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Día de la Enfermera 2020, festejo en medio de la pandemia

«La enfermería es el corazón de los hospitales”, relata la enfermera Gabriela Luna Chávez, que actualmente se encuentra en la primera línea de atención a pacientes con COVID-19 en México, y quien comparte cómo le gustaría ser festejada este 12 de mayo, Día Internacional de la Enfermería 2020.

Gabriela, quien es parte del cuerpo de enfermería de la unidad de urgencias del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER), cree que la mejor forma de celebrar este día es siendo empáticos con todo el personal de salud.

La mejor forma de celebrar es siendo empáticos con nosotros, tratar de pensar en todo lo que vivimos nosotros en una jornada laboral, saber que los pacientes que están ahí adentro, aunque no sean de nuestra familia nos preocupan, saber que queremos lo mejor para ellos, que si nos arriesgamos día a día es por ellos y por verlos bien”. Gabriela Luna Chávez, enfermera.

Para Luna Chávez,las enfermeras son fundamentales en el trabajo dentro de un nosocomio pues son ellas quienes están al pendiente de los pacientes, ejercen los tratamientos indicados por los médicos y se adentran en la vida de los enfermos para saber si existe alguna situación psicológica o emocional que afecte su estado de salud.

Las enfermeras nos ganamos la confianza del paciente para que nos diga ‘sabe qué señorita es que me duele la cabeza porque fíjese que dejé tal problema, porque no tengo para pagar el hospital, porque mi hijo tiene semanas que no viene a verme o sea todas esas cosas personales que muchas veces el médico no está enterado”. Gabriela Luna Chávez, enfermera.

Y agrega que en tiempos del coronavirus el trabajo de las enfermeras y enfermeros ha aumentado, y con él los riesgos que implica estar en la línea de fuego contra el coronavirus.

Entras al hospital y es como si entraras a otro mundo totalmente diferente. Desde que te estás cambiando y te pones tu equipo de protección personal, traer todo eso encima es bastante pesado porque sudas, te deshidratas, no puedes ir al baño, te lastiman los googles, te lastima el cubreboca, te sofocas, te mareas, te dan ganas de vomitar, sientes miedo, sientes muchísimo miedo de contagiarte”. Gabriela Luna Chávez, enfermera.

Ella como muchos otros, saben que aunque tengan hambre, sueño, sed o miedo, no pueden salir o faltar porque son vidas las que dependen de ellas y ellos.

Foto: Facebook

La enfermería: una «profesión subestimada»
Gabriela opina que su profesión es subestimada y no se le da el valor que debiera.

Siempre se le tiene mucho mayor reconocimiento a la labor del médico que a la de la enfermera porque se piensa que las enfermeras nada más hacemos curaciones, ponemos sueritos, nada más pasamos el cómodo o nada más estamos ahí como ayudantes del médico y no, son muchísimas cosas más las que hacemos”. Gabriela Luna Chávez, enfermera.

Para esta enfermera todo el personal de salud es importante porque en conjunto forman un equipo multidisciplinario, que no estaría completo si alguno de sus miembros faltara.

Aquí no hay mejores ni peores, creo que nos complementamos mutuamente y aunque estamos en el área de la salud, tanto médicos como enfermeras, hacemos diferentes cosas, el médico diagnostica, nosotros como enfermería cuidamos”. Gabriela Luna Chávez, enfermera.

Foto: Facebook

La enfermería como «ciencia y arte»
La profesional de la salud considera que su profesión es una ciencia, al mismo tiempo que un arte, porque además de realizar procedimientos, las enfermeras y enfermeros deben tener siempre presente la parte humana en su labor.

La enfermería es ciencia porque todos los procedimientos que nosotros hacemos tienen una base científica, pero también es arte porque nosotros nos encargamos de ver al ser humano como un ser psicosocial, no solamente nos vamos por la parte de las patologías sino por la parte de la salud, del estado socioeconómico, del entorno familiar, del entorno social”. Gabriela Luna Chávez, enfermera.

Por ello, además de estar capacitada para administrar medicamentos, colocar sondas, sueros, y catéteres, está convencida que para ser enfermera se necesita mucha dedicación.

Para ser enfermera se necesita mucho amor hacia la otra persona independientemente de que la conozcas o no, se necesita mucha calidez, mucho sentido humano, empatía, responsabilidad y estar muy consciente de que nosotros trabajamos con vidas”. Gabriela Luna Chávez, enfermera.

