Ciudad de México.- El desabasto de dispositivos médicos en hospitales públicos, si bien es cada vez menor, no cede, y el panorama podría empeorar, ya que el peligro de que suban de precio está latente y la desorganización en el Gobierno para comprarlos continúa.
Los fabricantes de estos insumos no sólo sufren cada vez más para contener los precios de sus productos ante el alza de precios en la materia prima por efecto inflacionario, así como por mayores costos logísticos.
Además, enfrentarán la desorganización que se vive entre proveedores, operadores logístico y el Gobierno federal.
«En el segundo semestre de este año consideramos que el principal reto que tenemos es articular las relaciones que existen entre operadores logísticos, el Gobierno federal en su actual administración y la proveeduría.
«Lo que nos hace falta para abatir el desabasto en México tiene que ver con organización y planeación en las compras», consideró Carlos Alejandro Salazar, presidente de la Asociación Nacional de Proveedores para la Salud (ANAPS).
Resaltó que en la medida en que se pueda anticipar la demanda de insumos médicos para el sector público, se podrá planear mejor el requerimiento de materia prima.
Precisó que el porcentaje de efectividad en las licitaciones no supera el 40 por ciento.
México es uno de los principales productores y exportadores de dispositivos médicos, específicamente para soporte de vida (circuitos, productos respiratorios, catéteres, cánulas, etcétera).