Un equipo internacional de científicos ha descubierto en Kenia el enterramiento humano más antiguo conocido hasta ahora en África, comunicó este miércoles el Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH) de España, que participó en la investigación.
A pesar de albergar los signos más tempranos del ‘Homo sapiens’, las primeras evidencias de enterramientos en África son escasas y, a menudo, ambiguas. Por eso, se sabe poco sobre el origen y el desarrollo de las prácticas mortuorias en el continente del nacimiento de nuestra especie.
Sin embargo, el hallazgo de un niño de 3 años, enterrado hace 78.000 años en la cueva arqueológica de Panga ya Saidi, está cambiando esta situación, revelando cómo las poblaciones de la Edad de Piedra Media –que comenzó hace unos 280.000 años y terminó hace unos 50–25.000 años– interactuaban con los muertos, indicaron los investigadores en un reciente estudio, publicado en la revista Nature.
«En cuanto visitamos Panga ya Saidi por primera vez, supimos que era especial», detalló Nicole Boivin, investigadora principal y directora del Departamento de Arqueología del Instituto Max Planck para la Ciencia de la Historia Humana (MPI-SHH) de Alemania. «El yacimiento es verdaderamente único. Las sucesivas temporadas de excavación en Panga ya Saidi lo sitúan como un yacimiento clave en la costa del este de África, con un registro extraordinario de 78.000 años de actividades culturales, tecnológicas y simbólicas», añadió.
Como los enterramientos posteriores de la Edad de Piedra en África también incluyen a personas jóvenes, los científicos llegaron a la conclusión de que en este período de la prehistoria existía un tratamiento especial de los cuerpos de los niños. Michael Petraglia, investigadora del MPI-SHH, señaló que este enterramiento también muestra que «la inhumación de los muertos es una práctica cultural compartida por ‘Homo sapiens’ y neandertales». «Este hallazgo plantea nuevos interrogantes sobre el origen y la evolución de la cultura de la muerte en dos especies humanas estrechamente relacionadas, y en qué grado nuestro comportamiento y nuestras emociones eran diferentes», explicó.
Una investigación de más de 10 años
Aunque las excavaciones en Panga ya Saidi comenzaron en el 2010 y los primeros fragmentos de huesos del niño –bautizado por los arqueólogos como ‘Mtoto’, por la palabra en el idioma suajili? que significa ‘niño’– fueron hallados en el 2013, no sería hasta el 2017 cuando la cavidad en la que se encontraban los restos, a unos 3 metros por debajo del suelo actual de la cueva, quedó completamente expuesta.
«En ese momento, no estábamos seguros de qué habíamos encontrado. Los huesos eran demasiado delicados para estudiarlos in situ», apuntó Emmanuel Ndiema, investigadora de los Museos Nacionales de Kenia. «Estábamos entusiasmados con el hallazgo, pero pasaría un tiempo antes de que comprendiéramos su importancia», explicó.
Jorge González / Elena Santos
Todo el bloque de sedimento, que contenía huesos frágiles y muy degradados, fue estabilizado y escayolado en campo y luego enviado al CENIEH en Burgos, para su excavación y análisis. «Comenzaron a perfilarse partes del cráneo y la cara, con la articulación intacta de la mandíbula y algunos dientes cuya raíz aún no se había formado», detalló la paleoantropóloga y directora del CENIEH, María Martinón-Torres. «La articulación de la columna vertebral y las costillas también se conservaba, e incluso se mantenía la curvatura de la caja torácica. Todo esto apuntaba a que se trataba de un enterramiento deliberado y que la descomposición del cuerpo había ocurrido en la misma cavidad en la que se habían hallado los huesos», agregó.
Mientras, la datación por luminiscencia situó a ‘Mtoto’ hace 78.000 años, lo que lo convierte en el enterramiento humano más antiguo conocido en África. Sin embargo, en Eurasia existen evidencias funerarias de neandertales y humanos modernos más antiguas, que se remontan a hace 120.000 años e incluyen adultos y una proporción importante de niños y jóvenes.
El Papa León XIV encabezó este 12 de diciembre la misa en honor a la Virgen de Guadalupe en la Basílica de San Pedro, en el Vaticano, donde elevó una oración para pedir su intercesión a favor de los jóvenes, a fin de que sean protegidos de las amenazas del crimen, las adicciones y una vida carente de sentido.
Durante su mensaje, el pontífice solicitó a la Virgen acompañar a las nuevas generaciones para que encuentren en Cristo la fortaleza necesaria para elegir el bien y mantenerse firmes en la fe, aun frente a presiones externas. En ese contexto, pidió que sean apartados de la violencia, las drogas y de caminos que los conduzcan a la pérdida de valores y propósito.
En su homilía, el líder de la Iglesia católica también exhortó a que la figura de la Virgen de Guadalupe inspire a las naciones a rechazar la división y la polarización. Señaló la importancia de no permitir que el odio, la mentira o el uso del poder como instrumento de dominio definan la historia de los pueblos.
Asimismo, destacó que la Virgen de Guadalupe ha sido, a lo largo del tiempo, un símbolo de consuelo, esperanza y unidad para el continente americano, subrayando su relevancia espiritual y cultural para millones de personas.
Como parte de las actividades realizadas en esta fecha, el Papa León XIV sostuvo una llamada telefónica con la presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo. De acuerdo con la información difundida, la mandataria reiteró la invitación para que el pontífice realice una visita al país durante su pontificado.
El Papa ya había manifestado con anterioridad su interés en viajar a América Latina, incluyendo países como México, Perú, Uruguay y Argentina. En diversas ocasiones ha expresado también su deseo de acudir personalmente a la Basílica de Guadalupe. No obstante, precisó que su agenda actual aún no le permite definir una fecha concreta para una eventual visita.
La celebración concluyó sin que se anunciara un calendario oficial de viajes, mientras el Vaticano mantiene abiertas las posibilidades de futuras giras pastorales en la región.