Debido a que la economía mundial se ha debilitado, lograr el objetivo de crear trabajos es más complicado, lo que provocó un crecimiento en el desempleo en 2015, por lo que se prevé que el número de desocupados crezca en este y el siguiente año, intensificando con ello el malestar social en todo el mundo.
Esa es la conclusión de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en el resumen de su informe “Perspectivas laborales y sociales del mundo. Tendencias 2016”, en donde reveló que el número de desempleados en 2015 alcanzó 197.1 millones a nivel mundial, casi un millón más que en 2014 y 27 millones más que en años anteriores a la crisis que vive el mundo.
Esta situación se presentó tanto en países emergentes y en desarrollo, es decir, con un alto nivel de pobreza, en particular los asiáticos, árabes y latinoamericanos, cuya situación económica ha empeorado en los últimos meses, indicó la OIT.
“En las economías emergentes el tamaño de la clase media aumentó de 36% del total de la población en 2011 a casi 40% en 2015. En los próximos años se prevé que esta tendencia hacia el incremento de la clase media disminuya o se acabe”, indicó.
Ante tal situación, el informe apunta a nuevos riesgos de malestar social, asociados con un menor crecimiento de las economías emergentes y en desarrollo. En estos países, el crecimiento más lento y una menor posibilidad de acceso al nivel de vida de la clase media pueden alimentar el malestar social.
En 2015, alrededor de 327 millones de trabajadores vivían en situación de pobreza extrema y 967 millones en situación de pobreza moderada o casi moderada.
Para la OIT, “es especialmente importante reforzar las instituciones del mercado de trabajo y tener unos sistemas de protección social bien diseñados, con el fin de evitar nuevos aumentos del desempleo de larga duración, del subempleo y de la pobreza en el empleo”, agregó.
En síntesis, indicó, hacer del trabajo decoroso un pilar de la estrategia política de los países para aliviar la crisis del empleo y mejorar las diferencias sociales.
Mientras tanto, en 2016 el número de desempleados a nivel mundial se incrementará en 2.3 millones y, en 2017, en 1.1 millones.
“En otras palabras, se prevé que el número de desempleados en países emergentes y en desarrollo crezca durante estos dos años. Parte de dicho incremento se verá compensado por la mejora continua en las economías desarrolladas, donde se prevé en los próximos dos años una caída del desempleo en 1.4 millones”, señaló.
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