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El actor mexicano Tenoch Huerta encabeza un colectivo de artistas que busca combatir el racismo en México.

Artistas junto a Tenoch Huerta toman acción: México es «racista, racista, racista»

La actriz Christel Klitbo ha sufrido en carne propia la discriminación en México en el mundo del espectáculo.

CIUDAD DE MÉXICO.-El actor mexicano Tenoch Huerta encabeza un colectivo de artistas que busca combatir el racismo en México.

Su libro Orgullo Prieto habla sobre sus orígenes indígenas en un país que ha idealizado la piel blanca durante décadas dando la espalda a quienes tienen piel morena, hoy en día un 80 por ciento de la población.

Estamos tan cegados con la idea de la blanquitud que dejamos de vernos a nosotros mismos y de percibirnos como prieto, como hijos o nietos de indígenas, de campesinos, o de obreros”, comentó Huerta quien recientemente participó en la cinta Black Panther: Wakanda Forever.

La palabra prieto se usa de manera despectiva para describir la piel morena, ahora ha sido retomada por un colectivo de artistas que luchan contra de la discriminación en el país.

Es muy difícil para la sociedad mexicana aceptar que es racista, entonces es momento que digamos esa palabra al país, que es ”racista, racista y racista» y a partir de ahí comenzar a luchar con eso», señaló Jere Caelum, actor, rapero y activista.

La actriz Christel Klitbo ha sufrido en carne propia la discriminación en México en el mundo del espectáculo.

Durante décadas el dicho “hay que mejorar la raza” refleja el anhelo de muchas familias por tener descendientes blancos. Los rubios son sobrevalorados, los morenos no han sido tomados en cuenta.

“Está empezando a cambiar (la situación) un poco, ya estoy teniendo otro tipo de castings, pero la realidad es que el 80 % de lo que he hecho son personas de servicio, criminales, mujeres abandonadas, golpeadas, analfabetas o con muy poca educación”, denunció Klitbo .

Tenoch Huerta  ha logrado llegar a Hollywood y se considera en una posición privilegiada para impulsar el «poder prieto».

      

Fuente: elimporcial.com

Cine

Expertos denuncia un gran error histórico de Napoleón de Ridley Scott

   MADRID – Napoleón de Ridley Scott llega a los cines este viernes 24 de noviembre. Joaquin Phoenix da vida al líder militar francés en la cinta, que ya ha recibido diversas críticas por su presunta falta de rigor histórico. Unas acusaciones que, el propio director ha calificado de «absoluta giliipollez», pero que siguen llegando.

   En una escena del filme se puede ver cómo las tropas francesas lideradas por el emperador disparan con cañones contra las pirámides de Giza, algo que aparentemente nunca ocurrió. «No sé si él hizo eso. Pero fue una forma rápida de decir que tomó Egipto», declaró Scott a Times of London.

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   No hay evidencia de que los invasores franceses lanzaran artillería contra las pirámides, o de que las tropas de Napoleón dispararan a la nariz de la Esfinge. «Por lo que sabemos, Napoleón tenía en alta estima la Esfinge y las pirámides y las utilizó como medio para impulsar a sus tropas a una mayor gloria», ha declarado a New York Times Salima Ikram, profesora de Egiptología en la Universidad Americana de El Cairo. «Definitivamente no disparó», añadió.

   Algunos historiadores han criticado a Scott, pero al menos otros esperan que Napoleón genere interés en los acontecimientos reales que inspiraron la película. Y aunque Napoleón no disparó a las pirámides, su invasión de Egipto tuvo un profundo efecto en la herencia cultural egipcia. «En última instancia, la campaña es una derrota: los franceses pierden y son expulsados«, explicó Alexander Mikaberidze, profesor de la Universidad Estatal de Luisiana en Shreveport especializado en historia napoleónica.

   La campaña francesa en Egipto de 1798 a 1801 fue impulsada por las ambiciones coloniales de Napoleón, pero, además, tomó la decisión de invitar a más de 160 expertos en campos como la botánica, la geología, las humanidades y otros para acompañarle en la invasión. «Había un interés real por parte de los expertos y, creo que por extensión, un interés real por parte de Napoleón por poder comprender estas cosas a las que los europeos no habían tenido acceso ilimitado desde el período clásico», dijo Andrew Bednarski, académico de la Universidad Americana de El Cairo que se especializa en egiptología e historia del siglo XIX. En su esfuerzo por documentar el vasto patrimonio arqueológico de Egipto, los estudiosos franceses se apoderaron de muchos elementos importantes, incluida la Piedra Rosetta, una roca con inscripciones en tres idiomas que resultó fundamental para descifrar los antiguos jeroglíficos egipcios. La piedra y muchos otros botines terminaron en manos británicas después de que cayera el control francés sobre Egipto en 1801. Para entonces, Napoleón había regresado a Francia.

Tras la fallida campaña, la noticia de las maravillas culturales que escondían los desiertos de Egipto se extendió por toda Europa e impulsó una nueva ola de egiptomanía global. Este apetito insaciable por las antigüedades egipcias ha dado lugar a siglos de exploración, excavación y expolio de la vasta cultura de la región. Desde la invasión de Napoleón, buscadores y comerciantes han sacado de Egipto innumerables tesoros, muchos de ellos a través de canales clandestinos y abiertamente criminales.

Como resultado, muchos de los elementos más icónicos del Antiguo Egipto, incluida la mencionada Piedra Rosetta y el busto de Nefertiti, se encuentran en museos y colecciones privadas lejos de su país de origen.

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