Conecta con nosotros

Revista

Disney cobrará 47 millones por muerte de Carrie Fisher

Published

on

Disney, propietaria de Lucasfilm y de la saga Star Wars desde 2012, firmó una póliza de seguro con Lloyd’s of London para que, en caso de que Carrie Fisher no cumpliera con su contrato de rodar tres películas ?Star Wars: El despertar de la fuerza (2015) y las dos próximas, el Episodio VIII y el IX?, la compañía de entretenimiento recibiera 50 millones de dólares (47 millones de euros), según informan varios medios internacionales como The Independent o Page Six.

Fisher repitió su papel de princesa Leia en la última película de Star Wars, estrenada en diciembre de 2015. La cinta recaudó más de 2,000 millones de euros en todo el mundo. La intérprete, que murió el pasado 27 de diciembre a los 60 años, dejó rodadas sus escenas del Episodio VIII, el próximo filme de la saga, cuyo estreno está previsto para el 15 de diciembre de 2017.

Peter Cushing, que interpretó el papel de Gobernador Tarkin en La guerra de las galaxias: Episodio IV: Una nueva esperanza (1977), falleció en 1994 y sin embargo, gracias a los efectos visuales, ha aparecido en el spin off de Star Wars, Rogue One: Una historia de Star Wars (2016). Esta podría ser una de las posibilidades para recrear a Fisher en la última cinta que queda por grabar, el Episodio IX.

Star Wars no es la única saga de Hollywood que ha perdido a uno de sus protagonistas cuando todavía no estaba cerrado el rodaje. Philip Seymour Hoffman, que participó en Los juegos del hambre: Sinsajo – parte 1 falleció en 2014, antes de que se estrenara la segunda parte. Sin embargo, ya había rodado la mayoría de escenas. Por eso su director, Francis Lawrence, tuvo que cambiar el guion porque, afirmó entonces a The Huffington Post, «tratar de suplantar a Hoffman habría sido una catástrofe».

 

Vanguardia

Revista

SocialMediaCUU explica porqué las redes sociales son trascendentales en las elecciones

Published

on

By

Los datos que proporciona el INE respecto de la lista nominal, es decir, la lista de personas que ya tienen credencial para votar, muestra un porcentaje muy amplio de gente joven que votará por primera vez. Entre sus principales características está el hecho de que utilizan principalmente medios digitales para informarse y, por su número, representan un valioso mercado para todos los partidos políticos.


 

En la lista nominal se cuentan poco más de 98 millones de personas, al corte de febrero de 2024. Así, en el país existen poco más de 15 millones de personas inscritas entre los 18 y 24 años; es decir, primovotantes, lo que representa el 15% del total.

Si sumamos a la población millennial y centennial, es decir, todas las personas de 18 a 39 años inscritas, tenemos a casi 47 millones, que representan al 48%, es decir, prácticamente la mitad del universo de votantes.

Las cifras son claras: 15 millones de personas que no han participado jamás en un proceso electoral presidencial (y posiblemente en ningún otro) y que, estadística e históricamente, no tienen una preferencia política definida, pueden inclinar la balanza a favor de cualquier candidata o candidato; y casi la mitad de la lista nominal utiliza Internet y medios digitales para enterarse de las propuestas de las y los actores políticos.

De acuerdo con los últimos datos disponibles de la Encuesta Nacional Sobre Disponibilidad Y Uso De Tecnologías De La Información En Los Hogares (ENDUTIH), en el país existen 93 millones de internautas, siendo la franja de edad de los 18 a los 34 años, la que más se conecta a la red. Por otro lado, el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) muestra que las audiencias de radio han bajado a un 8.9% del universo de personas que pueden recibir una señal y las de televisión, a 14.1%. Para radio, las audiencias principales se encuentran en el rango de edad de 35 a 44 años, y las de TV se sitúan en 45 años o más.

Y es en este sentido en donde se plantea la problemática de las leyes electorales, ya que se tienen medios tradicionales como la televisión, la prensa impresa y la radio sobrerregulados, que incluso llevaron al INE a convertirse en una especie de central de medios gracias a la excesiva espotización; no obstante, los medios digitales, los más consultados por un enorme segmento de la población, no fueron tomados en cuenta en las normativas actuales.

Las plataformas digitales se convierten en una especie de tierra sin ley que permite a partidos y actores políticos realizar prácticas no éticas sin temor a sanción alguna ya que no solo no se contemplan acciones de comunicación política digital o fiscalización adecuada, además las normativas vigentes solo son aplicables a autoridades, actores y partidos políticos, no obstante, cualquier persona puede hacer una campaña electoral utilizando redes sociales y plataformas digitales.

De ahí la necesidad de crear marcos legales que permitan que las y los ciudadanos puedan elegir de manera libre, autónoma y sin cohesión a sus gobernantes, ya que tal y como se encuentra el panorama normativo electoral, la posibilidad de crear estrategias al marco de la ley para favorecer o entorpecer las campañas es muy alta, frente a un riesgo prácticamente nulo.

Continuar Leyendo
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Publicidad

Más visto