El hecho de que un avión estadounidense haya derribado un avión de combate sirio amenaza con involucrar aún más a Washington en la guerra siria.
Estados Unidos ya atacó a las fuerzas progubernamentales sirias en tierra después de que éstas entraron a una zona de exclusión diseñada para proteger al personal estadounidense que entrena y asesora a los rebeldes sirios cerca de la frontera con Irak.
Ahora, Washington está extendiendo la protección a las fuerzas que apoya que están involucradas en la ofensiva terrestre contra EI en Raqqa.
Estos pasos tácticos, inevitablemente podrían tener implicaciones estratégicas(no solo con Siria, sino) creando una fuente más de fricción entre Washington y Teherán.
El enfoque de Irán está en la región fronteriza entre Siria e Irak. La lucha para controlar este territorio crucial se está haciendo cada vez más peligrosa.
Los ataques con misiles de Irán contra lo que dice son blancos de EI, ponen de manifiesto la voluntad de Teherán para actuar en defensa de sus propios intereses dentro de Siria.
Es la primera vez que un avión de combate de la coalición dirigida por Estados Unidos, que está combatiendo en Siria contra el autodenominado Estados Islámico (EI), derriba una aeronave militar siria.
El hecho, tal como confirmó el Pentágono estadounidense, ocurrió en la provincia de Raqqa, en el norte de Siria.
Según el Pentágono, un caza bombardero SU-22 de Siria se vio involucrado en un combate con un F/A-18 Super Hornet estadounidense después de que el primero arrojó bombas cerca de las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), apoyadas por Estados Unidos.
Siria condenó lo que llamó «un ataque flagrante» que tendría «peligrosas repercusiones».
En otro incidente separado, la Guardia Revolucionaria de Irán informó que lanzó varios misiles desde Irán hacia el este de Siria, con el objetivo de atacar a combatientes del Estado Islámico.
El hecho de que un avión estadounidense haya derribado un avión de combate sirio amenaza con involucrar aún más a Washington en la guerra siria.
Estados Unidos ya atacó a las fuerzas progubernamentales sirias en tierra después de que éstas entraron a una zona de exclusión diseñada para proteger al personal estadounidense que entrena y asesora a los rebeldes sirios cerca de la frontera con Irak.
Ahora, Washington está extendiendo la protección a las fuerzas que apoya que están involucradas en la ofensiva terrestre contra EI en Raqqa.
Estos pasos tácticos, inevitablemente podrían tener implicaciones estratégicas(no solo con Siria, sino) creando una fuente más de fricción entre Washington y Teherán.
El enfoque de Irán está en la región fronteriza entre Siria e Irak. La lucha para controlar este territorio crucial se está haciendo cada vez más peligrosa.
Los ataques con misiles de Irán contra lo que dice son blancos de EI, ponen de manifiesto la voluntad de Teherán para actuar en defensa de sus propios intereses dentro de Siria.
«Muestra de fuerza»
El incidente del avión SU-22 ocurrió el domingo cerca de la población de Tabqa, donde las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS) han estado combatiendo a los militantes de EI como parte de la estrategia para recuperar la ciudad de Raqqa, el bastión de EI en el oriente del país.
Se cree que este es el primer combate aire-aire de un avión estadounidense con un avión tripulado desde la campaña militar de Kosovo en 1999.
El Pentágono afirma que los combatientes progubernamentales atacaron las unidades de las FDS expulsándolas de la ciudad de Ja’Din.
Las fuerzas progubernamentales sirias no están combatiendo en la batalla contra EI en Raqqa, pero han estado ganando terreno contra los yihadistas en el área que rodea a la ciudad.
La coalición dirigida por Estados Unidos condujo lo que el Pentágono dijo era «una muestra de fuerza» de los aviones progubernamentales para detener el ataque y después llamaron al aliado del gobierno sirio, Rusia, para tratar «de reducir la intensidad de la situación y detener los disparos».
Sin embargo, el SU-22 dejó caer bombas contra las posiciones de las FDS pocas horas más tarde, agregó el Pentágono. Y «de acuerdo con las normas para entablar combates y como autodefensa colectiva de las fuerzas de la coalición (el avión) fue inmediatamente derribado».
Los intentos para advertir al avión que se retirara usando una frecuencia de radio de emergencia, fracasaron, dijo el Comando Central de Estados Unidos.
