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“Echeverría quería matar a López Portillo” WikiLeaks

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WikiLeaks empezó a difundir más de 1.7 millones de nuevos documentos diplomáticos clasificados de Estados Unidos de los años 70, donde hay información sobre México y la transición presidencial entre Luis Echeverría y José López Portillo.

A través de una videoconferencia, Julian Assange dijo que los nuevos documentos, que abarcan entre 1973 y 1976, comprenden correos enviados y recibidos por Henry Kissinger cuando estuvo al frente del Departamento de Estado de EEUU.

Entre la información de estos cables se habla de un complot de parte del presidente Echeverría para asesinar al presidente electo José López Portillo, para extender su propio mandato en la oficina, así como que Echeverría buscaba modificar la Constitución para lograr su reelección.

El cable diplomático señala que el momento más lógico para el posible asesinato, sería después del 1 de septiembre, una vez que el Congreso, con legisladores afines a Echeverría, tomara posesión, por lo que ante el posible asesinato, y según la constitución mexicana, sería este Congreso el que tendría que escoger un nuevo Presidente.

En la información se cita un artículo del historiador Daniel Cosío Villegas de la revista Plural que advertía sobre lo complicado de algunas sucesiones presidenciales en México y de la negativa de Echeverría a delegar el poder a López Portillo.

Según el cable de 1976, Echeverría también buscaba también aprovechar su cercanía con la familia Vázquez Raña para aumentar su participación en la prensa mexicana como un camino para sobrevivir políticamente una vez que dejara la presidencia en noviembre de 1976.

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México

Senado aprueba Ley General de Aguas en medio de acalorado debate y críticas de oposición

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El Senado mexicano aprobó este jueves, con 85 votos a favor y 36 en contra, el proyecto de decreto que expide la Ley General de Aguas y reforma diversas disposiciones de la Ley de Aguas Nacionales, en un contexto de creciente presión sobre los recursos hídricos del país por sequías, conflictos por concesiones, crecimiento urbano y alta demanda del sector agrícola.
La minuta fue remitida al Senado por la Cámara de Diputados, que la aprobó tras 24 horas de acaloradas discusiones. La iniciativa deriva de una propuesta de la presidenta Claudia Sheinbaum para regular el derecho humano al acceso, disposición y saneamiento del agua, así como priorizar su consumo humano y doméstico ante autorizaciones, permisos, concesiones y asignaciones del recurso.
El senador Óscar Cantón Zetina, de Morena, aseguró que el centro de este proyecto es la persona y no los grandes acaparadores de agua, pues se crea un trinomio virtuoso entre tierra, agua y gente. Afirmó que la legislación es la mayor aliada de los productores y campesinos de México, ya que elimina la visión mercantilista del agua y la regresa a su dueño legítimo, que es el pueblo de México.
La senadora del PAN, Verónica Rodríguez, señaló que esta reforma convierte el agua en un instrumento de manipulación política y electoral. Apuntó que le da al gobierno federal la posibilidad de decidir de manera discrecional quién mantiene su concesión, quién la pierde, a quién le reducen volúmenes de agua y a quién sí le permiten operar, lo que demuestra que es peligroso para la democracia, el campo, la seguridad alimentaria y las familias.
Carolina Viggiano, del PRI, advirtió que el proyecto no contó con estudios económicos ni presupuestales, no cuenta con análisis de impacto financiero y tampoco se asegura inversión para la infraestructura, operación ni vigilancia de los sistemas de agua. Además, señaló que no se consultó a los pueblos originarios.
Luis Donaldo Colosio, de Movimiento Ciudadano, indicó que los cambios abren la puerta a más control gubernamental sin contrapesos reales, a más trámites y a más incertidumbres para el campo mexicano. Afirmó que se concentran atribuciones en la Comisión Nacional del Agua sin reglas claras, crece el riesgo de arbitrariedad, corrupción, favoritismos y castigo político, además de que se crea incertidumbre en la asignación de derechos y volúmenes, lo que desincentiva la inversión, la tecnificación y frena proyectos.
La nueva Ley General de Aguas establece que las concesiones para el uso del vital líquido no podrán ser intercambiadas entre particulares, con la obligatoriedad de que sea la Conagua la que las distribuya de nuevo.
La discusión y aprobación en las Cámaras de Diputados y Senadores ocurre en un contexto donde el sector agrícola consume cerca del 75 por ciento del agua disponible para consumo en el país.

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