Cuando Víctor Quintana asumió la Secretaría de Desarrollo Social, lo primero que le sorprendió, fue el desbarajuste económico heredado de la administración saliente: el gasto de un presupuesto mayor, utilizado en épocas electorales; la sangría de pagar a dos tercios del personal que se consideran aviadores, gran parte de ellos de los seccionales del PRI; así como el hecho de haber dejado de pagar becas a los adultos mayores y apoyos a gente vulnerable.
El titular de Desarrollo Social indicó, que hay importantes faltantes, que impactan programas como el de los adultos mayores y a organizaciones de la sociedad civil. Una de esas agravantes, dijo, fue el gasto de un millón 200 mil pesos mensuales (14.4 millones al año) para pagar el sueldo de 355 aviadores. Se trata del 62 por ciento de personal sin ningún tipo de contrato, sin ninguna información de la función que ejerce, ni del centro de trabajo al que se reporta.
Entre ellos, se encuentra la señora Tomasa Rojo, quien cobra en el municipio el cheque de su esposo, que tiene una incapacidad y cobraba otro cheque en Desarrollo Social. El PRI, ironizó Quintana, sería un partido poderoso si tuviera 355 seccionales cobrando así; hay algunos en esta lista, pero no todos son.
El presupuesto anual de esta secretaría, es de aproximadamente 337 millones de pesos y en la revisión de cuentas, el secretario de Desarrollo Social encontró, que previamente a las elecciones, se les asignaron 700 millones, duplicando así el presupuesto de años anteriores.