contra del expreso deseo de los usuarios».
Una investigación ha confirmado que el gigante tecnológico sigue rastreando tus pasos desde aplicaciones como Google Maps pese ha haber deshabilitado el Historial de Ubicaciones.
Esto violaría las leyes de California y, por lo tanto, no sería de extrañar que pronto nos encontremos ante una creciente lista de demandas. Fue hace una semana cuando salió a la luz que la compañía rastreaba la ubicación de los usuarios aún cuando estos desactivaban expresamente la característica de «rastrear ubicación». De esta forma, Google tenía constancia de los movimientos de los usuarios de miles de millones de dispositivos Android y iPhone.
La información fue confirmada por investigadores informáticos de la universidad de Princeton a petición de Associated Press. «Desde Google informan al usuario a través de su sistema operativo y ciertas aplicaciones que la activación de algunos ajustes prevendrían el seguimiento de la geolocalización de dichos usuarios. Esta información es completamente falsa.», reza la demanda de Napolean Patacsil.
El demandante continúa afirmando que «pese a los intentos de los usuarios por proteger la privacidad de su ubicación, Google reúne y almacena dicha información, invadiendo las expectativas de privacidad de los usuarios. Esto contradice de pleno la información que Google provee a sus usuarios sobre cómo pueden configurar los productos de la compañía para prevenir estas escandalosas violaciones». Y es que solo seguir ciertos pasos, no especificados por la compañía, permite evitar totalmente que la compañía siga almacenando dicha información.
En la demanda se destaca que Google ha violado la ley de invasión de privacidad y el derecho constitucional a la privacidad del estado de California. Se exige, además, que Google ponga fin a sus prácticas de seguimiento y almacenaje de datos y, además, destruyan toda la información obtenida de forma ilícita hasta el momento. Desde Google, por el momento, no se han pronunciado al respecto. Continúa una polémica que, habiéndose dado hoy el primer paso, podría seguir creciendo en los próximos días.
Fuente: Hipertextual