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Salud y Bienestar

Día Mundial de la Salud: 5 claves para prevenir enfermedades

Este martes 7 de abril la OMS (Organización Mundial de la Salud) conmemora el Día Mundial de la Salud centrando sus esfuerzos en concienciar sobre la inocuidad de los alimentos, es decir, sobre la necesidad de garantizar que lo que comemos es sano.

Según detalla este organismo de las Naciones Unidas, los alimentos que contienen bacterias, virus, parásitos o sustancias químicas nocivas pueden llegar a causar más de 200 enfermedades; y o que es peor aún, los alimentos insalubres están relacionados con la muerte de unos dos millones de personas al año , en su mayoría niños.

Es por ello que la OMS centra sus esfuerzos en la importancia del buen procesamiento de los alimentos, desde su producción en una granja o un huerto hasta su llegada al plato.

Para ayudar a prevenir posibles enfermedades e intoxicaciones, este organismo ha puesto a disposición de los ciudadanos en su página web una serie de consejos y orientaciones prácticas sobre cómo manipular y preparar los alimentos:

Mantener la limpieza . Es importante lavarse las manos antes de preparar alimentos y con frecuencia durante su preparación, al igual que todas las superficies y equipos usados en la preparación de alimentos. De igual modo es básico lavarse las manos después de ir al baño.

Separar los alimentos crudos y cocinados . Hay que separar las carnes rojas, la carne de ave y el pescado crudos de los demás alimentos, y para ello se deben emplear utensilios diferentes, como cuchillos y tablas de cortar. Esta práctica es importante para evitar la ‘contaminación cruzada’, que consiste en la transferencia de microorganismos de alimentos crudos a alimentos cocinados.

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Se deben separar las carnes rojas, la carne de ave y el pescado crudos de los demás alimentos

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Cocinar los alimentos completamente . Especialmente las carnes rojas, la carne de ave, los huevos y el pescado. En el caso de las sopas y los guisos, lo aconsejable es asegurarse de que han alcanzado los 70°C. Se ha demostrado en estudios que cocinar los alimentos hasta que alcancen esta temperatura puede contribuir a garantizar su inocuidad para el consumo, pues una cocción adecuada puede matar casi todos los microorganismos peligrosos.

Mantener los alimentos a temperaturas seguras . No es bueno dejar los alimentos cocinados a temperatura ambiente durante más de 2 horas. Se debe refrigerar lo antes posible los alimentos cocinados y los perecederos (preferiblemente por debajo de los 5°C). Estas recomendaciones se deben a que los microorganismos se pueden multiplicar con mucha rapidez si los alimentos se conservan a temperatura ambiente. A temperaturas inferiores a los 5°C o superiores a los 60°C, el crecimiento microbiano se ralentiza o se detiene.

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Para cocinar es necesario usar agua y materias primas seguras

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Usar agua y materias primas seguras . Si el agua no es segura (libre de microorganismos peligrosos y de sustancias químicas tóxicas) debe tratarse. Es importante también seleccionar alimentos sanos y frescos, así como lavar la fruta, la verdura y las hortalizas, especialmente si se van a comer crudas y no consumir alimentos caducados.

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La grasa abdominal profunda: el enemigo silencioso que envejece tu cuerpo y tu mente

Oculta bajo la piel y rodeando órganos vitales como el corazón, el hígado y los riñones, la grasa visceral representa una de las amenazas más serias para la salud metabólica y cerebral, incluso en personas delgadas. Más que un problema estético, esta grasa activa procesos inflamatorios que pueden desencadenar enfermedades como la diabetes tipo 2, el hígado graso, problemas cardiovasculares y, a largo plazo, deterioro cognitivo.

De acuerdo con el Dr. Andrew Freeman, especialista en prevención cardiovascular, la grasa visceral es un marcador de múltiples riesgos de salud, aun en quienes aparentan estar en forma. El fenómeno conocido como “skinny fat” —personas con peso normal pero con alta proporción de grasa interna— evidencia que la salud no siempre se refleja en el espejo.

El impacto va más allá del metabolismo. La neuróloga preventiva Kellyann Niotis advierte que este tipo de grasa libera compuestos inflamatorios que aceleran la atrofia cerebral y favorecen la aparición de placas beta-amiloides y ovillos de tau, señales asociadas con la enfermedad de Alzheimer, incluso desde los 40 o 50 años.

¿Cómo saber si la grasa visceral está fuera de control? La medida de la cintura es un primer indicio: más de 88.9 cm en mujeres y 101.6 cm en hombres eleva el riesgo, según los CDC. La masa muscular también importa: quienes tienen más grasa que músculo tienden a acumular esta grasa profunda. Estudios como la DEXA o básculas con medición de grasa corporal pueden ayudar a evaluar estos indicadores.

La buena noticia: es reversible. Freeman insiste en un enfoque integral con ejercicio cardiovascular diario (como caminatas rápidas de al menos 30 minutos) y entrenamiento de fuerza con resistencia. Ejercicios como desplantes, sentadillas, lagartijas y peso muerto movilizan grandes grupos musculares, aceleran el metabolismo y estimulan hormonas que mejoran la composición corporal.

Una alimentación basada en plantas, como la dieta mediterránea, también es clave. Rica en frutas, vegetales, granos enteros, aceite de oliva y pescado, esta dieta ha demostrado reducir la grasa abdominal y el riesgo de muerte por enfermedades crónicas, especialmente en mujeres.

El ayuno intermitente —comer solo durante una ventana de seis horas al día— puede ser un complemento efectivo, aunque no es apto para todos. La combinación de alimentación natural, entrenamiento funcional y periodos de ayuno puede “hacer magia” en la reducción de grasa visceral, señala Freeman.

En resumen, mantener el músculo, eliminar alimentos ultraprocesados, moverse cada día y reorganizar los horarios de comida no solo combate la grasa abdominal profunda, sino que extiende la salud física y mental hacia el futuro. Porque el verdadero “elixir de la juventud” no se compra: se construye con hábitos.

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