La justicia de Guatemala envió el jueves al ex presidente Otto Pérez Molina a prisión provisional mientras se lo investiga por corrupción, en un escándalo que hundió al país en una severa crisis política a pocos días de las elecciones generales.
En medio del creciente descontento con su gestión, el militar retirado de 64 años renunció el miércoles ante las acusaciones de presunto vínculo con La Línea, una mafia que cobraba sobornos por importar mercancías defraudando al fisco.
Este órgano jurisdiccional considera prudente dictar lo que es la prisión provisional» dijo el juez argumentando que había riesgo de que el ex presidente se fugara.
Pérez Molina podría ser imputado por los cargos de asociación ilícita, cohecho pasivo y defraudación aduanera en la audiencia comenzó el jueves y continuará el viernes.
Pero él ha negado las acusaciones derivadas de las pesquisas de la Fiscalía y la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (CICIG), ente respaldado por la ONU y Washington.
Respeto lo que dijo el juez, pero yo no tengo ni la más mínima intención ni de salir del país ni mucho menos de huir», dijo al salir del tribunal el ex mandatario, que llegó al poder en el 2012 con la promesa de abatir la delincuencia.
De traje gris y claramente inquieto, el ex mandatario estuvo tomando nota de las escuchas telefónicas que la Fiscalía esgrime como pruebas de su presunto vínculo con la mafia aduanera. En el caso ya fue detenida preventivamente su ex vicepresidenta, Roxana Baldetti.
Cientos de guatemaltecos se lanzaron a las calles el jueves para celebrar cantando y agitando banderas la partida de Pérez Molina, que sacudió la escena política poco antes de los comicios generales que podrían terminar en balotaje en octubre.
Las riendas del país las tomó quien fuera su vicepresidente, Alejandro Maldonado, que prestó juramento como presidente para completar el período de cuatro años que termina en enero.
En lo que resta de este año hay que dar una respuesta positiva a la clamorosa demanda de presencia y participación. El nuevo gobierno debe surgir de la necesidad de inspirar confianza y convocatoria ciudadana», dijo al asumir el ex juez de 79 años.
El gobierno de Estados Unidos dijo que respeta la decisión de Pérez Molina, elogió el funcionamiento institucional del país y se mostró dispuesto a trabajar con Maldonado.
Fuente: Excelsior