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Resto del mundo

Donald Trump se lanza a la carrera por la Casa Blanca

En un intento por remontar las encuestas desfavorables, Donald Trump recurrió hoy a un discurso nacionalista, rayando en lo xenófobo y haciendo unas promesas a las que sólo le faltó apoyarlas colocándose un casco de guerra.

«Encontraré un nuevo general Patton», afirmó Trump en un discurso de 45 minutos al referirse al liderazgo mundial que, según él, ha perdido Estados Unidos y a la necesidad de recuperar las glorias pasadas.

Lo dijo al anunciar, esta vez sí, que había decidido sumarse a la lucha por conquistar la candidatura republicana para los comicios presidenciales del año próximo.

Combativo, intenso y orgulloso de la fortuna que ha acumulado en su vida, Donald Trump, de 69 años, dio un salto definitivo a la política después de cinco años coqueteando con la idea de aspirar a la Casa Blanca.

Se lo pensó en 2010, para competir en los comicios de 2012, que ganó Barack Obama para su segundo mandato. Pero al final rechazó la idea porque, entre otras cosas, las encuestas lo ubicaban en el nivel más bajo de los posibles candidatos.

Panorama adverso

Ahora sí se decidió Donald Trump a dar este paso, pero el escenario que tiene ante sí es tan malo como entonces, si no peor.

De momento, y a no ser que haya nuevas fichas, tendrá que competir con once aspirantes más para conseguir la candidatura presidencial del Partido Republicano, incluido otro integrante de la dinastía Bush, Jeb.

Las encuestas siguen siendo muy desfavorables para Trump. La más reciente, de la Universidad de Monmouth, difundida el lunes, le daba un 2 % de simpatías entre los votantes republicanos, muy por debajo del favorito provisional, Ben Carson, que tiene el 11 %.

Sin embargo, la personalidad de Trump, su carácter ríspido y su inclinación a adoptar posturas que no son «políticamente correctas», lo sitúan a la cabeza de las encuestas, pero en cuanto a las opiniones desfavorables de los votantes republicanos.

Según el mismo sondeo, el 55 % de los encuestados tiene una opinión desfavorable de Trump, lejos del 42 % que tiene el gobernador de Nueva Jersey, Chris Christie, quien todavía no ha confirmado si se lanzará a la carrera.

Ya cuando anunciaba los resultados de este sondeo, el jefe de la sección de encuestas de la Universidad de Monmouth, Patrick Murray, reconocía que no habría un «rechinar de dientes» entre los votantes republicanos si al final no se lanzaba Trump a la carrera, teniendo en cuenta el escaso apoyo que tiene.

Y el magnate, para ganar la atención de los electores, fue hoy «más Trump» de lo acostumbrado, arremetió contra todos y no dejó títere con cabeza.

A los mexicanos que vienen a Estados Unidos buscando oportunidades de trabajo y ocupan puestos que no quieren los nacionales dijo que traían crimen y drogas, y propuso levantar un «gran muro» en el sur.

Criticó a chinos y japoneses por ahogar económicamente a Estados Unidos, a los «terroristas islámicos» que se «están comiendo una larga porción de Oriente Medio» y también las supuestas intenciones de Irán de tener armas nucleares

No sólo no fue recatado en el monto de su fortuna, que la aireó públicamente y que hoy mismo cifró en $8.737 millones, sino que dijo que en Estados Unidos lo que falta es gente rica y lo que sobran son «perdedores».

Con unos argumentos propios de los políticos de la ultraderecha europea, Donald Trump recurrió a ideas grandiosas para convencer de sus intenciones.

«El sueño americano está muerto», afirmó. «Si salgo elegido, conseguiré de vuelta que el país sea mayor, mejor y más fuerte que antes», insistió al final de su discurso, resumiendo 45 minutos de diatribas, divagaciones personales y radicales intenciones.

Según dice hoy el comentarista de The Wall Street Journal John Feehery, Trump sabe que necesita convertirse en canal de «las frustraciones y los temores de un electorado republicano indignado», aunque habrá que ver si al final logrará mayores apoyos.

«Su campaña presidencial puede llegar a ser divertida, pero no puede ser seria. ¿Desde cuándo un multimillonario debería aspirar a ser presidente?», se pregunta Feehery.

