El secretario de Relaciones Exteriores, Luis Videgaray, reveló este miércoles que Estados Unidos, Israel y Japón encabezan la asistencia que la internacional ha ofrecido a México ante los daños ocasionados por el terremoto de 7.1 grados Richter de este martes.
Videgaray puntualizó que mediante la ONU y su Oficina para la Evaluación y Coordinación en Casos de Desastre (UNDAC) ha identificado tres países que cuentan con personal y maquinaria altamente especializada para rescates: Estados Unidos, Israel y Japón.
Aseguró que la ayuda que llegará a México en las próximas horas será desplegada en estrecha coordinación con la Secretaría de Protección Civil de la Ciudad de México, aunque esta maquinaria será empleada también en otras zonas afectadas por el sismo.
Mencionó que coordina desde la sede de Naciones Unidas (ONU) en Nueva York la ayuda internacional, que se encuentra ya en camino, para asistir a las labores de rescate tras el terremoto que este martes sacudió a México.
En una intervención en la Asamblea General, Videgaray agradeció este miércoles a la comunidad internacional sus numerosas muestras de afecto a México, así como al secretario general de la ONU, Antonio Guterres, por haberlo contactado a fin de identificar la ayuda específica que este país necesita.
El canciller explicó que el país sufrió “un golpe fuerte, un golpe duro, que habremos de superar gracias en primer lugar a la extraordinaria solidaridad y a la generosidad del pueblo de México, que se ha volcado a las calles y a las zonas de derrumbe”.
En el plenario, indicó que se han reconocido más de 50 zonas de derrumbe, por lo que pidió la solidaridad internacional. Aseveró que “se necesita la ayuda de todos”, aunque en este momento esta asistencia debe ser especializada y enfocada solo en labores de rescate.
La congresista demócrata Ilhan Omar vuelve al centro de la polémica tras el testimonio de un conocido miembro de la comunidad somalí de Minneapolis, que afirma públicamente —por primera vez— en exclusiva para DailyMail que la diputada se casó con su hermano para facilitarle documentos y mantenerse en Estados Unidos.
El dirigente comunitario Abdihakim Osman, bien conectado con las familias somalíes instaladas en Minnesota, asegura que Omar admitió entre allegados que su segundo marido, Ahmed Elmi, era en realidad su hermano, y que el objetivo del enlace era «ayudarle a conseguir papeles para estudiar y quedarse en el país».
Osman sostiene además que, mientras esto ocurría, Omar seguía conviviendo con su primer esposo, Ahmed Hirsi, con quien había contraído matrimonio religioso en 2002.
Según su relato, el matrimonio con Elmi en 2009 se mantuvo oculto a la comunidad somalí debido a su carácter irregular: «Cuando se casó con Hirsi, fue una boda grande, con más de cien invitados. Cuando se casó con Elmi, nadie supo nada hasta que apareció el certificado matrimonial años después», afirma.
Las sospechas sobre un posible matrimonio fraudulento han acompañado a Omar desde 2016. Ella siempre se ha negado a responder preguntas directas y ha acusado a los medios de «islamofobia», pero jamás ha ofrecido una explicación coherente sobre por qué se casó civilmente con Elmi mientras seguía unida a Hirsi por la vía religiosa y mantenía una vida familiar con él.
Los datos aportados por Osman refuerzan la tesis de un matrimonio instrumental para obtener beneficios migratorios, una práctica penalizada en EE.UU. con hasta cinco años de cárcel.
La versión coincide con diversas informaciones que señalaban que, tras el enlace, Elmi accedió a ayudas educativas y documentación necesarias para estudiar en North Dakota State University, antes de regresar al Reino Unido.
Los registros muestran que: Omar se casó civilmente con Elmi en 2009. En 2012 tuvo un tercer hijo con Hirsi. En 2017 se divorció de Elmi. En 2018 se casó civilmente con Hirsi, coincidiendo con su salto a la política nacional.
Osman sostiene que la versión oficial es ficticia: «Nunca estuvieron separados. Nunca dejaron de ser marido y mujer», dice sobre Omar y Hirsi. Omar, perteneciente al ala más radical del Partido Demócrata, ha estado rodeada de escándalos en los últimos años, incluidos los derivados de su vida personal y de acusaciones de trato de favor hacia consultoras vinculadas a su campaña.
Para la influyente comunidad somalí de Minneapolis, sin embargo, el asunto del presunto matrimonio con su hermano es el episodio que más ha dañado su relación con la congresista: «Escandalizó a toda la comunidad», afirma Osman.
De momento, Omar sigue sin aclarar por qué se casó con Elmi, ni por qué recurrió a un ministro cristiano para una boda civil que ningún miembro de su comunidad conoció.