El ministro de Exteriores de China, Wang Yi, declaró este viernes durante una videoconferencia con los representantes del Consejo de Relaciones Exteriores de EE.UU. que las reglas establecidas por algunos países occidentales no pueden convertirse en normas «universales» para todo el mundo.
«Algunas personas en EE.UU. han expresado repetidamente su deseo de fortalecer ‘un orden internacional basado en reglas’. Pero la pregunta es cuáles son las reglas, quién las estableció«, dijo el canciller.
«Si estas son reglas establecidas solo por algunos países occidentales, entonces estas reglas son establecidas por solo el 12 % de las personas del mundo y no pueden convertirse en reglas universales para todos los países», señaló Wang, subrayando que China «se adhiere al sistema de relaciones internacionales con el papel central de la ONU y un orden mundial basado en el derecho internacional».
Al mismo tiempo, Wang indicó que actualmente las tensiones entre Pekín y Washington se presentan como una «confrontación entre democracia y autoritarismo». «Sin embargo, democracia no es Coca-Cola, donde EE.UU. produce el jarabe original y todo el mundo sabe igual. Si solo hay un modelo y una cultura en la Tierra, el mundo perderá su vitalidad y sus posibilidades de supervivencia», aseveró el ministro.
«La intervención en los asuntos internos de otros países bajo el lema de la democracia y la protección de los derechos humanos […] solo causará disturbios e incluso desastres», adelantó Wang. Según el canciller, los problemas mundiales deben resolverse de manera tolerante, teniendo en cuenta las diferencias entre los países y sus intereses nacionales.
«La paz en el planeta debe basarse en la diversidad de civilizaciones. […] Aunque China y EE.UU. tengan sistemas sociales diferentes, esto no nos impide buscar puntos en común mientras nos reservamos diferencias, logrando una cooperación de beneficio mutuo y coexistiendo pacíficamente», subrayó el canciller, que aseguró que Pekín «no está interesado en competir» con Washington.
«Las relaciones entre China y EE.UU. están nuevamente en una encrucijada. La clave está en si EE.UU. puede aceptar nuestro ascenso pacífico […] y si reconoce que los chinos también tienen derecho a buscar el desarrollo y una vida mejor. El futuro de las relaciones chino-estadounidenses está estrechamente relacionado con las respuestas de EE.UU. a estas dos preguntas», dijo Wang.
El ministro de Exteriores también presentó cinco sugerencias sobre cómo ver las relaciones entre las dos naciones desde una perspectiva estratégica:
- EE.UU. debe comprender y ver el desarrollo de China de manera objetiva y racional
- EE.UU. debe trabajar con China en un nuevo camino de coexistencia pacífica y cooperación de beneficio mutuo
- EE.UU. debe respetar y tolerar el camino y el sistema que China eligió de forma independiente
- EE.UU. debe practicar el multilateralismo en un sentido real
- EE.UU. no debe interferir en los asuntos internos de China.