Una granja en Escocia fue puesta en cuarentena después que se detectó un caso de encefalopatía espongiforme bovina, también conocida como enfermedad de las «vacas locas», el primer caso en 10 años.
La enfermedad se puede transmitir a los seres humanos a través del consumo de carne infectada, en particular de los tejidos nerviosos. En la variante humana es conocida como enfermedad de Creutzfeldt-Jakob.
El primer caso apareció en Reino Unido en 1985 y una década después se detectaron los primeros casos en humanos. En total han muerto 170 personas desde 1996 en Reino Unido, que fueron infectadas con carne contaminada, de acuerdo con cifras oficiales.
Tanto en reses como en humanos, la enfermedad es incurable, progresiva y mortal, por lo que en el caso del ganado las autoridades de la Agencia de Salud Animal estudia cómo se infectó el animal.
El caso en Escocia fue identificado como parte de una prueba de rutina y las autoridades aseguran que no entró a la cadena alimenticia.
La granja se encuentra en cuarentena, mientras que las autoridades identifican la procedencia de la enfermedad.
El gobierno escocés aseguró que es un procedimiento estándar “y no representa una amenaza a la salud humana”.
“Si bien es muy pronto para saber de dónde proviene la enfermedad, su detección es prueba de que nuestro sistema de vigilancia sirve”, aseguró la veterinaria en jefe del gobierno escocés, Sheila Voas.
Durante la epidemia de la década de 1990 en Reino Unido, más de 180 mil animales estaban infectados y 4.4 millones tuvieron que ser sacrificados como parte del programa de erradicación del mal de las «vacas locas», una noticia que dio la vuelta al mundo en su oportunidad.