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Resto del mundo

Detectan un síntoma de covid-19 que solo es característico para los vacunados

Aunque estornudar no se considera normalmente un síntoma característico de covid-19, hacerlo más de lo habitual puede apuntar a la infección por coronavirus en el caso de las personas que ya han sido vacunadas. Así lo sugieren los datos de un gran estudio realizado por la compañía ZOE y el King’s College London, que involucra a unos 4 millones de personas de todo el mundo.

Los autores recuerdan que, aunque las vacunas anticovid ayudan a controlar la pandemia, ninguna proporciona una protección del 100 % contra el virus.

En este sentido, destacan que, si bien los principales síntomas como la pérdida del olfato, tos, fiebre, dolores de cabeza y fatiga siguen siendo importantes, se ha descubierto que estornudar mucho es «un signo de infección más común en las personas vacunadas».

Hacerse una prueba y aislarse

«Curiosamente, nuestros datos muestran que las personas que habían sido vacunadas y luego dieron positivo por covid-19 eran más propensas a reportar estornudos como síntoma en comparación con aquellas que no habían recibido un antídoto», señalan los investigadores, añadiendo que esto sugiere que «estornudar mucho sin explicación» después de haber sido inoculado podría ser un signo de coronavirus.

Por lo tanto, si ha sido vacunado y comienza a estornudar con más frecuencia de lo normal sin una explicación, debe hacerse una prueba de covid-19 y aislarse, indican los autores.

Además, como estornudar es «una forma clave de propagación de virus», recuerdan cubrirse con un pañuelo de papel o la parte interior de su codo si tose y estornuda «para minimizar la propagación de las gotitas», así como evitar tocarse los ojos, la nariz y la boca hasta que se lave las manos.

Deportes

Escándalo en el Giro de Italia: investigan a ciclista por presunto “contrato a cambio de ayuda” que afectó al mexicano Isaac del Toro

El Giro de Italia 2025 no terminó en la meta de Roma. Días después de la victoria final de Simon Yates, la Unión Ciclista Internacional (UCI) ha abierto una investigación que podría cambiar el rumbo de varios protagonistas, luego de que saliera a la luz un presunto acuerdo irregular que habría influido en la decisiva etapa 20 y perjudicado directamente al mexicano Isaac del Toro, quien lideró la carrera durante 12 días consecutivos.

La investigación se centra en Dries de Bondt, corredor del Decathlon-AG2R La Mondiale, y el equipo EF Education-EasyPost, donde milita el ecuatoriano Richard Carapaz. Según reveló el propio De Bondt en una entrevista con el portal neerlandés Wielerflits, durante la exigente etapa del Colle delle Finestre —crucial para el desenlace de la carrera— decidió colaborar con Carapaz sin que existiera una justificación deportiva aparente. ¿La razón? Una promesa no oficial de que esto podría abrirle las puertas a un contrato con EF para la temporada 2026.

“Todavía no he recibido ninguna aclaración de mi equipo sobre si podré quedarme en 2026. Así que me pareció buena idea promocionarme durante el Giro”, declaró el ciclista belga, sin mostrar mayor preocupación por las implicaciones éticas de su decisión. “Me preguntaron mucho por qué lo hice. Y era justo lo que quería, porque dejaba claro a todos que estoy disponible”.

De Bondt relató que un director deportivo del EF-EasyPost le sugirió informalmente que, si ayudaba a cambiar el resultado final del Giro, “algo importante podría surgir”. Esa ayuda se materializó en pleno ascenso del Colle delle Finestre, donde trabajó en favor de Carapaz, rival directo de Del Toro por un lugar en el podio.

La UCI considera que este tipo de comportamientos, aunque no necesariamente ilegales bajo el reglamento actual, “ponen en tela de juicio la integridad de la competición”. En un comunicado, el organismo detalló que analiza el caso como un “intercambio de intereses” que podría constituir una violación a los principios de ética deportiva.

Isaac del Toro, quien portó la maglia rosa durante buena parte del Giro, cayó al segundo lugar general tras la escapada de Yates y el posterior ascenso en el que Carapaz logró asegurar el tercer puesto. Aunque el trabajo de De Bondt no fue determinante en el resultado final, sí generó un desequilibrio estratégico en la etapa más crítica de la carrera.

Más allá de las posiciones en el podio, este caso plantea interrogantes de fondo sobre los límites del comportamiento ético en el ciclismo profesional. Si bien es común que corredores de distintos equipos cooperen por conveniencia táctica en ciertos momentos, hacerlo bajo la promesa de un contrato futuro representa un cruce delicado entre estrategia y corrupción.

Hasta ahora, ni el EF Education-EasyPost ni Carapaz han emitido una postura oficial. La investigación de la UCI continúa en curso y podría derivar en sanciones para De Bondt, su equipo actual y, en su caso, para miembros del staff técnico del EF si se comprueba que existió una oferta explícita.

Mientras tanto, la polémica ensombrece la gesta deportiva de un Giro vibrante y pone sobre la mesa un debate necesario: ¿dónde termina la estrategia y comienza la falta de ética en el deporte de alto nivel?

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