La suspensión temporal del programa Jimmy Kimmel Live en ABC, propiedad de Disney, provocó una reacción masiva entre los espectadores y se reflejó en una significativa caída de suscriptores de Disney+ durante septiembre. Según un informe de la firma Antenna, alrededor de tres millones de personas cancelaron su suscripción al servicio, casi triplicando el promedio de los tres meses previos, que era de 1.2 millones de bajas.
El episodio que detonó la medida ocurrió luego de que Jimmy Kimmel hiciera breves comentarios sobre el asesinato del activista de derecha Charlie Kirk, lo que derivó en la suspensión de su programa por seis días, presionada por la administración de Donald Trump y por preemption de las cadenas afiliadas Nexstar y Sinclair. Durante su monólogo del 15 de septiembre, Kimmel criticó a quienes intentaron vincular al joven señalado en el crimen de Kirk con el movimiento MAGA, generando inmediatamente la molestia de políticos y comentaristas conservadores.
Además de la controversia política, otros factores podrían haber influido en la caída de suscriptores. En septiembre, Disney anunció aumentos de precio en sus planes de streaming y paquetes, con efecto a partir de octubre. Aun así, la compañía registró un incremento de nuevos suscriptores: 2.18 millones para Disney+ y 2.11 millones para Hulu, frente a los 1.99 y 1.97 millones de agosto, respectivamente.
El regreso de Kimmel a la televisión el 23 de septiembre, sin embargo, tuvo un efecto positivo inmediato para ABC. El episodio alcanzó 6.2 millones de televidentes, el nivel más alto en una década y cuatro veces más que el promedio del programa antes de la suspensión, consolidando un regreso con gran recepción por parte de la audiencia.
Este episodio deja claro que las decisiones de programación y la respuesta a la presión política pueden tener un impacto directo en los servicios de streaming, afectando tanto la percepción pública como las cifras de suscriptores.