Al presentar su plan de gobierno para combatir el robo de combustible, el presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró que desde hace tres sexenios se sabía de este delito, el cual “ha ido creciendo sin que se haga nada”.
En conferencia, el mandatario aseveró que fue entre el los años 2000 y 2003 en que se aceptó, de manera oficial, el robo de hidrocarburo, el cual oscilaba entre los 12 mil millones de pesos de pérdidas, monto que ha aumentado y ahora es de más de 60 mil millones de pesos.
Por este motivo anunció que su administración implementará un plan para hacer frente a este delito y en el que participan 15 dependencias, incluyendo a la Secretaría de la Defensa Nacional y a la Marina-Armada de México, las cuales desplegarán a cuatro mil efectivos para resguardar instalaciones de Pemex.
“Consideramos que se trata de un plan estratégico necesario, urgente por lo que implica en cuanto a fuga de dinero público. Es un robo a bienes de la nación a recursos públicos y a dinero de todos los mexicanos”, dijo.
Detalló que sólo el año pasado se robaron 600 pipas diarias de 15 mil litros cada una, acciones en las que ha habido participación de personas ajenas a Pemex, así como funcionarios de ésta.
“¡Cómo se distribuyen más de mil pipas diariamente? Hay la hipótesis de que de todo el robo sólo el 20% se da con la ordeña de ductos, que es una especie de pantalla, que la mayor parte tiene que ver con un plan que se opera con la complicidad de autoridades y con una red de distribución. Son huachicoleros de abajo y de arriba”, comentó.