Hoy, 3 de mayo, es el Día de la Libertad de prensa, y en Chihuahua hay francamente poco qué celebrar. Comencemos con el artero ataque cibernético contra Segundo a Segundo, solamente por decir lo que a algunos funcionarios, políticos y candidatos les incomoda.
De igual manera es lamentable la persecución contra el joven candidato de Morena, Gabriel Ortega, quien fue vinculado a proceso por difundir información a través de sus redes sociales, gracias a un poco claro Artículo 333 del Código Penal del estado que castiga hasta con tres años de cárcel a quien publique imágenes, textos o audios “falsos o verdaderos” para su beneficio o para afectar a un tercero.
Pero estos no son dos casos aislados. La prensa de Chihuahua en general atraviesa por un momento difícil, pues aunque comunicadores honestos y proyectos profesionales no faltan en nuestro estado, los patrocinios están concentrados en manos de unos cuántos medios alineados a Palacio de Gobierno que, como en los peores tiempos de López Portillo, “no pagan para que les peguen”.
Si quiere conocer la línea editorial de un medio no requiere una profunda exégesis de cada nota, basta con acudir a la sección de patrocinadores y tendrá una visión muy clara. Si aparece el logo de Gobierno del Estado, tenga en cuenta que es el que paga, y si Gobierno es el cliente el producto que está a la venta son usted y su opinión.
Es por ello que el periodismo industrial se ha instalado desde hace mucho tiempo en Chihuahua, con empleados maquilando notas como si se tratara de empacar zanahorias, mamando información de las oficinas de prensa de los distintos poderes y dependencias, tal cual, sin siquiera ‘revolcar’ los boletines, todo a cambio de convenios millonarios que no pagan esos que dictan lo que ha de escribirse y lo que no, son millones de pesos que pagamos los ciudadanos para fabricar o destruir prestigios a gusto del poder en turno.
Este es un rubro opaco. Las autoridades de los distintos niveles no revelan cuánto gastan en publicidad oficial, ni bajo qué criterios asignan los ‘convenios’ de publicidad, ni a quién. En pocas palabras le dan lo que quieren a quien quieren, y a quien no quieren no, como le ocurrió al Diario de Juárez en el sexenio de Felipe Calderón, cuando a pesar de su enorme audiencia e impacto, fue excluido de tajo del presupuesto de publicidad federal, ya que a decir de la SSP federal “su línea era muy severa”.
Otro caso muy sonado fue el del periódico elpueblo, cuyo director, Ildefonso Chávez Olveda, llegó al extremo de montar una huelga de hambre contra el gobernador a quien acusaba no sólo de haberle retirado todos los convenios de los tres poderes y tres niveles de gobierno, sino incluso de no haberle pagado los servicios ya contraídos y prestados en meses anteriores.
Luego de permanecer 42 días en huelga de hambre en los que denunció presión, intimidaciones y hasta amenazas, Ildefonso Chávez dejó de protestar y retomó las publicaciones oficiales de Gobierno del Estado, lo cual hace suponer que se llegó a un acuerdo y que al menos los adeudos quedaron saldados.
Como estos cuatro casos expuestos hay muchos más, pero todos evidencian lo mismo: a los amigos, los recursos públicos y los favores; a los enemigos la persecución y la Ley. Queda mucho, mucho qué avanzar en esta materia en Chihuahua.
Pasando a los temas grillescos que tanto nos gustan, hay un asunto del cual podría depender el resultado de toda la elección, y es la posibilidad —o no— de que se alíen el candidato panista Javier Corral y el independiente ‘Chacho’ Barraza, en un frente común que le dé el tiro de gracia al proyecto de Enrique Serrano.
Sin embargo, lo que ha molestado en el equipo de ‘Chacho’ y más aún entre sus patrocinadores, todos ellos de vena azul, es la manera en la que el candidato de la Alianza Ciudadana está ninguneando al empresario al darlo desde ya por perdedor de la elección y al dirigirse directamente a sus simpatizantes, a quienes invita a efectuar un voto útil, llamado que ha hecho a los seguidores de Morena, y de otros proyectos que se oponen al duartismo pero que buscan sus propias victorias y no se conforman con ver perder al PRI para que gane esa extraña amalgama de izquierda y PAN.
Quizá sea por eso que ‘Chacho’ se puso las pilas y le llevó serenata al gobernador César Duarte, a quien le cantó Las Golondrinas, en un acto que seguro no le gustó nada al mandatario, quien se encontraba en Palacio a esa hora y escuchó ese detalle que en política se entiende como desafío y agravio.
Además, ‘Chacho’ ha dejado muy claro que si no se suma al proyecto de Corral no es por hacerle el caldo gordo al PRI, e incluso ya presentó una demanda por el poco claro accidente del helicóptero del gobernador César Duarte, entre otras acciones que pretenden dejar claro que, si el gana, no habrá tapadera hacia el actual gobierno.
