El noveno domingo de la temporada de la NFL dejó una jornada caótica, llena de giros inesperados. Los Panthers derrotaron como visitantes a los Packers en Lambeau Field, los Vikings sorprendieron a los Lions en Detroit y los Steelers doblegaron a los Colts, líderes de su división. Para completar el espectáculo, Bears y Bengals protagonizaron un cierre explosivo con 28 puntos combinados en los últimos cinco minutos de juego.
Los Packers volvieron a mostrar su doble cara: una semana parecen candidatos al Super Bowl y a la siguiente, un equipo sin rumbo. En su derrota 16-13 ante Carolina, Green Bay falló en la zona roja —solo un touchdown en cinco intentos— y permitió 163 yardas terrestres, un golpe duro para una de las defensivas más sólidas contra la carrera. Su inconsistencia ha sido su sello esta temporada.
En Buffalo, los Bills dieron señales de vida al vencer 28-21 a los Chiefs. Aun así, los analistas advierten que Kansas City no estaba completo: sin su corredor Isiah Pacheco y con una línea ofensiva mermada, Patrick Mahomes fue capturado tres veces y golpeado en 15 ocasiones. Aunque el triunfo es alentador, el cuerpo defensivo de Buffalo sigue plagado de lesiones y carencias en el juego terrestre.
Chicago, por su parte, protagonizó un duelo memorable ante Cincinnati, imponiéndose 47-42. Caleb Williams lanzó tres pases de anotación, incluido uno decisivo con 17 segundos restantes. Su compañero Kyle Monangai corrió para 176 yardas, consolidando a la ofensiva como la fortaleza del equipo. Sin embargo, los errores defensivos y de equipos especiales mantienen a los Bears en un equilibrio frágil pese a su marca de 5-3.
En Pittsburgh, los Steelers recuperaron su identidad defensiva al vencer 27-20 a unos Colts que parecían imparables. La defensa local forzó cinco pérdidas de balón, interceptó tres veces a Daniel Jones y frenó a Jonathan Taylor, quien solo consiguió 45 yardas terrestres. Para muchos, el resultado expuso más a Indianápolis que a los propios Steelers.
La jornada también ofreció un respiro en Minnesota. El joven mariscal J.J. McCarthy, cuestionado por su irregularidad, lideró a los Vikings en una victoria crucial sobre los Lions. Su serenidad en un ambiente hostil y los ajustes defensivos del equipo reavivan la esperanza en la lucha por el Norte de la NFC, donde nada parece decidido.
En una liga donde los favoritos se tambalean y los equipos en reconstrucción desafían las expectativas, la Semana 9 recordó una vez más que en la NFL no hay certezas: solo talento, caos y sorpresas cada domingo.