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México

Demolerán sede de la SCT tras sismo

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La Secretaría de Comunicaciones y Transportes (STC) tendrá que abandonar el edificio que se ubica al sur de la ciudad, entre Avenida Universidad y Xola, debido a que sufrió daños estructurales por el sismo del pasado martes 19 de septiembre y tendrá que ser demolido. La empresa Dirac evalúa los daños y dará a conocer su dictamen en aproximadamente un mes.

Con la determinación, el personal que labora en la dependencia se cambiará a las oficinas que tiene en la zona contigua al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México. La mudanza es temporal pues reconstruirán las instalaciones tras la demolición: la sede se inclinó tres grados por el sismo. Fue construida hace 63 años y en él laboran 2 mil 500 empleados.

De acuerdo con los registros de inventario, existen más de 10 mil bienes dentro del inmueble, que incluyen mobiliario de oficina, computadoras, copiadoras y equipo de aire acondicionado.

También se incluyen 15 murales de los autores José Chávez Morado, Juan O’ Gorman, Arturo Estrada y Rosendo Soto, así como esculturas monumentales de los artistas Francisco Zúñiga y Rodrigo Arenas Betancourt, los cuales, dicen, no presentaron daños mayores.

La SCT indicó que dichos murales podrán ser rescatados con técnicas de «desprendimiento», en las cuales se separa la obra de la pared y permanece intacta para volver a montarse en otro sitio sin mayor daño.

En un plazo de 20 días hábiles darán a conocer el dictamen sobre las condiciones del edificio del Centro Nacional de la Secretaría de Comunicaciones y Transporte (SCT).

Notimex

México

Senado aprueba Ley General de Aguas en medio de acalorado debate y críticas de oposición

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El Senado mexicano aprobó este jueves, con 85 votos a favor y 36 en contra, el proyecto de decreto que expide la Ley General de Aguas y reforma diversas disposiciones de la Ley de Aguas Nacionales, en un contexto de creciente presión sobre los recursos hídricos del país por sequías, conflictos por concesiones, crecimiento urbano y alta demanda del sector agrícola.
La minuta fue remitida al Senado por la Cámara de Diputados, que la aprobó tras 24 horas de acaloradas discusiones. La iniciativa deriva de una propuesta de la presidenta Claudia Sheinbaum para regular el derecho humano al acceso, disposición y saneamiento del agua, así como priorizar su consumo humano y doméstico ante autorizaciones, permisos, concesiones y asignaciones del recurso.
El senador Óscar Cantón Zetina, de Morena, aseguró que el centro de este proyecto es la persona y no los grandes acaparadores de agua, pues se crea un trinomio virtuoso entre tierra, agua y gente. Afirmó que la legislación es la mayor aliada de los productores y campesinos de México, ya que elimina la visión mercantilista del agua y la regresa a su dueño legítimo, que es el pueblo de México.
La senadora del PAN, Verónica Rodríguez, señaló que esta reforma convierte el agua en un instrumento de manipulación política y electoral. Apuntó que le da al gobierno federal la posibilidad de decidir de manera discrecional quién mantiene su concesión, quién la pierde, a quién le reducen volúmenes de agua y a quién sí le permiten operar, lo que demuestra que es peligroso para la democracia, el campo, la seguridad alimentaria y las familias.
Carolina Viggiano, del PRI, advirtió que el proyecto no contó con estudios económicos ni presupuestales, no cuenta con análisis de impacto financiero y tampoco se asegura inversión para la infraestructura, operación ni vigilancia de los sistemas de agua. Además, señaló que no se consultó a los pueblos originarios.
Luis Donaldo Colosio, de Movimiento Ciudadano, indicó que los cambios abren la puerta a más control gubernamental sin contrapesos reales, a más trámites y a más incertidumbres para el campo mexicano. Afirmó que se concentran atribuciones en la Comisión Nacional del Agua sin reglas claras, crece el riesgo de arbitrariedad, corrupción, favoritismos y castigo político, además de que se crea incertidumbre en la asignación de derechos y volúmenes, lo que desincentiva la inversión, la tecnificación y frena proyectos.
La nueva Ley General de Aguas establece que las concesiones para el uso del vital líquido no podrán ser intercambiadas entre particulares, con la obligatoriedad de que sea la Conagua la que las distribuya de nuevo.
La discusión y aprobación en las Cámaras de Diputados y Senadores ocurre en un contexto donde el sector agrícola consume cerca del 75 por ciento del agua disponible para consumo en el país.

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