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Dilma Rousseff fue apartada de la presidencia de Brasil

Con 55 votos a favor, fue aprobado el juicio contra la mandataria. El vicepresidente Temer la reemplazará durante los próximos 180 días.

El senado de Brasil aprobó este jueves la apertura de un juicio político contra la presidenta, Dilma Rousseff, tras meses de enfrentamientos que nacieron del enojo por la corrupción y la decadencia económica, arrastrando al mayor país de América Latina a la incertidumbre política a solo unos meses de los Juegos Olímpicos.

Los enfadados partidarios de Rousseff consideran que la iniciativa es un golpe de Estado y amenazaron con protestas a gran escala y huelgas. Sus enemigos, por su parte, insisten en que violó la ley y que los profundos problemas políticos, sociales y económicos del país solo pueden atajarse con ella lejos del poder.

La votación, que salió adelante con 55 votos a favor y 22 en contra, supone que el vicepresidente y otrora aliado de Rousseff, Michel Temer, asumirá como presidente interino del país más tarde el jueves y se mantendrá en el cargo mientas dure la suspensión. El Senado tiene 180 días para celebrar el juicio y decidir si la mandataria debe ser apartada definitivamente de su puesto.

«¿Alguien piensa que llegaremos a 2018 con una recuperación con este gobierno? Imposible», dijo José Serra, que optó sin éxito a la presidencia por el Partido Socialdemócrata en 2010, el año en que Dilma llegó al poder. «El impeachment es solo el inicio de la reconstrucción».

La impugnación de Rousseff pone fin a 13 años de gobierno del Partido de los Trabajadores (PT), reconocido por haber sacado a unos 35 millones de brasileños de la pobreza abyecta en los últimos años pero vilipendiado por estar al mando del país cuando supuestamente se desviaron millones de la petrolera estatal Petrobras.

Analistas sostienen que Rousseff se metió en problemas por sus bruscas formas y la percepción de su reticencia a trabajar con legisladores que podrían haberse convertido en aliados. La presidenta, sin embargo, sugirió que el sexismo en una Cámara de Diputados dominada por hombres jugó un papel en el proceso en su contra.

Temer, un político de carrera de 75 años, prometió recortar el gasto público y privatizar muchos sectores controlados por el Estado. Durante semanas ha estado trabajando discretamente para formar un nuevo gobierno ante la posibilidad de su ascenso al poder, algo que molestó a los partidarios de Rousseff, que lo acusan de formar parte de un complot para derrocarla.

Durante el debate, Humberto Costa, líder del Partido de los Trabajadores en el Senado, alzó una fotografía de Dilma en su época de guerrillera marxista durante la dictadura militar del país, entre 1964 y 1985. En la imagen aparece durante un juicio militar en su contra.

Costa dijo que el impeachment es el segundo juicio injusto que enfrenta Rousseff, y que el proceso es un intento de las clases que tradicionalmente gobernaron el país para recuperar su poder y terminar con las políticas del PT en favor de los pobres.

«La élite brasileña, la clase gobernante, que sigue tratando a este país como su dominio hereditario, no aprecia la democracia», manifestó Costa.

Rousseff, de 68 años, fue impugnada por supuestamente maquillar el presupuesto federal. Sus detractores afirman que utilizó trucos contables para ocultar un déficit disparado y reforzar a un gobierno en problemas. La mandataria, la primera mujer en ocupar el cargo y que fue torturada bajo la dictadura militar (1964-1981), ha descrito varias veces el proceso en su contra como la versión moderna de un golpe, afirmando que no se la acusa de ningún crimen y que presidentes anteriores emplearon maniobras similares.

Cuando el proceso de juicio político comenzó el año pasado en el Congreso, estaba considerado como una apuesta improbable. Incluso en febrero, consultoras como Eurasia estimaban que ni siquiera saldría del comité de la cámara baja.

Pero la iniciativa fue ganando impulso a lo largo de los meses, mientras crecía la indignación de los brasileños por los sucesivos escándalos de corrupción relacionados con Petrobras y las noticias diarias sobre recortes de empleo aumentaban la desesperación. Se espera que la economía se contraiga casi un 4% tras un dato igual de malo en 2015, mientras que la inflación y el desempleo rondan el 10%. Los datos subrayan un brusco declive en la potencia sudamericana, que disfrutó de un crecimiento estelar durante más de una década.

La votación en el Senado se produjo después de que la cámara baja se inclinara el mes pasado a favor del juicio político, por 367 votos a favor y 137 en contra.

Los sondeos indican que la mayoría de los brasileños están a favor de impugnar a Rousseff, aunque también indican que el público tiene reparos hacia los legisladores que están en la línea de sucesión.

Temer se ha visto implicado en el caso de corrupción de Petrobras, al igual que Calheiros, presidente del Senado y que ahora es el número 2 en la línea de sucesión. El expresidente de la Cámara de Diputados Eduardo Cunha, que estaba en segundo puesto, fue suspendido de su cargo este mes entre acusaciones de obstrucción a la justicia y corrupción.

Rousseff ha negado con vehemencia que las maniobras financieras de su gobierno sean un delito y afirma que sus predecesores utilizaron tácticas similares sin sufrir repercusiones. Ha insistido en que, a diferencia de muchos de los que han presionado para impugnarla, ella no afronta acusaciones personales de corrupción.

