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Opinión

DIA MUNDIAL DEL AGUA por KAMEL ATHIE FLORES

DÍA MUNDIAL DEL AGUA

AGUA PARA PROGRESAR

En 1993, la ONU recomendó durante la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo que el 22 de marzo se celebrara  el dia mundial del agua, con el propósito de hacer serias reflexiones sobre las amenazas que giran en torno a la disponibilidad del vital líquido, tanto por el abuso que se ha venido haciendo en su explotación, aprovechamiento y contaminación en sus diversos usos, como en lo que se refiere a los millones de seres humanos que mueren anualmente por carencia del mismo. El mensaje de este año será “comprometámonos a crear las políticas necesarias para garantizar que el agua y la energía sostenibles estén al alcance de todos, y no solo de unos pocos”.

Existe un amplio consenso a nivel mundial de que es responsabilidad de los gobiernos asegurar que el servicio público del agua llegue a los hogares y al desarrollo de las actividades productivas. Igualmente dichos gobiernos son los responsables de preservarla y evitar la sobreexplotación y contaminación de los acuíferos superficiales y subterráneos.

A nivel internacional existen convencionalismos con respecto al rostro social del agua, que consiste en la responsabilidad de cuidar el agua para las generaciones futuras. Usarla de manera responsable y racional, no derrocharla ni contaminarla.

De los datos revisados destaca que la región de Norteamérica donde se incluye México, es de las más avanzadas en dotación de agua potable y de las intermedias en saneamiento. No se alcanza la excelencia precisamente por los rezagos que tiene México sobre todo en  el saneamiento.

Vale mencionar las disparidades que hay en México, en el abastecimiento del agua potable entre el medio urbano y rural, así como los déficits que se registran en las grandes ciudades y zonas metropolitanas, que se resuelven con tandeos, pero que ahora se han agudizado.

Son cinco los factores determinantes que han contribuido a la escasez del agua: 1) El desmedido crecimiento poblacional, 2) Su irracional uso y derroche, 3) El cambio climático con prolongadas sequías en algunas latitudes, frente a recurrentes inundaciones en otras… 4) La contaminación de los cuerpos de agua subterráneos y superficiales, y 5) la baja prioridad en las inversiones del gobierno en infraestructura, aprovechamiento y preservación del agua.

Los Foros Mundiales del Agua han tenido como principal objetivo el instaurar de manera universal el derecho humano al agua y al saneamiento; la sistematización del financiamiento, tanto público como privado, nacional e internacional para incrementar las coberturas de agua potable y saneamiento; la transformación de los patrones de consumo y explotación del agua en acciones compatibles con el desarrollo sustentable y el cambio climático; y el uso del agua como fuente de energía limpia y como garante de la seguridad alimentaria.

En estos foros se invitó s a los diferentes Estados a consagrar este día, en el marco del contexto nacional, a la celebración de actividades concretas como el fomento de la conciencia publica. El Día Mundial del Agua en el 2014 promoverá prácticas sostenibles en el ámbito de agua y energía.

1. El agua requiere energía y la energía requiere de agua

El agua es necesaria para producir casi todas las formas de energía. La energía es necesaria en todas las etapas de extracción de agua, el tratamiento y la distribución.

2. Los suministros son limitados y la demanda es cada vez mayor

La demanda de agua dulce y energía seguirá aumentando significativamente en las próximas décadas. Este aumento presentará grandes desafíos y los recursos de deformación en casi todas las regiones, especialmente en el desarrollo y las economías emergentes.

3. El ahorro de energía es el ahorro de agua. Ahorrar agua significa un ahorro de energía

Las opciones relativas a la oferta, la distribución, el precio, y el uso de agua y energía y los impactos entre sí.

4. El sector más pobre de la población necesita urgentemente el acceso a los servicios tanto de agua y saneamiento como de electricidad

A nivel mundial, 1,3 mil millones de personas no tienen acceso a la electricidad, 768 millones de personas carecen de acceso a fuentes mejoradas de agua potable y 2,5 mil millones de personas no tienen acceso a servicios de saneamiento. El agua y la energía tienen impactos importantes sobre el alivio de la pobreza.

