Con el objetivo de buscar el roster final rumbo al campeonato Mundial de Futbol americano que se realizará en Alemania el próximo año, el line Baker Jorge Revuelto y el pateador Enrique Marcos, fueron convocados para conformar la preselección mexicana que se concentrara en Nuevo León
El Nacional mayor de futbol americano tendrá sede en la sultana del norte, Monterrey, Nuevo León y se llevará a cabo de 8 al 14 de agosto, donde participarán 4 equipos, dichos equipos son ligas profesionales que tienen actividad en el emparrillado a lo largo del año, como LFA Norte, LFA Sur, Selección Nuevo León, entre otras.
El chihuahuense Jorge Revuelto, nombrado defensivo del año con Caudillos de Chihuahua la FAM, experimentado y veterano line backer quien salió de las Águilas de la Universidad Autónoma de Chihuahua jugando para su universidad durante toda su legibilidad, Teporaca de bronce y seleccionado nacional por varios años, hoy busca un lugar en la selección mayor de México.
Con el objetivo de buscar el roster final rumbo al campeonato Mundial de Futbol americano los chihuahuenses fueron convocados para conformar la preselección mexicana / Foto: Cortesía | Caudillos
Un reconocido pateador, Enrique Marcos, de la comarca lagunera pero adoptado chihuahuense que posee el récord del gol de campo más largo en un juego de futbol americano universitario, varias veces seleccionado nacional quien fuera uno de los ganadores del Tazon Azteca en el 2017 y terminando su legibilidad en las Águilas de la UACH para pasar al emparrillado profesional con Caudillos de Chihuahua, también fue convocado por esta selección y buscar una ves más quedar en el roster que acompañe a la selección azteca al mundial de Alemania.
“Me siento muy feliz de formar parte de un proyecto así, por el trabajo que hicimos en el año, que se reconozca de este modo, estoy muy contento de haber jugado mi primer año en Caudillos, hay muchas cosas que mejorar y espero en poder quedarme en esa selección”Expresó Enrique Marcos.
Anthony Joshua dejó en claro la diferencia entre un excampeón mundial y una celebridad convertida en boxeador. El británico venció por nocaut técnico a Jake Paul en el sexto asalto de un combate de peso completo celebrado la noche del viernes en Miami, una pelea que desde su anuncio generó polémica por el contraste de experiencia, tamaño y trayectoria entre ambos contendientes.
El enfrentamiento, pactado a ocho rounds profesionales, despertó críticas por los riesgos que implicaba para Paul, quien llegó con marca de 12 triunfos y una derrota frente a Joshua, dos veces campeón del mundo y con récord de 28 victorias y cuatro caídas. Sin embargo, contra la mayoría de los pronósticos, el estadounidense resistió más de lo esperado y logró extender la contienda hasta bien entrada la segunda mitad.
Desde el inicio, Paul optó por el movimiento constante y el amarre, una estrategia evidente para consumir tiempo y evitar los golpes de poder del británico. Joshua, por momentos impreciso y visiblemente frustrado, tardó en encontrar su distancia, aunque poco a poco fue imponiendo su físico y su alcance.
En el quinto episodio llegaron los primeros momentos realmente críticos para Paul. Joshua conectó combinaciones más limpias, provocó dos caídas y estuvo cerca de finalizar el combate, aunque su rival logró sobrevivir con esfuerzo y algo de teatralidad, incluso recurriendo a gestos provocadores hacia el británico.
El desenlace llegó en el sexto round. Joshua salió decidido, conectó una derecha contundente que envió a Paul a la lona y, tras reincorporarse en evidente mal estado, el estadounidense recibió un uppercut y una nueva derecha al mentón que obligaron al réferi a detener la pelea. Paul terminó con el labio inferior partido, pero consciente y sonriente, reconociendo el cierre inevitable.
Más allá del resultado, el combate dejó sensaciones encontradas. Para Joshua, la victoria confirmó su superioridad sin que el análisis técnico vaya mucho más allá. Para Paul, haber llegado al sexto asalto frente a un peso completo de élite fue visto por algunos como una muestra de valentía y por otros como una peligrosa puesta en escena.
El debate sobre este tipo de cruces seguirá abierto, pero en el ring no hubo discusión. La experiencia y el poder de Anthony Joshua marcaron el final.