El proceso de impeachment, afirma Rousseff, equivale a un golpe dirigido a desbaratar programas sociales que han sacado a unos 35 millones de brasileños de la pobreza en los últimos años.

Temer, del centrista Partido Movimiento Democrático, insiste en que expandirá los populares programas sociales, aunque también ha dicho que hace falta rigor presupuestario para sacar a Brasil de su agujero fiscal.

Para agravar las preocupaciones económicas de los brasileños, la investigación sobre una trama multimillonaria de sobornos en Petrobras implica a docenas de políticos y empresarios de todo el espectro político. Aunque la propia Rousseff no se ha visto implicada, miembros destacados de su partido sí se han visto envueltos en el escándalo y eso ha manchado la reputación de la presidenta.

La presidenta «está pagando por todo», afirmó el senador Telmario Mota de Oliveira, alegando que no se la puede acusar de todos los problemas de Brasil.

Resto del mundo

Donald Trump ordenó paralizar toda la ayuda militar a Ucrania

El presidente Donald Trump ordenó el lunes una “pausa” en la asistencia estadounidense a Ucrania después de la reunión en la Oficina Oval del viernes, mientras Trump busca presionar al presidente ucraniano Volodymyr Zelensky para que entable conversaciones de paz con Rusia.

Un funcionario de la Casa Blanca dijo que Trump está concentrado en alcanzar un acuerdo de paz para poner fin a la guerra de más de tres años desatada por la invasión total de Ucrania por parte de Rusia, y quiere que Zelensky se “comprometa” con ese objetivo. El funcionario agregó que Estados Unidos estaba “deteniendo y revisando” su ayuda para “asegurarse de que está contribuyendo a una solución”. El funcionario habló bajo condición de anonimato para poder hablar sobre la asistencia.

Trump criticó el lunes al presidente ucraniano por sugerir que el fin de la guerra de Rusia contra Ucrania probablemente “está todavía muy, muy lejos”.

Los comentarios se producen mientras aliados destacados de Trump intensifican la presión sobre Zelensky para que cambie drásticamente su enfoque hacia el presidente estadounidense, quien ha hecho del fin rápido de la guerra una de sus principales prioridades, o se haga a un lado.

La larga y complicada relación entre los líderes ha llegado a su punto más bajo después de una desastrosa reunión en la Casa Blanca en la que Trump y el vicepresidente JD Vance criticaron a Zelensky por no estar lo suficientemente agradecido por el apoyo de Estados Unidos a Ucrania desde que el presidente ruso Vladimir Putin ordenó la invasión en febrero de 2022.

“Esta es la peor declaración que Zelensky podría haber hecho, ¡y Estados Unidos no la tolerará por mucho más tiempo!”, dijo Trump en una publicación en su plataforma Truth Social sobre los comentarios que Zelensky hizo el domingo por la noche mientras hablaba con periodistas en Londres.

El presidente de Ucrania Volodymyr
El presidente de Ucrania Volodymyr Zelensky sale de la Casa Blanca después de reunirse con el mandatario Donald Trump, el viernes 28 de febrero de 2025, en Washington (AP Foto/Jose Luis Magana)

Más tarde el lunes, en un evento en la Casa Blanca, Trump se refirió a los presuntos comentarios de Zelensky y afirmó que el líder ucraniano “mejor no tenga razón en eso”.

“Si alguien no quiere llegar a un acuerdo, creo que esa persona no durará mucho”, añadió Trump. “No se le escuchará por mucho tiempo”.

Trump se mostró en desacuerdo con Zelenskyy, quien sugirió que tomaría tiempo llegar a un acuerdo para poner fin a la guerra. El líder ucraniano también intentó ofrecer una visión positiva de la relación entre Estados Unidos y Ucrania tras la reunión de la Casa Blanca de la semana pasada.

Cuando un periodista le preguntó sobre las líneas generales de una nueva iniciativa europea para poner fin a la guerra en Rusia, Zelensky respondió: “Hoy estamos hablando de los primeros pasos y, por lo tanto, hasta que no estén en el papel, no me gustaría hablar de ellos en gran detalle”.

“Un acuerdo para poner fin a la guerra está todavía muy, muy lejos, y nadie ha iniciado todavía todos esos pasos”, añadió.

Pero Trump se irritó aún más cuando Zelensky sugirió que tomará tiempo para que el conflicto llegue a su fin.

“Es lo que estaba diciendo, este tipo no quiere que haya paz mientras tenga el apoyo de Estados Unidos y Europa, en la reunión que tuvieron con Zelensky, declaró rotundamente que no pueden hacer el trabajo sin Estados Unidos. Probablemente no haya sido una gran declaración en términos de una demostración de fuerza contra Rusia”, agregó Trump en su publicación. “¿En qué están pensando?”

Zelensky recurrió a las redes sociales poco después de las últimas críticas de Trump. No se refirió directamente a los comentarios de Trump, pero subrayó que “es muy importante que intentemos que nuestra diplomacia sea realmente sustantiva para poner fin a esta guerra lo antes posible”.

“Necesitamos una paz verdadera y los ucranianos son los que más la desean, porque la guerra está destruyendo nuestras ciudades y pueblos”, añadió Zelensky. “Estamos perdiendo a nuestro pueblo. Necesitamos detener la guerra y garantizar la seguridad”.

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