5. Una mejor eficiencia en el uso del agua y la energía es tan imprescindible como son las políticas coordinadas, coherentes y concertadas

Una mejor vinculación entre los sectores de agua y energía mejorará la coordinación en materia de energía y planificación del uso del agua, dando lugar a la reducción de ineficiencias. Quienes diseñan políticas, los planificadores y los profesionales pueden tomar medidas para superar las barreras que existen entre sus respectivos dominios. Se necesitan políticas nacionales innovadoras y pragmáticas que pueden conducir a una mayor eficiencia y una prestación de los servicios de agua y energía efectivas en cuanto a sus costos.

Nos falta mucho para preservar el elemento mágico que el creador de la naturaleza nos concesionó,  y evitar conflictos que están en puerta. Tenemos que trabajar arduamente sociedad, gobierno, iniciativa privada, legisladores e investigadores, para evitar QUE EL DESTINO  NOS ALCANCE TAMBIEN CON EL AGUA.                                                             kamelathie@gmail.com

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Opinión

La semilla. Por Raúl Saucedo

Libertad Dogmática

El 4 de diciembre de 1860 marcó un hito en la historia de México, un parteaguas en la relación entre el Estado Mexicano y la Iglesia. En medio de la de la “Guerra de Reforma», el gobierno liberal de Benito Juárez, refugiado en Veracruz, promulgó la Ley de Libertad de Cultos. Esta ley, piedra angular del Estado laico mexicano, estableció la libertad de conciencia y el derecho de cada individuo a practicar la religión de su elección sin interferencia del gobierno.

En aquel entonces, la Iglesia Católica ejercía un poder absoluto en la vida política y social del país. La Ley de Libertad de Cultos, junto con otras Leyes de Reforma, buscaba romper con ese dominio, arrebatándole privilegios y limitando su influencia en la esfera pública. No se trataba de un ataque a la religión en sí, sino de un esfuerzo por garantizar la libertad individual y la igualdad ante la ley, sin importar las creencias religiosas.
Esta ley pionera sentó las bases para la construcción de un México moderno y plural. Reconoció que la fe es un asunto privado y que el Estado no debe imponer una creencia particular. Se abrió así el camino para la tolerancia religiosa y la convivencia pacífica entre personas de diferentes confesiones.
El camino hacia la plena libertad religiosa en México ha sido largo y sinuoso. A pesar de los avances logrados en el lejano 1860, la Iglesia Católica mantuvo una fuerte influencia en la sociedad mexicana durante gran parte del siglo XX. Las tensiones entre el Estado y la Iglesia persistieron, y la aplicación de la Ley de Libertad de Cultos no siempre fue consistente.
Fue hasta la reforma constitucional de 1992 que se consolidó el Estado laico en México. Se reconoció plenamente la personalidad jurídica de las iglesias, se les otorgó el derecho a poseer bienes y se les permitió participar en la educación, aunque con ciertas restricciones. Estas modificaciones, lejos de debilitar la laicidad, la fortalecieron al establecer un marco legal claro para la relación entre el Estado y las iglesias.
Hoy en día, México es un país diverso en materia religiosa. Si bien la mayoría de la población se identifica como católica, existen importantes minorías que profesan otras religiones, como el protestantismo, el judaísmo, el islam y diversas creencias indígenas. La Ley de Libertad de Cultos, en su versión actual, garantiza el derecho de todos estos grupos a practicar su fe sin temor a la persecución o la discriminación.
No obstante, aún persisten desafíos en la construcción de una sociedad plenamente tolerante en materia religiosa. La discriminación y la intolerancia siguen presentes en algunos sectores de la sociedad, y es necesario seguir trabajando para garantizar que la libertad religiosa sea una realidad para todos los mexicanos.

La Ley de Libertad de Cultos de 1860 fue un paso fundamental en la construcción de un México más justo y libre. A 163 años de su promulgación, su legado sigue vigente y nos recuerda la importancia de defender la libertad de conciencia y la tolerancia religiosa como pilares de una sociedad democrática y plural.
Es importante recordar que la libertad religiosa no es un derecho absoluto. Existen límites establecidos por la ley para proteger los derechos de terceros y el orden público. Por ejemplo, ninguna religión puede promover la violencia, la discriminación o la comisión de delitos.
El deseo de escribir esta columna más allá de conmemorar la fecha, me viene a deseo dado que este último mes del año y sus fechas finales serán el marco de celebraciones espirituales en donde la mayoría de la población tendrá una fecha en particular, pero usted apreciable lector a sabiendas de esta ley en mención, sepa que es libre de conmemorar esa fecha a conciencia espiritual y Libertad Dogmática.

@Raul_Saucedo
rsaucedo@uach.mx

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