Los angoleños votaron este miércoles en unas elecciones parlamentarias tras las que se espera que el ministro de Defensa del partido gobernante se convierta en nuevo líder del segundo mayor productor de petróleo de África, tras 38 años con José Eduardo dos Santos como presidente.
Si ganase João Lourenço, que prometió impulsar el crecimiento y luchar contra la corrupción, heredaría una economía en recesión mientras la creciente desigualdad, elevada inflación y alto desempleo presionan a los angoleños de clase baja que poco se beneficiaron de las décadas de boom petrolero.
Se espera que el Movimiento Popular de Liberación de Angola (MPLA) continúe en el poder, pero con una mayoría más reducida que antes. Aunque su respaldo ha disminuido por el amiguismo político, muchos angoleños se mantienen fieles al partido que emergió vencedor en 2002 tras 27 años de guerra civil.
«He estado siguiendo al partido (MPLA) toda mi vida. Crecí con él», dijo Telma Francisco, de 33 años, a la salida de un centro electoral en la capital. «Los demás partidos no tienen capacidad para gobernar», añadió Francisco.
Lourenço, un hombre tranquilo más acostumbrado a los cuarteles militares y a la intimidad de la política que a ser el centro de las atenciones, votó en la universidad de Luanda a las 9 de la mañana.
Se han suscitado dudas acerca de cuánto poder Lourenço, de 63 años, tendrá si gana, ya que el veterano José Eduardo dos Santos, de 74 años, continuará liderando el MPLA y podría continuar teniendo una influencia aplastante en la toma de decisiones.