Campos de detención: el terrible plan de Trump contra los migrantes
El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, volvió a encender las alarmas en el ámbito migratorio al adelantar un plan que, de concretarse, marcaría un giro radical en la política de deportaciones de Estados Unidos. Sus recientes declaraciones apuntan a la creación de un sistema masivo de detención y expulsión, respaldado por el ejército, lo que ya ha generado controversia entre expertos, activistas y políticos de todas las esferas.
Una emergencia nacional para deportaciones masivas
Trump, quien regresará a la Casa Blanca en 2025, reafirmó en la plataforma Truth Socialque su administración estaría preparada para declarar un estado de emergencia nacionalcon el objetivo de enfrentar lo que ha llamado «una invasión permitida por Joe Biden».
Esta declaración se suma a los comentarios de Tom Fitton, director de la organización conservadora Judicial Watch, quien sugirió que se utilizarían recursos militares para implementar un programa de expulsiones masivas. El expresidente respondió tajantemente: «¡Es verdad!».
El alcance de este plan incluye el despliegue de la Guardia Nacional y, si es necesario, tropas federales. «La Guardia Nacional debería ser capaz de encargarse de las deportaciones; si no, usaría el ejército», afirmó Trump en una entrevista con Time en abril.
Durante su presidencia, Trump endureció significativamente las políticas migratorias, pero sus nuevas propuestas revelan un nivel de agresividad sin precedentes. A esto se suma, la idea de establecer «campos de detención» en Texas, en donde se albergaría a los migrantes antes de ser deportados.
Texas ofrece tierras para la construcción de campos de detención masiva
La comisionada de la Oficina General de Tierras de Texas, Dawn Buckingham, ha propuesto una medida que podría convertirse en el primer paso hacia la creación de campos de detención en la frontera sur de Estados Unidos.
En una carta dirigida al presidente electo Donald Trump, Buckingham ofreció al gobierno 567 hectáreas de tierra ubicadas en el condado de Starr, cerca de Rio Grande City, para la construcción de instalacionesdestinadas a procesar, detener y deportar a migrantes de manera masiva.
Este terreno, que actualmente se utiliza para cultivos agrícolas como cebollas, canola y maíz, sería destinado a albergar campos de detención, una propuesta que ha generado gran controversia en medio del debate migratorio.
Buckingham destacó que la Oficina General de Tierras de Texas está lista para colaborar con el Departamento de Seguridad Nacional y otras agencias federales para hacer realidad este proyecto, el cual se alinea con los planes de Trump para reforzar las políticas de deportación y control fronterizo.
Sheinbaum reacciona a deportaciones masivas y campos de detención
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, expresó su desacuerdo con laspolíticas migratorias propuestas por Donald Trump, especialmente en relación con la posible deportación masiva de migrantes y la construcción de campos de detención en la frontera sur de Estados Unidos.
Durante su conferencia de prensa mañanera, Sheinbaum destacó que su gobierno no acepta que los migrantes sean tratados como criminales, subrayando que existen instituciones de justicia para abordar estos temas de manera adecuada.
«Primero, evidentemente no estamos de acuerdo en que se trate a los migrantes como criminales, para eso existen las instituciones de justicia en cualquier lugar del mundo», afirmó la mandataria, quien también enfatizó la relevancia de la contribución de los trabajadores mexicanos en Estados Unidos.
En este sentido, Sheinbaum detalló que su administración tiene cuantificados los beneficios que estos migrantes aportan al país vecino, tanto a nivel laboral como en términos de impuestos.
Como parte de las preparaciones para un posible cambio de administración en Estados Unidos, Sheinbaum informó que su gobierno trabaja en un plan para enfrentar la eventualidad de deportaciones, asegurando que, en caso de que se den, México está listo para recibir a los connacionales deportados.
«En caso de que hubiera deportaciones nosotros vamos a recibir a las y los mexicanos, tenemos un plan para ello, pero vamos a trabajar previo a ello que no tienen por qué deportarse a nuestros connacionales, que al contrario, benefician incluso la economía de Estados Unidos», añadió.
Además, la mandataria anunció que, en los próximos días, se celebrará una reunión con su gabinete para definir los temas clave que se tratarán con el equipo de Trump una vez que este asuma la presidencia, entre los que se incluyen la seguridad, el Tratado Comercial entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), así como cuestiones culturales y de amistad bilateral.