Bueno… ha sido tan efectiva la campaña de Corral y Chacho de capitalizar el hartazgo de la ciudadanía ante el cinismo y la corrupción, que hasta Enrique Serrano ya trata de una forma y otra de subirse al mismo barco, anunciando que no será tapadera de nadie y que se investigará cualquier acto de corrupción, la misma jugadita del PRI de auditarse a sí mismo y a los amigos sin que pase nada… lo malo es que por un lado declara eso y por otro le sacan videos, fotos y material abundante en el que se da golpes de pecho públicamente para garantizar la honestidad del gobernador. Quieren borrar el cinismo con más cinismo.
Pero, volviendo al tema de la eventual alianza entre ‘Chacho’ y Serrano ¿qué escenarios esperan? Todos los termómetros coinciden en que la gubernatura se juega entre Corral y Serrano, y dividir el voto antiduartista sería darse un balazo en el pie. ¿Están obligados los candidatos a buscar la derrota del PRI a costa de la suya propia? ¿Están tensando la cuerda para negociar y sacarle posiciones al proyecto de Corral? ¿De plano tanto Corral como Chacho están dispuestos a irse por separado y perder ambos antes que negociar? ¿La negativa de ‘Chacho’ es de a de veras por convicción antipartidos? ¿Preferirán dejar a Chihuahua en manos del adversario y pasar a ser una estadística? Estas preguntas se irán respondiendo con el tiempo, pero todo pinta que, de una u otra manera, acabará por haber alianza.
Mientras, la guerra sucia contra Javier Corral sigue dando palos de ciego. Este martes se resuelve la impugnación a la candidatura del dizque panista a la gubernatura, y no el 4 de mayo, día que se contemplaba el debate en Juárez. La maña era hacer que Corral brillara por su ausencia y se pusiera en duda la firmeza de su candidatura. No les salió, pero fue el pretexto para anular el debate en Juárez y limitar lo más posible el de Chihuahua, pues es claro que la autoridad electoral tiene los dados cargados ¿o lo duda?
Pero no son los únicos que están haciendo campaña en los tribunales. Prácticamente todos los partidos y proyectos, más allá de sus posibilidades reales de triunfo, tienen a sus equipos jurídicos a tope, buscando una hebrita de la cual colgarse para atacar al contrario por la vía legal, lo cual podría dejar las elecciones quizá más judicializadas de la historia de Chihuahua.
Esto es una muestra clara de que la lucha por el poder no se limitará a las urnas. Todos los poderes fácticos andan alborotados, y eso incluye a sicarios, criminales electorales y mapaches, quienes no dudarán en defender con palos, uñas y dientes sus espacios de poder, por lo que crece el temor de que la violencia y la ilegalidad se desaten conforme se va acercando el Día D. Incluso hay candidatos que han declinado, y afirman haberlo hecho al verse amenazados de muerte. Ojalá no se ponga tan feo como pinta.
En el caso de la alcaldía, es claro que se juega únicamente entre Lucía Chavira y María Campos. Los independientes no pintaron, sus redes están paralizadas, y ni ellos mismos se paran en los cruceros donde volantean sus empleados, pues ahí a todo mundo traen por pago, no por convicción.
En el caso de Lucía Chavira, su proyecto tiene la particularidad de despertar pasiones, tanto positivas como negativas, pues en lo particular es bien recibida y trae bastante apoyo de quienes conocen su propuesta, pero a diario hay mentadas y hasta pedradas de gente que los manda al diablo apenas ven la ‘marca PRI’. ¿Les hubiera ido mejor como independientes?
Quizá, y es por ello que la publicidad de Chavira se aleja de los colores institucionales del PRI, no trae el logo e incluso a Marco Quezada parece habérselo tragado la tierra, lo cual es positivo, pues deja a Lucía brillar con luz propia, que por cierto no le falta. Llama la atención la presencia de dos publicistas españoles quienes han tenido notables buenas ideas, como grabar videos en las casas y de viva voz de los simpatizantes. La siempre efectiva publicidad boca en boca llevada a las redes sociales.
En el caso de María Eugenia Campos, llama mucho la atención la aplicación que lanzó para gestionar la ciudad de manera más interactiva con los habitantes. Lo cierto es que el problema nunca ha sido que las autoridades desconozcan donde hay baches y falta de luminarias, sino que no les importa resolverlas. Aun así es buena iniciativa que habla, más que nada, de un interés por la opinión pública y la apertura y mentalidad de ofrecer soluciones ingeniosas.
Y así como ya analizamos la situación de los suplentes a la alcaldía, estamos por revisar también qué traen y qué ofrecen Alfredo de la Torre y Miguel Riggs en caso de que lleguen a la sindicatura, pero eso será otro día, muy pronto…