El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aumentó el miércoles la presión sobre la mujer que acusa de agresión sexual a su candidato a la Corte Suprema, señalando que debe testificar ante el Senado la próxima semana.
El juez conservador Brett Kavanaugh, de 53 años, parecía encaminado a ser confirmado para ese cargo vitalicio hasta que Christine Blasey Ford, una académica de California, lo acusó de agredirla sexualmente hace tres décadas, cuando ambos eran adolescentes.
«Yo realmente quisiera ver lo que tiene que decir (…) Si ella no aparece, eso sería desafortunado», opinó Trump.
La comisión judicial del Senado, donde tienen lugar las audiencias, invitó tanto a Kavanaugh como a Ford a declarar públicamente el lunes sobre lo ocurrido.
Pero Ford pidió una investigación del FBI (policía federal) antes de presentarse, una demora que rechazan los republicanos, con mayoría en el Senado.
Trump, que ya ha dicho que para él no es necesaria una investigación del FBI, sugirió «dejar que el Senado» maneje este asunto.
«Ya le han dado mucho tiempo a este proceso y continúan haciéndolo», dijo.