EFE

Nota Principal

Campos de detención: el terrible plan de Trump contra los migrantes

El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, volvió a encender las alarmas en el ámbito migratorio al adelantar un plan que, de concretarse, marcaría un giro radical en la política de deportaciones de Estados Unidos. Sus recientes declaraciones apuntan a la creación de un sistema masivo de detención y expulsión, respaldado por el ejército, lo que ya ha generado controversia entre expertos, activistas y políticos de todas las esferas.

Una emergencia nacional para deportaciones masivas

Trump, quien regresará a la Casa Blanca en 2025, reafirmó en la plataforma Truth Socialque su administración estaría preparada para declarar un estado de emergencia nacionalcon el objetivo de enfrentar lo que ha llamado «una invasión permitida por Joe Biden».

Esta declaración se suma a los comentarios de Tom Fitton, director de la organización conservadora Judicial Watch, quien sugirió que se utilizarían recursos militares para implementar un programa de expulsiones masivas. El expresidente respondió tajantemente: «¡Es verdad!».

El alcance de este plan incluye el despliegue de la Guardia Nacional y, si es necesario, tropas federales. «La Guardia Nacional debería ser capaz de encargarse de las deportaciones; si no, usaría el ejército», afirmó Trump en una entrevista con Time en abril.

Durante su presidencia, Trump endureció significativamente las políticas migratorias, pero sus nuevas propuestas revelan un nivel de agresividad sin precedentes.  A esto se suma, la idea de establecer «campos de detención» en Texas, en donde se albergaría a los migrantes antes de ser deportados.

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Migrantes Créditos: Cuartoscuro

Texas ofrece tierras para la construcción de campos de detención masiva

La comisionada de la Oficina General de Tierras de Texas, Dawn Buckingham, ha propuesto una medida que podría convertirse en el primer paso hacia la creación de campos de detención en la frontera sur de Estados Unidos.

En una carta dirigida al presidente electo Donald Trump, Buckingham ofreció al gobierno 567 hectáreas de tierra ubicadas en el condado de Starr, cerca de Rio Grande City, para la construcción de instalacionesdestinadas a procesar, detener y deportar a migrantes de manera masiva.

Este terreno, que actualmente se utiliza para cultivos agrícolas como cebollas, canola y maíz, sería destinado a albergar campos de detención, una propuesta que ha generado gran controversia en medio del debate migratorio.

Buckingham destacó que la Oficina General de Tierras de Texas está lista para colaborar con el Departamento de Seguridad Nacional y otras agencias federales para hacer realidad este proyecto, el cual se alinea con los planes de Trump para reforzar las políticas de deportación y control fronterizo.

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Migrantes Créditos: Cuartoscuro

Sheinbaum reacciona a deportaciones masivas y campos de detención

La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, expresó su desacuerdo con laspolíticas migratorias propuestas por Donald Trump, especialmente en relación con la posible deportación masiva de migrantes y la construcción de campos de detención en la frontera sur de Estados Unidos.

Durante su conferencia de prensa mañanera, Sheinbaum destacó que su gobierno no acepta que los migrantes sean tratados como criminales, subrayando que existen instituciones de justicia para abordar estos temas de manera adecuada.

«Primero, evidentemente no estamos de acuerdo en que se trate a los migrantes como criminales, para eso existen las instituciones de justicia en cualquier lugar del mundo», afirmó la mandataria, quien también enfatizó la relevancia de la contribución de los trabajadores mexicanos en Estados Unidos.

Cuartos
Sheinbaum reacciona a deportaciones masivas Créditos: Cuartos

En este sentido, Sheinbaum detalló que su administración tiene cuantificados los beneficios que estos migrantes aportan al país vecino, tanto a nivel laboral como en términos de impuestos.

Como parte de las preparaciones para un posible cambio de administración en Estados Unidos, Sheinbaum informó que su gobierno trabaja en un plan para enfrentar la eventualidad de deportaciones, asegurando que, en caso de que se den, México está listo para recibir a los connacionales deportados.

«En caso de que hubiera deportaciones nosotros vamos a recibir a las y los mexicanos, tenemos un plan para ello, pero vamos a trabajar previo a ello que no tienen por qué deportarse a nuestros connacionales, que al contrario, benefician incluso la economía de Estados Unidos», añadió.

Además, la mandataria anunció que, en los próximos días, se celebrará una reunión con su gabinete para definir los temas clave que se tratarán con el equipo de Trump una vez que este asuma la presidencia, entre los que se incluyen la seguridad, el Tratado Comercial entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), así como cuestiones culturales y de amistad bilateral.

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