Botas altas, bajas, con tacón, sin tacón, sandalias de tiras, de cuñas, negras, rojas y unas cómodas deportivas. A pesar de que todas las mujeres cuentan en sus vestidores con múltiples tipos de zapatos para diferentes ocasiones (de tacón para el trabajo o citas importantes, plataformas para una noche de fiesta, bailarinas para ‘looks’ más sencillos…) siempre hay unos favoritos que gustan más que el resto aunque no sean siempre los que más se utilicen.
Con información de Elmundo.es
Esta elección -que a primera vista puede parecer una tendencia estilística sin importancia- es mucho más transcendental de lo que parece ya que, según un estudio de la Universidad de Kansas, publicado en la revista ‘Journal of Research in Personality’, el 90% de nuestra personalidad se refleja en los zapatos que usamos. Tacones para mujeres seguras de sí mismas, botines para las más testarudas o zapatos de colores para personas sociables y vitales son algunas de las conclusiones que revela esta curiosa investigación, la cual ha sido realizada cruzando los datos de miles de mujeres de 141 nacionalidades diferentes atendiendo a su edad, profesión, inquietudes, estilo de vida, y claro está, sus zapatos.
Zapatos de tacón: Los tacones son los favoritos de la mayoría de las mujeres con un 65% del total. Además de ser uno de los complementos más sexys en cualquier ‘outfit’ que se precie, este tipo de zapatos aporta una sensación de poder y autoconfianza en cualquier mujer, las cuales, como Victoria Beckham, suelen preferir un estilo de vida más glamouroso y les gusta ser el centro de atención.
Planos: A pesar de no tener tacón, los zapatos planos y/o bailarinas también pueden ser femeninos y estilosos, tal y como muestra la actriz Anne Hataway con este look tan ‘chic’ paseando por las calle de Nueva York. Según el estudio, este tipo de calzado suele gustar más a mujeres maduras y ambiciosas pero también más serias y materialistas.
Sandalias sin tacón: Las mujeres que eligen este calzado para su uso diario, son personas que voluntariamente prefieren la vida ‘slow’, de carácter desenfadado, natural y sencillo como la actriz Emmy Rossum.
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