Opinión

León XIV: Entre Herencia y Esperanza. Por Caleb Ordoñez Talavera

El pasado 8 de mayo de 2025, la Plaza de San Pedro volvió a rugir con fuerza: un nuevo Papa, un nuevo nombre, y un nuevo horizonte para la Iglesia Católica. Robert Francis Prevost, estadounidense con alma latinoamericana, elegido como León XIV, asumió el timón de una institución milenaria que vive uno de sus momentos más complejos y decisivos.

Caleb Ordoñez T.

Caleb Ordoñez T.

Con 69 años y una historia de servicio en Perú y otros países del continente, León XIV hereda tanto la fuerza reformadora de su antecesor como las tensiones no resueltas que convulsionan los cimientos del Vaticano. Los desafíos son múltiples y profundos, pero también ofrecen la oportunidad de renovar la confianza y el sentido de pertenencia en millones de fieles en el mundo. Apuntémoslos, uno por uno.

Una Iglesia católica dividida.

El pontificado de Francisco dejó importantes avances, pero también sembró tensiones internas entre sectores progresistas y conservadores. La polarización no es nueva, pero ha ganado intensidad, especialmente en temas como el celibato, la diversidad sexual, y el papel de las mujeres. León XIV deberá actuar como un gran equilibrista: firme en convicciones, pero abierto al diálogo; pastor cercano, pero líder con autoridad.

Mantener la unidad sin sofocar el debate interno será clave. La religión católica no puede permitirse un cisma silencioso. León XIV debe tender puentes entre tradiciones y modernidad, entre las voces que claman por apertura y las que defienden la ortodoxia. Su perfil pastoral y su cercanía con América Latina podrían ser su mejor carta para lograrlo.

Crisis económica: Finanzas al Límite.

Uno de los retos más urgentes es la crisis económica que atraviesa el Vaticano. La caída estrepitosa de donativos, el déficit presupuestal que ronda los 30 millones de euros anuales y la pesada carga de sueldos y pensiones para miles de empleados son señales de alarma. León XIV no solo necesita recortar gastos con sensatez, sino también encontrar nuevas formas de financiamiento ético, sin comprometer la esencia espiritual del Vaticano.

La transparencia financiera y la gestión eficiente no son asuntos secundarios: son condiciones necesarias para recuperar la credibilidad y garantizar la sostenibilidad de las obras sociales, misiones y proyectos educativos que sostienen millones de vidas.

El Papel de la Mujer

Aunque se han dado pasos hacia una mayor participación de la mujer en la Iglesia, la brecha sigue siendo enorme. Las mujeres sostienen gran parte del trabajo pastoral, educativo y social del catolicismo, pero siguen excluidas de la toma de decisiones de mayor nivel.

León XIV tiene la oportunidad —y la obligación moral— de abrir un diálogo sincero y concreto sobre el acceso de las mujeres a ministerios más amplios, incluidos aquellos roles que hoy están reservados solo para varones. No se trata solo de equidad, sino de reconocer con justicia el rostro femenino de la fe.

Abusos Sexuales: Justicia Sin Excusas.

La herida de los abusos sexuales sigue abierta. Aunque se han adoptado protocolos y se han hecho avances, aún hay diócesis que actúan con opacidad o lentitud. León XIV deberá liderar con determinación un proceso de limpieza profunda: no más encubrimientos, no más silencios.

El mundo espera una Iglesia sin miedo a la verdad, que escuche a las víctimas, que repare con justicia y que garantice que nunca más el poder religioso sirva como escudo para la impunidad.

Una Voz de Paz en un Mundo en Guerra.

El nuevo Papa también enfrenta un mundo convulso: conflictos armados, crisis migratorias, cambio climático y una creciente indiferencia espiritual. León XIV ha empezado su pontificado con un llamado a la paz y al encuentro entre pueblos. No es casual: su experiencia misionera, su contacto con comunidades marginadas y su carácter conciliador le dan autoridad moral para convertirse en una voz de paz con peso geopolítico.

Frente al avance del individualismo, el cinismo y el fanatismo, León XIV puede volver a hacer de la Iglesia una plataforma de escucha, mediación y servicio.

Un Papa con el Reto de Conectar

En un mundo que ya no cree fácilmente en las instituciones, León XIV tendrá que hacer lo que Francisco inició: bajar del trono, caminar entre la gente, hablar su idioma, y ofrecer respuestas reales. La Iglesia no puede ser solo una voz moral; debe ser un testimonio de esperanza concreta.

Su pontificado apenas comienza, pero los pasos que dé en estos primeros meses marcarán el tono de su legado.  (Y una caída cada vez más aguda de católicos) ¿Será León XIV el Papa que reconstruya los puentes rotos entre la fe católica y el mundo? Hay razones para creer que sí. Pero también muchas heridas que sanar, y estructuras que transformar.

La historia lo espera. Y millones de creyentes católicos también.

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